Mucho en que pensar... (Libre)

Estaba anocheciendo... podía verse a través de los ventanales como los tonos brillantes y anaranjados del sol iban ocultándose tras los edificios y se perdían en el horizonte...

En esos momentos los pasos de un chico se detuvieron frente a una enorme puerta doble de nogal e introdujo una de las muchas llaves del llavero para abrir esta. El joven se caracterizaba por su cabello negro, sus ojos azulados y el pendiente élfico que colgaba siempre de su cuello, pero sobretodo, porque él era el único dentro de la corte que era diferente al resto... él no era del todo humano.

Aquel chico era precisamente Shingo Darkang; el joven que, irónicamente, tomaría posesión del trono en cuestión de días y se convertiría en el nuevo rey de Hokkan... ¿lo había planeado, como muchos dentro de la corte pensaban? la respuesta era negativa... nadie sabía el porqué el antiguo rey lo había vuelto su sucesor, mucho menos nadie sabía el porqué de su misteriosa desaparición.

Sin embargo una pregunta rondaba la cabeza del chico hasta ahora: ¿Porqué él? Estaba seguro que había muchos otros y mejores candidatos dentro de la Corte Real, que llevarían el país justo como él solía hacerlo... ¿para qué escoger a un joven sin experiencia el cual solo conocía de hace 2 años atras?

Necesitaba respuestas... ¿Y qué mejor lugar para encontrarlas que el despacho del rey? Nadie le diría nada por husmear un poco; a fin de cuentas ese lugar sería suyo dentro de un par de días...

-Vaya desorden... - murmuró para si mismo mientras movía cajas de lugar, revisaba documentos y libros... todo lo que pudiera tener algún indicio sobre lo que pasara por la mente del anterior rey.

Sin embargo, las horas pasaron y no había rastro alguno que pudiera darle siquiera el menor de los indicios. Ligeramente fatigado por su búsqueda Shingo se sentó en el piso, recargando la espalda contra uno de los laterales del escritorio mientras se llevaba una de las manos a la frente para pasar la yema de sus dedos y desordenar levemente los mechones de su flequillo a modo de reflexión.

Al parecer el antiguo Soberano de Hokkan seguía siendo tal y como lo conoció, aun en su ausencia: Un hombre de mente compleja y llena de misterios...

- ... ¿qué es lo que estás planeando para Hokkan... Magnus?...