The King of the Blue Fire [Rin's Relationship]

Rin Flame Kreigh

Rin Flame Kreigh

Un solo acto de bondad no exime una vida de pecado, pero basta para condenarla.

Edward se enfrentó desde pequeño a la encrucijada que suponía ser alguien que pretendía encajar en un mundo que no solo le rechazaba, sino que lo temía, de ahí el rechazo. Siendo huérfano de padre y madre aprendió que el mundo no era el palacio de luces y cosas vivas que era, sino una cúpula de terror y miedo que por alguna razón se cebaba con él en forma de golpes, violencia e indiferencia. Su padre adoptivo, a quien siempre consideró como el real, siempre le enseño a mostrar la buena cara a las malas condiciones, sin embargo, Rin solo quería encajar, tener amigos y por alguna razón ellos le señalaban a él afirmando que era un demonio, un monstruo, algo que jamas debió de existir. Por eso aprendió cuanto valía la soledad y porqué valía sacrificarla.

Siempre mantuvo esa ola de rencor que naturalmente se extiende si no han hecho mas que atacarte y despreciarte, pero su corazón ardía con un fuego purificador que nadie podía detener, acompañó a su padre a aquel reino, cuyo nombre no parecía ser tan buen presagio "Hokkan", con apenas siete años por lo que casi siempre estaba solo o simplemente no quería estar con nadie. Se volvió cada vez mas hermético y no dejaba que nadie supiera que pasaba por su mente, o corazón. Cuando tuvo once años su padre le enseñó el arte milenario del combate con espada, algo que ayudó a canalizar la furia del mundo en un objeto, una espada de madera. Aunque eso no servía de nada, su padre siempre le ganaba y siempre repetía lo mismo "¿como pretendes derrotar a nadie si la ira te ciega? Solo consigues derrotarte a ti mismo."

Desde aquél entonces se dedicó en cuerpo y alma a mejorar su arte con la espada, desde que el Sol salía hasta que se ponía por el horizonte, había que decir que, pese a todo, siempre trataba de ayudar a otros a costa de su propio físico y generalmente siempre que ayudaba a alguien todos le rechazaban o el cobraba el pago por intervenir en asuntos que, claramente, no eran de su incumbencia. Pese a ello, siempre había sido un chico divertido y lo era, porque aquella sonrisa y diversión siempre eran su escudo, jamas habló con su padre sobre lo que opinaba de las personas, tampoco pensaba que así solucionara nada. Edward no era lo que se decía un niño normal, siempre pasaban cosas que el no llegaba a entender, como cuando por berrinches las cosas explotaban en llamas o alguna que otra farola reventaba, esas cosas él las llamaba "singularidades" porque no sabía de donde habían salido pero que le asparan si lo sabía. Por algún motivo tenía una tremenda debilidad, las mujeres, podían con el, no todas claro, sino aquellas que por activa o pasiva despertaban algo en él, cosa que lo convertían en una velita, en vez del fuego infernal que él era en su interior.

Demostró ser persistente, obstinado y muchas veces, poco realista considerando los riesgos, lo que lo hacía estúpidamente inconsciente, sin embargo había momentos en los que su ira interna le excedía, como pasó el último día de su vida, o así lo califico él. Si su buen corazón para ayudar a la gente no tenía generalmente impedimentos para salir a la luz y demostraba ser bondadoso con todos, su parte mas oscura despertó totalmente con la muerte de su padre, presenciando como su cuerpo caía al suelo en un charco de sangre la espada que Shiro, su padre, le habría regalado si ganaba finalmente un combate con espada contra él no pudo contener aquél maremágnum de emociones y despertó una porción de fuego que se escapó a su gran control. Por lo que, por muy buena persona que fuera, por lo mucho que aguantara, y pese a que siempre intentara, sacar la otra mejilla y ver la luz en la oscuridad, acabó recurriendo a lo que siempre fue, algo demoníaco y maldito, una llama ardiente de pura muerte.

Pese a su increencia por dioses ni nada que se relacione con la religión, recuerda con exactitud las palabras de su padre, quien era algo mas que un simple cura, un exorcista, de los mejores, y asume que si quiere conseguir sueño tenga que agachar la cabeza, pero jamas dejara de mirar a los ojos a aquel que se oponga en su camino y que lo descrimine por lo que él nunca quiso ser y que realmente odiaba de si mismo, ser un demonio.

Familiares

Familiares

PADRE
Rey de los Demonios
Shiro Fujimoto - Padre Adoptivo - Muerto
MADRE
¿¿??
HERMANOS
Yukio Libre. Kreigh - Hermano Gemelo Menor [En Busqueda]
OTROS

Amistosas

Amistosas

Amorosas

Amorosas

Enemistad

Enemistad

VIAHPI's

VIAHPI's

Advertencia:
Dos cabezas más que una. Típico, pero cierto.

Leyenda:
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