Presentimiento (Autoconclusivo)

- Mmmh... -

Alistair musitó, mientras reposaba pensativo en la silla de su despacho, con el mentón reposando sobre el dorso de su diestra y la mirada siempre perdida en esa oscuridad, aunque ahora sus párpados yacían abiertos y sus pupilas parecían contemplar algo, aunque no fuera así. Sobre la mesa se desperdigaban varios periódicos, obviamente de días pasados, cuyos titulares albergaban la conquista de Cristal y la renuncia del rey de Kounan.

¿Cómo podía un invidente leer el periódico? Comúnmente, no podía, pero Alistair no entraba en esa categoría: su hyper sensibilidad le permitía seguir el rastro que la plumilla dejaba sobre la hoja, sentía el pigmento de la tinta y la herida de la punta sobre el pergamino, tuvo que acostumbrarse a un mundo donde los de su tipo no tenían consideraciones, incluso, estaba pensando en crear un sistema hecho únicamente para ellos, pero era otro proyecto que había dejado a medias por sus múltiples ocupaciones.

Hablando de ocupaciones ¿dónde estaba ese rey que conoció el primer día? No era lo que había prometido, o en todo caso amenazado, suponía que alguien con su carácter y sus ideales ya estaría haciendo algo al respecto de esta situación, que si bien parecía lejana, alcanzaría a su tranquilo pueblo tarde o temprano... era inevitable la calamidad de una guerra, el territorio siempre era el inicio, aunque no comprendía la estrategia del rey Shamtul, si es que tenía alguna.

Se puso en pie lentamente, recorriendo hacia atrás la pesada silla y se quedó inmóvil unos momentos, más meditabundo que antes. Se dirigió hacia la salida y tomó su pesada capa, la cual le esperaba en un perchero junto a la entrada y entonces, salió dispuesto.