una pequeña visita...

Decidi salir del reino de Kutou por un momento, así que me dirigí hacía Hokkan -El Reino de los humanos, cómo será?- Me cuestionaba ya que nunca antes me había dirigido hacía aquel lugar; al decir verdad, jamás había salido del reino de Kutou, inclusive todavía existen partes las cuales no conosco en dicho reino.
Pasaba el tiempo hasta que por fin logré llegar, me detuve por un momento para poder observar a mi alrededor; me dí cuenta que me encontraba en un parque, acompañada de varios niños jugando, numerosos arbustos y bancas, las cuales algunas de ellas estaban ocupadas.
Observe fijamente el cielo, era un día nublado y el viento empezó a hacer su aparición. Me senté en una de las bancas vacías bajo uno de los tantos árboles y empezé a admirar dicho lugar. -Los humanos suelen ser muy frágiles- Dije al observar como un niño se hacía una pequeña herída por estar trepando un árbol.

-Y aún así, pueden ser más poderosos de lo que les damos crédito -respondió una voz seria, acompañada de varios pasos. Lentamente se acercaba, atrás de ella. La voz provenía de un joven de cabello castaño, con ojos cuya mirada era igual, o quizás más fría a la de su voz-. Estos seres son capaces de proezas inimaginables con los incentivos adecuados.

Se acercó, quedando a su lado, dirigiendole la mirada, cruzando sus brazos, observando el mismo paisaje que ella veía.

-Estos seres son capaces de gran destrucción, y de gran creación. No los subestimes.

Casi al instante de haber dicho aquello, una voz me respondió,me percate de que poco a poco se iba acercando hacia el lugar donde me encontraba. -Sabe tiene razón, ellos pueden ser capazes de cosas sorprendentes, y creame que no los subestimo ni a ellos ni a cualquier otro ser, al contrario creo que aveces hasta los admiro- Dije en una voz seria y amable al mismo tiempo que dirigia mi miráda hacia aquella presencia, se trataba de un joven de cabellos castaños y de una complexión normal.
-Permitame presentarme, mi nombre es Nakamura Kohana, y por sus palabras veo que tampoco es de este reino, acaso es usted del reino del que yo provengo?, el Reino de Kutou?- Pregunté dedicandole una dulce sonrisa para después volver mi miráda hacia aquellos niños jugando.

-Si, así es. No soy nativo de Kutou, pero actualmente resido ahí -le respondió. Su voz se había vuelto más amable, y había perdido el tono frío que poseía hace unos momentos, pero seguía sin manifestar alguna emoción notable. Se dio un cuarto de vuelta, para no mirarla de reojo, y así mirarla de frente-. Soy Ken. Ken Kurosawa. Un placer.

El individuo hizo una reverencia, con educación, al instante de presentarse ante Kohana.

Aquel joven realizó su presentación acompañada de una breve reverencia, al parecer su voz habia cambiado un poco, ahora era
un poco mas amable -Es usted un ser muy educado joven Kurosawa, pero digame que lo trae por estos lugares?, claro si se
puede saber- Pregunte mientras lo observaba, al parecer aquel chico era de esos los cuales contaban con personalidades frías,
pero no me quejaba ya que los seres como yo contabamos también con esa característica, o al menos así lo era a la hora de
matar a nuestra víctima.
-Me ha dicho antes que usted no es nativo de Kutou, entonces de donde lo es?- Me dí cuenta de que me estaba metiendo en
algo que no era de mi incumbencia, por lo cual aquel joven podría llegar a molestarse -Disculpe mis preguntas- Me disculpe
agachando un poco mi cabeza -No es mi intención hacerlo sentir incómodo, en verdad lo siento >/////< no es necesario que
responda mis preguntas- Volví a disculparme.

-Si bien es cierto que no es de su incumbencia, su pregunta no me ha hecho sentir incómodo -dijo entonces, dirigiendole la mirada, dejando ver una leve sonrisa. Quizás había dejado de importarle las personas de la manera en que lo hacía antes, pero no veía razón para no ser amable con ellas-. Yo era de Kounan, pero me fui de ahí cuando era más pequeño. No quería vivir con la familia que tenía...

Recuerdos recorrieron la cabeza de Ken. Sus padres envueltos en orgías, sus hermanos torturando otros seres. Y el recuerdo de su hermano mayor. En una armadura verde, con una capa, su cabello igual de café, pero con algunas partes blancas, como canas, con una expresión de burla y placer malsano. Behemoth solo pudo apretar su puño, aunque mantuvo su expresión sin cambio, aún cuando el recuerdo de su combate contra él volvía a pasar frente a sus ojos...

-Me asenté en Kutou tiempo después -dijo, tratando de olvidar aquellas imágenes enfermas y dolorosas-, pero continue viajando un poco más. Y... en lo que se refiere a que hago aquí... fue uno de los lugares que llegué a visitar. Quería recordarlo...

Escuche atentamente como aquel joven respondia a mis preguntas, aclarandome antes que no lo había hecho sentir incómodo mientras sonreía levemente. Sus palabras me hicieron ver que aquel ser que me acompañaba en esos momentos, llevaba consigo un semblante de tristeza acompañado de un odio infinitamente grande,éste ultimo aparentemente se hizo presente al mencionar a su famlia, ahí me di cuenta como apretó su puño. En otras ocaciones me hubiese aprovechado para cumplir con mi cometido y quizas matarlo, pero esta vez había algo que desvanecía esas ganas, algo en ese chico hacía que me sintiera un poco nostálgica. Mientras lo observaba cuidadosamente, detrás de el pude ver a una pareja -Cómo será?- Pregunté mientras me encogía un poco de hombros -Cómo será ese sentimiento al que muchos le llaman amor?, por mi parte a veces considero que es una pérdida de tiempo, pero otras veces me gustaría poder llegar a sentirlo- Dije sumisa observando aún a aquella pareja -He sido amada, más nunca he amado, es algo extraño no?, usted ha llegado a sentir ese sentimiento?- Pregunté a la misma vez que mi miráda cambiaba de lugar para dirigirse a aquel chico. -Y de nuevo aquí voy con mis preguntas- Pensé al reaccionar casi al instante de preguntar aquello, pero esta vez por alguna razón no me nacía disculparme, realmente quería saber lo que aquel jovén pensaba.

Ken se sorprendió por la pregunta. Conforme sus pensamientos navegaban alrededor de las palabras que Kohana había dicho, algo inusual pasó. Comenzó a reírse, de manera natural. El semblante frío se apartó, dejando ver a un corazón juvenil gozando.

-Disculpe, de verdad -dijo Behemoth, cubriendose la boca-. Ni siquiera sé lo que me causó la risa. Debe haber sido... algo que recordé.

Decir la palabra "recordé" provocó otra lluvia de ideas en sus pensamientos, otra serie de recuerdos dolorosos. Kurosawa agitó su cabeza, tratando de apartarlos, volviendo a mostrar el mismo rostro sin emociones. Sin embargo, dejó ver algo de ellas en sus ojos, una clara tristeza.

-Si, he sentido el sentimiento. El verdadero amor, el sentimiento puro, es algo que no puede explicarse, no importa cuanto lo intente, pero puede usar la situación de otros como ejemplo -dijo Ken. Entonces le dirigió la mirada a la pareja que ella había visto-. Esos dos jovenes, no son el mejor ejemplo para explicarlo. Esos dos no son más que un par de niños oliendo feromonas, intercambiando hormonas y saliva. Pero, un mejor ejemplo, son esos dos de allá -acto seguido, señaló a una pareja de ancianos, tomados de la mano, con una clara felicidad en su rostro. Dirigió su dedo hacia donde se veía a una mujer con una bella sonrisa, que avanzaba lento, tratando de enseñarle a su hijo a caminar-. O esa mujer. Es algo puro, que inunda el alma, que te da una fuerza sin comparación. Es doloroso. Es glorioso. Instantaneo. Horrible y cruel. Bello y cálido. Puede no ser lo que esperabas. Puede que tú no seas lo que esperabas ser para el amor. Pero al final, es lo más hermoso... que puedes tener...

Los bellos recuerdos se opacaron nuevamente. Parallax. Muerte. Amor. Despedida. Furia. Rabia. Odio. Tristeza. Venganza. Sus ojos se enrojecieron ligeramente. Y apretó nuevamente su puño...

-Espero... que algún día lo tengas... -dijo por fin.

O.O El empezó a reír, eso fue algo que realmente me dejó atónita debido a que jamás me hubiese imaginado que aquel joven cuya apariencia no dejaba mostrar emosión alguna, me permitiera conocer su sonrisa -No tiene por que disculparse, al contrario me da gusto el haberlo hecho reír, si esque fui yo quien lo causo n_nU, además tiene usted una sonrisa muy linda- Dije sonriendole amablemente. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos su expresión volvió a ser la misma de antes, adoptando aquella miráda fría de la cuál le era característico,empezé a pensar que algo en su pasado lo había marcado cruelmente, a tal grado de querer olvidar sus recuerdos en vez de disfrutar plenamente de ellos. Al cabo de unos minutos respondió a mis preguntas de una forma muy peculiar . -Sus palabras tienen toda la razón joven Kurosawa- Dije observando a aquella pareja de ancianos que él había señalado -Cualquier otro ser tal vez me hubiera respondido con puras patrañas, pero sus respuestas me han gustado, gracias - Continué diciendo ahora observando a aquella mujer que le enseñaba a su hijo a caminar.
Después de unos momentos el dijo.. -Espero que algun día lo tengas- Haciendo que mi miráda se fijara en él para observar como la tristeza aparecía una vez más en sus ojos casi simultaneamente al apuñar su puño de nuevo -Le agradesco el buen deseo..pero- Hize una pausa tomando de su puño aún cerrado -Yo espero que algún día usted pueda deshacerse de todo aquello que le acompleja de tal manera- Continue diciendo con una voz tranquila mientras mostraba una leve sonrisa. Después solté de él y me levanté de aquella banca donde me encontraba -Iré en busca de un helado, le apetece uno?- Pregunté mientras acomodaba mi vestido....

Notó que Kohana tomó el puño de él entre sus manos. Dejó de aplicar presión en su mano, sorprendido de la acción de ella, y de sus palabras. Su mano se sintió cálida. Se mantuvo en silencio unos segundos. Deshacerse de aquello que...

-"No, no puedo permitirme eso. No hasta que haga lo que debo hacer..." -pensó. Había jurado por la memoria de ellos. No importaría el método. Incluso si debía convertirse en aquello que había repudiado...

Pero una pregunta lo sacó de sus pensamientos. Vio que se había levantado. Era una joven muy linda...

-No. Muchas gracias -dijo, desviando la mirada, tratando de apartar al mismo tiempo sus pensamientos-. Vaya usted...

-Esta bien- Dije con mostrando una sonrisa amable. Después de eso me di media vuelta y empezé a caminar hacia donde vendía aquellos helados. - Espero no haberlo hecho enfadar con mis palabras o al tomar su puño- Pensaba mientras seguía caminando, sin evitar sonrojarme un poco al recordar tal acción. Llegué a la heladería xD y saque el dinero -Un helado de chocolate por favor- Le dije a la empleada -Gracias- Termine diciendo . Me di de nuevo la vuelta para dirigirme hacia aquel lugar en donde me hayaba en el principio.
-Le pido disculpas por lo anterior- Dije con respecto a aquello que había hecho, en un tono de voz serio.

-¿Por lo anterior? No entiendo... -por unos segundos, no entendió a que se refería. Inmediatamente razonó, levantando su mano, mirandola. Dejó ver una leve sonrisa. Se acercó unos pasos hacia a ella. Esta vez, fue él quien le tomó la mano a ella-. No hay razón para disculparse.

-No hay razón para disculparse- Dijo tomandome la mano mientras yo le observaba, después de unos momentos le solté y me senté de nuevo. -Bien joven Kurosawa, creo que usted tiene varios asuntos pendientes, por los cuales en estos momentos puedo ver que existe cierto odio dentro de su ser- Dije mientras comía de mi helado - Pero creo que es una lástima que haya tanto odio en usted, claro sus motivos a de tener y no se le debe juzgar por ello, pero en verdad creo que usted es un ser bueno- Dije aún comiendo de mi helado (esque estaba bien rico xDDD).

Después de unos momentos deje de comer por un instante y fije mi miráda en el suelo, empezé a recordar esos momentos en los que ese joven había mostrado una gran fuerza apretando su puño -Sabe, pienso que usted tiene unos recuerdos realmente temibles, pero apesar de ellos,hay otros realmente hermosos, y creo que esos son los que realmente importan, tal vez nunca llegue a olvidar eso que pasó en su pasado lo cuál lo llena de tanto odio al recordar, pero estoy segura que no todo dentro de su mente es odio, al contrario creo que hubo alguien que lo hizo plenamente feliz y por algun motivo ya no esta con usted, motivo que me hace pensar que es la raíz de todo- Todo eso lo dije en un tono de voz melancólico debido a que me llegue a imaginar como podría haber sido la vida de aquel chico, eso fue algo que sin tener a un 100% la certeza de que así fue, de alguna forma me hizo sentir realmente triste....

-En fin todo eso es asunto suyo y me he metido sin ser de mi incumbencia, le pido las disculpas correspondientes por ello- Dije con una voz seria y aún con rastros de melancolía observando todavía el suelo de aquel parque....

Behemoth solo la miro fijo por unos segundos. Inmediatamente, suspiró. Una parte de él sabía que ella tenía razón. Sin duda alguna. Pero... no podía dejarlo atrás. No podía olvidarlo y enfocarse en las partes buenas de su pasado. No sin recordar al responsable de aquello. Y volver a llenarse su sangre de aquella rabia eterna.

-Disculpa aceptada -dijo Ken, con una expresión que mezclaba muchas emociones a la vez-. Y le agradezco sus palabras.

-"Pero no puedo hacerlo" -completó su mente. Él ya había decidido. Y no podía cambiar su decisión...

-No me tiene que agradecer nada, en todo caso soy yo la que debe dar las gracias por el hecho de permitir mi punto de vista enun asunto ajeno a mi.- Dije seriamente mientras terminaba mi helado.Después de unos minutos volví a recuperar mi postura -Bien creo que es hora de marcharme joven Kurosawa- Dije levanatandome nuevamanete de aquella banca para postrarme frente a el -Ha sido un honor el conocerle- Dije con una sonrisa mientras hacia una corta reverencia en agradecimiento -Muchisimas gracias por brindarme parte de su tiempo, espero tener el gusto de verlo después- Terminé diciendo con una voz tranquila y amable.

Empezé a alejarme del lugar -Suerte con su pendiente- Pensaba al recordar al chico con el que me había encontrado en ese lugar.





Off...Muchisimas gracias por ayudarme en este tema

Ken la miró retirarse, prestando atención a su caminar, mientras se alejaba. Recordó algunas cosas, cosas que habían sido sepultadas por el dolor. Cerró los ojos un momento, girando su cabeza, volviendo a mostrar su vista, mirando hacia el centro del parque, con una expresión pensativa.

-Sé que nos volveremos a ver... -dijo Behemoth entonces, en voz baja. Suspiró, y el tambien emprendió su caminar. Colocó sus manos en sus bolsillos, mientras avanzaba...

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