Conectarse
Visitando a la reina
3 participantes
Página 1 de 1.
Visitando a la reina
*Un portal negro se hiso presente en el medio del jardin del castillo, tenia el tamaño de una persona normal, de este portal negro, emergio Riku, el nuevo rey de Kounan. El habia decidio aparecerse en el jardin dado que tenia cosas que hablar con la reina de ese lugar, esperando que ella sintiese su presencia y se dirija a donde se encontraba. Ya que ir a ella directamente seria una descortecia y quizas lo tomasen como acto de violencia. La forma qeu tenia actualmente era la de un joven con los ojos vendados, luciendo bastante tranquilo y sereno, casi inofensivo. Se sento en una piedra que encontro en el lugar, aguardando a que llegue la reina meintras sonreia un poco. Todo iba a salir bien*
Riku Shamtul- Rey de Cristal
- Especie : Demonio
Ocupación : Rey
Puntos : 144
Cantidad de envíos : 226
Re: Visitando a la reina
Estuvo desde temprano de un lado al otro intentando terminar con sus tareas lo antes posible. Era raro tener un día tranquilo, su vida siempre fue alborotada por ser la reina. A veces la gente creía que ser la reina o princesa de un pueblo era algo sencillo y que solo se sentaban en sus respectivos tronos y rodeado de joyas y sirvientes que hacían todo por ellos. En resumidas unos inútiles consentidos. Sin embargo, ser el soberano de un pueblo era mucho más que eso. Adziel rara vez descansaba, había días que incluso se quedaba toda la noche despierta estudiando la situación del pueblo de Sairou y buscando soluciones para los distintos problemas. Era agotador y estresante, pero debía hacerlo.
Esa tarde después de terminar todo, se dirigió a su habitación para tomar un descanso. Estaba muy cansada y algo mareada porque poco había descansado para terminar todo rápido y tener lo que le quedaría del día libre. Pensaba en practicar con su violín o el piano, o quizá salir a cabalgar y pasear con Fenrir, pero estaba tan cansada que se recostó en la cama. Miraba el techo de la habitación y pensaba en todo lo que había ocurrido hasta ese día. Poco a poco sus ojos vencidos por el sueño comenzaban a cerrarse hasta que sintió una presencia y se levanto de un salto de la cama. Salió del cuarto y comenzó a caminar buscando aquella esencia que se le hacía algo familiar. No estaba segura de donde provenía, pero sabía que pronto la encontraría.
Después de unos minutos, llegó a la planta baja del castillo y salió al jardín. Sentía que estaba cada vez más cerca de aquella persona y el amuleto donde estaba encerrado Fenrir comenzó a brillar. Eso había confirmado la sospecha de que se trataba de un demonio. Caminó unos metros más de la espesura del jardín hasta que lo vio allí sentado, sobre una roca. – ¡Riku! - Exclamó con una sonrisa al ver a su viejo conocido, aquel demonio que la había salvado de las garras de los habitantes del bosque de Kounan. – ¿Que te trae por aquí? ¿Una conversación diplomática tal vez? - Sabía que él se había convertido en el nuevo rey de Kounan y aun le sorprendía todo aquello, pero no le temía porque en su momento, él la había salvado. Se sentó a su lado y acomodó sus alas.
Esa tarde después de terminar todo, se dirigió a su habitación para tomar un descanso. Estaba muy cansada y algo mareada porque poco había descansado para terminar todo rápido y tener lo que le quedaría del día libre. Pensaba en practicar con su violín o el piano, o quizá salir a cabalgar y pasear con Fenrir, pero estaba tan cansada que se recostó en la cama. Miraba el techo de la habitación y pensaba en todo lo que había ocurrido hasta ese día. Poco a poco sus ojos vencidos por el sueño comenzaban a cerrarse hasta que sintió una presencia y se levanto de un salto de la cama. Salió del cuarto y comenzó a caminar buscando aquella esencia que se le hacía algo familiar. No estaba segura de donde provenía, pero sabía que pronto la encontraría.
Después de unos minutos, llegó a la planta baja del castillo y salió al jardín. Sentía que estaba cada vez más cerca de aquella persona y el amuleto donde estaba encerrado Fenrir comenzó a brillar. Eso había confirmado la sospecha de que se trataba de un demonio. Caminó unos metros más de la espesura del jardín hasta que lo vio allí sentado, sobre una roca. – ¡Riku! - Exclamó con una sonrisa al ver a su viejo conocido, aquel demonio que la había salvado de las garras de los habitantes del bosque de Kounan. – ¿Que te trae por aquí? ¿Una conversación diplomática tal vez? - Sabía que él se había convertido en el nuevo rey de Kounan y aun le sorprendía todo aquello, pero no le temía porque en su momento, él la había salvado. Se sentó a su lado y acomodó sus alas.
Adziel- Reina de Sairou
- Especie : Arcángel
Ocupación : Reina
Puntos : 226
Cantidad de envíos : 3242
Re: Visitando a la reina
*Mientras estaba sentado en aquella roca, se preguntaba si la joven que conocio hace tiempo habria cambiado un poco, despues de todo con el tiempo que paso quizas maduro mas. Mientras pensaba esto, logra escuchar unos pasos para luego sonreir un poco. Dandose media vuelta ve acercarse a la joven, la que lograba notar lucia un tanto cansada, aun teniendo el joven lso ojos vendados. Algo evidente ahora que lo pensaba, despues de todo tenia que administrar todo un reino ella sola.*
*Formalmente baja de la roca haciendo una leve reverencia ante la soberana de aquel pais, para luego incorporarse y volver a sentarse en la roca* -Cada dia es mas perspiscaz mi reina... Asi es, vengo por una conversacion diplomatica, ya que desde que soy rey no nos hemos hablado. No es que le recrimine el no ir a verme, despues de todo para mi es mas facil movilizarme.- *Mantiene su sonrisa todo el momento que dice esto, dandole a enteder a la arcangel que es confiable.*
*Abre un poco sus manos, creando un portal negro un poco mas pequeño de lo habitual, haciendo que en el medio de esas dos personas aparezca una pequeña mesa circular junto con dos sillas y un juego de te. Todos estos objetos estaban hechos de una pulida piedra negra, la cual quedaba bastante bien en aquel entorno.* -¿Que le parece una charla aqui? Asi evitamos molesto papeleo y avisar a los subditos... seria bastante incomodo- *Dice esto mientras corre para atras una silla, esperando que la joven se siente y asi arrimarla a la mesa*
*Formalmente baja de la roca haciendo una leve reverencia ante la soberana de aquel pais, para luego incorporarse y volver a sentarse en la roca* -Cada dia es mas perspiscaz mi reina... Asi es, vengo por una conversacion diplomatica, ya que desde que soy rey no nos hemos hablado. No es que le recrimine el no ir a verme, despues de todo para mi es mas facil movilizarme.- *Mantiene su sonrisa todo el momento que dice esto, dandole a enteder a la arcangel que es confiable.*
*Abre un poco sus manos, creando un portal negro un poco mas pequeño de lo habitual, haciendo que en el medio de esas dos personas aparezca una pequeña mesa circular junto con dos sillas y un juego de te. Todos estos objetos estaban hechos de una pulida piedra negra, la cual quedaba bastante bien en aquel entorno.* -¿Que le parece una charla aqui? Asi evitamos molesto papeleo y avisar a los subditos... seria bastante incomodo- *Dice esto mientras corre para atras una silla, esperando que la joven se siente y asi arrimarla a la mesa*
Riku Shamtul- Rey de Cristal
- Especie : Demonio
Ocupación : Rey
Puntos : 144
Cantidad de envíos : 226
Re: Visitando a la reina
Sonrió antes las palabras de Riku. Para él si podía ser más sencillo después de todo contaba con ese sorprendente poder de teletransportación que podía llevarlo a donde quisiera. Para ella era más difícil puesto que sólo contaba con sus alas y ahora con la ayuda de Fenrir que nunca la dejaba sola. Aun en ese momento mostraba su presencia dentro de aquella indestructible piedra que llevaba oculta bajo su ropa. Adziel podía sentirlo porque estaba unido a él y era usual que le advirtiera de los demonios y otros habitantes de Kounan que estaban cerca.
- Sí, por lo menos no tiene mi mala suerte como para perderse en territorio desconocido. - Rió burlándose de ella misma por su anterior error. Un error que podría haberle causado la vida. Debía ser más cuidadosa, pero sabía que ahora que tenía a Fenrir a su lado no tenía nada de que preocuparse. Cerca de su compañero se sentía segura y tranquila, además que contaba de su sin igual y agradable compañía como la de cualquier otro can que permanece cerca de su amo y amigo.
El despliegue mágico que mostró Riku la había sorprendido. Era un poder bastante conveniente y útil, y no podía esperar menos de un rey de Kounan. A pesar de los poderes que ella poseía, prefería hacerlo todo sin depender de ellos dado que no quería perder la costumbre. Se levantó de la roca y se sentó en la silla negra que hacía que su pálida piel y sus níveas alas blancas resaltaran aun más. Esperó a que su compañero se sentara y luego habló: - Para mi está bien. Lo que a usted le parezca más cómodo. - Respondió con una sonrisa amable mientras observaba la peculiar taza de piedra negra. Volvió a alzar la mirada hacia su compañero. – ¿Y de qué le gustaría hablar? - Preguntó curiosa sin saber el motivo de todo aquello. – Me sorprende que haya viajado tanto para una simple charlas... Así que seguramente debe ser algo de suma importancia. - Concluyo sin cambiar la expresión de su rostro mientras esperaba su respuesta.
- Sí, por lo menos no tiene mi mala suerte como para perderse en territorio desconocido. - Rió burlándose de ella misma por su anterior error. Un error que podría haberle causado la vida. Debía ser más cuidadosa, pero sabía que ahora que tenía a Fenrir a su lado no tenía nada de que preocuparse. Cerca de su compañero se sentía segura y tranquila, además que contaba de su sin igual y agradable compañía como la de cualquier otro can que permanece cerca de su amo y amigo.
El despliegue mágico que mostró Riku la había sorprendido. Era un poder bastante conveniente y útil, y no podía esperar menos de un rey de Kounan. A pesar de los poderes que ella poseía, prefería hacerlo todo sin depender de ellos dado que no quería perder la costumbre. Se levantó de la roca y se sentó en la silla negra que hacía que su pálida piel y sus níveas alas blancas resaltaran aun más. Esperó a que su compañero se sentara y luego habló: - Para mi está bien. Lo que a usted le parezca más cómodo. - Respondió con una sonrisa amable mientras observaba la peculiar taza de piedra negra. Volvió a alzar la mirada hacia su compañero. – ¿Y de qué le gustaría hablar? - Preguntó curiosa sin saber el motivo de todo aquello. – Me sorprende que haya viajado tanto para una simple charlas... Así que seguramente debe ser algo de suma importancia. - Concluyo sin cambiar la expresión de su rostro mientras esperaba su respuesta.
Adziel- Reina de Sairou
- Especie : Arcángel
Ocupación : Reina
Puntos : 226
Cantidad de envíos : 3242
Re: Visitando a la reina
*Al sentarse Adziel en la silla que Riku le ofrecia, la arrimo a la mesa. Caminando este para sentarse en la que le correspondia a el.* -No necesariamente, creo que nosotros nos llevamos bien. Por lo tanto no es necesario que algo malo o serio haya pasado para que venga a verle.- *Suspira un poco, sirviendo ambas tazas con un tipico te de Kounan* -Pero si... lo mejor sera que hablemos de cosas serias, como la relacion de nuestros reinos. Los cuales no son conocidos por llevarse bien entre si, supongo tiene que ver con los habitantes de nuestro reino, son muy diferentes.-
*Sonrie bebiendo un poco de te* -Creo que deberiamos reunirnos mas seguido, ya sabe, estar en contacto. Eso reforzara los lazos de los reinos. Claro que todo esto debe ser de conocimiento publico, dado que si los miembros de nuestros reinos nos ven en paz, estaran en paz.- *Lo decia con toda tranquilidad, seguro de sus palabras. -Si usted desea puede dar mas ideas, recuerde que somos dos los reyes aqui.-
*Acomodandose un poco mas en la silla, decide preguntarle a la joven algo por lo que tenia mucha curiosidad* -Llego a mis oidos que tiene nueva gente entre sus guardias... incluso me cuestione si seria bienvenido aqui, o si en vez de ser usted quien llegue primero serian ellos. ¿Hice bien en preocuparme? ¿O no son demasiado violentos?- *Rie un poco mientras espera amablemente la respuesta del angel que tiene enfrente*
*Sonrie bebiendo un poco de te* -Creo que deberiamos reunirnos mas seguido, ya sabe, estar en contacto. Eso reforzara los lazos de los reinos. Claro que todo esto debe ser de conocimiento publico, dado que si los miembros de nuestros reinos nos ven en paz, estaran en paz.- *Lo decia con toda tranquilidad, seguro de sus palabras. -Si usted desea puede dar mas ideas, recuerde que somos dos los reyes aqui.-
*Acomodandose un poco mas en la silla, decide preguntarle a la joven algo por lo que tenia mucha curiosidad* -Llego a mis oidos que tiene nueva gente entre sus guardias... incluso me cuestione si seria bienvenido aqui, o si en vez de ser usted quien llegue primero serian ellos. ¿Hice bien en preocuparme? ¿O no son demasiado violentos?- *Rie un poco mientras espera amablemente la respuesta del angel que tiene enfrente*
Riku Shamtul- Rey de Cristal
- Especie : Demonio
Ocupación : Rey
Puntos : 144
Cantidad de envíos : 226
Re: Visitando a la reina
Ese día y el anterior habían sido especialmente agotadores. Agradecía al menos haber terminado todos sus asuntos temprano, de esa forma podría cumplir con su obligación permanente de cuidar de Adziel. A decir verdad en todo el día no la había visto, ella también pasaba mucho tiempo ocupada, siempre con asuntos de Sairou. Ya olvidaba la ultima vez que ella se había tomado un día libre para hacer cosas de chicas normales, como quizás comer un helado. Fue entonces cuando se propuso buscarla, ayudarla en lo que tuviera que hacer y sacarla a hacer algo diferente, que despejara la mente de tanto problema.
Buscó por todo el castillo, y en cada habitación era el mismo resultado. Finalmente decidió preguntar a alguno de los sirvientes del castillo y logró conseguir la información que deseaba. "La he visto entrar en su habitación muy cansada, pensé que dormiría temprano hoy, pero poco después ha salido apurada de nuevo en dirección al jardin, ha sido muy raro, como si buscara algo" Había dicho inocentemente la joven... Se sintió enojado consigo mismo, siempre tenía todo bajo control, siempre sabía donde encontrarla, siempre sabía donde y con quién estaba... ¿Por qué ese día se había descuidado?
Lo sintió. Fue tan veloz que casi lo pasa por alto... Esa presencia, esa presencia era... No podría reconocerla pero no le gustaba nada, no le inspiraba confianza y... Y junto a esa persona estaba Adziel.
En un abrir y cerrar de ojos se encontró justo detrás de quién desprendía tan desagradable esencia y justo enfrente de una confiada Adziel. Aquello le gustó aún menos. Nada más y nada menos que el actual Rey de Kounan, un demonio, sentado tan tranquilamente charlando con la joven Reina de Sairou en el jardín y tomando té. Sí, no era exactamente una escena que se pueda decir "peligrosa" pero simplemente no le inspiraba confianza.
No sabía como reaccionaría Adziel ante su intromisión, tal vez se enfadara, pero eso no le importaba en ese momento, en realidad no pensó en ello, simplemente actuó por simple impulso, por la necesidad de saber que estaba bien, de verla.
- ¡Está usted muy bien informado! Me pregunto... - comentó tranquilamente con voz afable, bastante tranquila, sin embargo no concluyó; su mirada expresaba claramente su desaprobación ante aquella reunión privada - Presento mis disculpas, Adziel, por la intromisión... Y, Riku-sama... Créame, es mejor que se maneje con ciudado por estas tierras. - Comentó en el mismo tono mientras caminaba al rededor de la mesa para quedar, en cambio, detrás de Adziel, con una sonrisa casi amistosa pero claramente sarcástica. Finalmente, colocó sus manos en los hombros de la Reina - ¿Han pensado que... Sería muy mal visto por cualquier persona, que tanto el Rey de Kounan como la Reina de Sairou se vean "a escondidas"? Supongo que en tiempos de guerra no sería raro que alguien de otro reino pensara que es una especie de, complot... Y puede que otros, pensaran en una relación más, íntima, entre ustedes... - hablaba pausado y había cierto mensaje subliminal a la chica, más que profesional, personal.
Buscó por todo el castillo, y en cada habitación era el mismo resultado. Finalmente decidió preguntar a alguno de los sirvientes del castillo y logró conseguir la información que deseaba. "La he visto entrar en su habitación muy cansada, pensé que dormiría temprano hoy, pero poco después ha salido apurada de nuevo en dirección al jardin, ha sido muy raro, como si buscara algo" Había dicho inocentemente la joven... Se sintió enojado consigo mismo, siempre tenía todo bajo control, siempre sabía donde encontrarla, siempre sabía donde y con quién estaba... ¿Por qué ese día se había descuidado?
Lo sintió. Fue tan veloz que casi lo pasa por alto... Esa presencia, esa presencia era... No podría reconocerla pero no le gustaba nada, no le inspiraba confianza y... Y junto a esa persona estaba Adziel.
En un abrir y cerrar de ojos se encontró justo detrás de quién desprendía tan desagradable esencia y justo enfrente de una confiada Adziel. Aquello le gustó aún menos. Nada más y nada menos que el actual Rey de Kounan, un demonio, sentado tan tranquilamente charlando con la joven Reina de Sairou en el jardín y tomando té. Sí, no era exactamente una escena que se pueda decir "peligrosa" pero simplemente no le inspiraba confianza.
No sabía como reaccionaría Adziel ante su intromisión, tal vez se enfadara, pero eso no le importaba en ese momento, en realidad no pensó en ello, simplemente actuó por simple impulso, por la necesidad de saber que estaba bien, de verla.
- ¡Está usted muy bien informado! Me pregunto... - comentó tranquilamente con voz afable, bastante tranquila, sin embargo no concluyó; su mirada expresaba claramente su desaprobación ante aquella reunión privada - Presento mis disculpas, Adziel, por la intromisión... Y, Riku-sama... Créame, es mejor que se maneje con ciudado por estas tierras. - Comentó en el mismo tono mientras caminaba al rededor de la mesa para quedar, en cambio, detrás de Adziel, con una sonrisa casi amistosa pero claramente sarcástica. Finalmente, colocó sus manos en los hombros de la Reina - ¿Han pensado que... Sería muy mal visto por cualquier persona, que tanto el Rey de Kounan como la Reina de Sairou se vean "a escondidas"? Supongo que en tiempos de guerra no sería raro que alguien de otro reino pensara que es una especie de, complot... Y puede que otros, pensaran en una relación más, íntima, entre ustedes... - hablaba pausado y había cierto mensaje subliminal a la chica, más que profesional, personal.
Takeshi- Especie : Híbrido
Ocupación : Capitán
Puntos : 21
Cantidad de envíos : 21
Re: Visitando a la reina
*El rey de Kounan mientras charlaba con la monarca del lugar, siente que poco a poco se acercaba una fuerte presencia. No era una presencia que debía preocuparle, después de todo no sintió ganas de matar en ella. Aun así el dueño de tal poder era un ángel, mientras que el era un demonio… las cosas podían ponerse incomodas a menos que interpretase, como su reina, que estaba allí en paz.
Por suerte sabia que Adziel no dejaría que el individuo haga nada estupido como atacarle. Es entonces que aquel joven entra al recinto en el que se encontraban, entrando justo detrás de donde estaba sentado el demonio. Al estar allí, Riku pudo notar mejor su presencia, no era un ángel puro, a diferencia de la reina de ese lugar, tenia algo diferente.*
-¿Qué me maneje por cuidado en estas tierras?- *Pregunto con tranquilidad mientras sonreía bebiendo un poco del liquido en su taza* -¿Es que acaso en estas tierras atacan a los reyes que vienen en paz?- *Su cara muestra cierta duda, como si no pudiese creer lo que escucha. Aun así, esto no significa que ese sea realmente el sentimiento que tiene Riku en esos momentos* -De ser así no tiene porque preocuparse por mi, créame que se como actuar en esas situaciones- *Luego de decir esto, sabiendo exactamente como podría ser interpretado por el recién llegado. Escucha el resto del discurso del ángel que se encontraba en ese momento frente a él, dado que caminó hasta situarse detrás de Adziel. Era evidente que se coloco allí para protegerla, por si a Riku se le ocurría hacer algo “irreverente”.
En ese momento se le ocurrió probar que tanta era la lealtad del guardia hacia su ama, diciendo mientras sonreía con algo de malicia* -¿Y que le hace estar tan seguro de que no es exactamente eso lo que pasa aquí? Quizás esto sea como usted dice… un complot, contra no se… el reino de Kutou por decir algo.- *Espera notar la reacción del guardia para continuar* -Claro que su otra suposición puede ser correcta, quizás Adziel y yo tenemos algo mas intimo…- *Luego de unos segundos en los que espera sentir cierta hostilidad por parte del ángel que estaba parado detrás de la reina, su sonrisa se torna amable, casi paternal.* -Pero no se preocupe, ninguno de esos es el caso… jamás estaría involucrado en un complot. Es mas, esta reunión es para ver si podemos mantener relaciones de paz.-
*De repente una idea cruza por la mente de Riku, tal vez a ese chico no le preocupaba la relación de ellos debido a la guerra, sino por Adziel en particular.* -¿Acaso a usted no le molesta que sea un complot?… ¿Pero si que mi relación con su reina sea personal? ¿Quiere decir que usted esta enamorado de ella? De ser así me disculpo por la reciente broma, debió ser algo muy fuera de lugar.- *Su rostro mostraba arrepentimiento, pero no podía evitar pensar lo útil que era esa revelación, si es que estaba acertado.
El que uno de los guardias de la reina estuviese enamorado de ella, no era nada nuevo. Algo diferente si, en cambio, si el sentimiento era correspondido. Si Adziel amaba a ese hombre era la mejor noticia para Riku, debido a lo que tenía en mente para ella. Si, Adziel tenia varios puntos débiles, sobretodo lo confiada que era, pero esto era diferente, era especial…*
Por suerte sabia que Adziel no dejaría que el individuo haga nada estupido como atacarle. Es entonces que aquel joven entra al recinto en el que se encontraban, entrando justo detrás de donde estaba sentado el demonio. Al estar allí, Riku pudo notar mejor su presencia, no era un ángel puro, a diferencia de la reina de ese lugar, tenia algo diferente.*
-¿Qué me maneje por cuidado en estas tierras?- *Pregunto con tranquilidad mientras sonreía bebiendo un poco del liquido en su taza* -¿Es que acaso en estas tierras atacan a los reyes que vienen en paz?- *Su cara muestra cierta duda, como si no pudiese creer lo que escucha. Aun así, esto no significa que ese sea realmente el sentimiento que tiene Riku en esos momentos* -De ser así no tiene porque preocuparse por mi, créame que se como actuar en esas situaciones- *Luego de decir esto, sabiendo exactamente como podría ser interpretado por el recién llegado. Escucha el resto del discurso del ángel que se encontraba en ese momento frente a él, dado que caminó hasta situarse detrás de Adziel. Era evidente que se coloco allí para protegerla, por si a Riku se le ocurría hacer algo “irreverente”.
En ese momento se le ocurrió probar que tanta era la lealtad del guardia hacia su ama, diciendo mientras sonreía con algo de malicia* -¿Y que le hace estar tan seguro de que no es exactamente eso lo que pasa aquí? Quizás esto sea como usted dice… un complot, contra no se… el reino de Kutou por decir algo.- *Espera notar la reacción del guardia para continuar* -Claro que su otra suposición puede ser correcta, quizás Adziel y yo tenemos algo mas intimo…- *Luego de unos segundos en los que espera sentir cierta hostilidad por parte del ángel que estaba parado detrás de la reina, su sonrisa se torna amable, casi paternal.* -Pero no se preocupe, ninguno de esos es el caso… jamás estaría involucrado en un complot. Es mas, esta reunión es para ver si podemos mantener relaciones de paz.-
*De repente una idea cruza por la mente de Riku, tal vez a ese chico no le preocupaba la relación de ellos debido a la guerra, sino por Adziel en particular.* -¿Acaso a usted no le molesta que sea un complot?… ¿Pero si que mi relación con su reina sea personal? ¿Quiere decir que usted esta enamorado de ella? De ser así me disculpo por la reciente broma, debió ser algo muy fuera de lugar.- *Su rostro mostraba arrepentimiento, pero no podía evitar pensar lo útil que era esa revelación, si es que estaba acertado.
El que uno de los guardias de la reina estuviese enamorado de ella, no era nada nuevo. Algo diferente si, en cambio, si el sentimiento era correspondido. Si Adziel amaba a ese hombre era la mejor noticia para Riku, debido a lo que tenía en mente para ella. Si, Adziel tenia varios puntos débiles, sobretodo lo confiada que era, pero esto era diferente, era especial…*
Riku Shamtul- Rey de Cristal
- Especie : Demonio
Ocupación : Rey
Puntos : 144
Cantidad de envíos : 226
Re: Visitando a la reina
Escuchó atenta la propuesta de Riku y sonrió. No le parecía algo malo establecer la paz entre ambos reinos porque aquello evitaría muchos enfrentamientos sin sentido. – Me parece que mantener una relación amistosa es una buena opción. Es normal que los habitantes de Kounan y Sairou peleen. Quizá por que nunca se hizo algo como esto. No le veo sentido a una lucha entre ambos reinos por tener formas distintas de pensar. Y tampoco creo en las excusas de que se hacían maldades unos a otros, porque cualquiera con malas intenciones pudo también dañar a sus pares. - Bebió un poco del té servido en la taza. Después de dejar la taza en su lugar sonrió. - Con respecto a la orden es cierto que hay nuevos miembros. Tengo toda mi confianza puesta en ellos. Es su deber proteger al reino así que es seguro que alguno haya percibido algo así como lo hice yo. Pero no se preocupe si sus intenciones son pacificas no tienen razón por la cual atacar. -
Aquellas palabras se volvieron una predicción. Al poco tiempo comenzó a sentir la presencia de uno de los miembros de la orden. Bebió un otro sorbo de té delicadamente y espero con una sonrisa la llegada del ángel. No tenía porque regañarlo, él era su protector y la persona que estaría a su lado...
Una figura apareció detrás de Riku. Adziel lo observaba tranquila con una sonrisa. Sabía que no haría nada en aquel momento pero podía sentir que no le agradaba Riku. Su mirada y sus palabras lo demostraban perfectamente. Era de esperarse que desconfiara de Riku por la concepción que se tenía sobre los habitantes de Kounan pero no le encontraba sentido a aquello, era discriminar al prójimo. - No te preocupes, Takeshi. No estas en falta. - le respondió con una sonrisa amable mientras lo observaba.
Takeshi caminó hasta quedar detrás de la joven que cada tanto bebía tranquilamente algunos sorbos del té. Dejó la taza y posó su mano derecha sobre la derecha de Takeshi que descansaba en su hombro. Fue una forma de demostrarle que estaba bien y que no tenía nada porque preocuparse. Pero las siguientes palabras del ángel la dejaron sin palabras. No pudo responder. Tan pronto separó sus labios para hacerlo mientras miraba a Takeshi a los ojos, Riku se había adelantado para responder. Ella no apartó su mano de la del ángel y devolvió su mirada al demonio mientras pronunciaba aquellas palabras que sólo buscaban provocar a Takeshi. Sus ojos parecían que querían devorarlo. No tenía porque decir aquello. Pero poco después explicó el verdadero motivo de su llegada y eso la tranquilizó. No quería peleas allí...
Las últimas palabras del demonio la dejaron anonada. Sus ojos se abrieron por la sorpresa. Era cierto que ahora ambos compartían una relación más personal, pero no tenía sentido hablar sobre aquello. Apretó la mano de su compañero sin saber que decir. No esperaba que aquella reunión cambiara a ese rumbo. Tomó aire y se dispuso a responder. - Riku no creo que sea necesario hablar de temas personales. Después de todo el motivo de la reunión era otro. - Soltó la mano de Takeshi para tomar la taza de té y beber otro sorbo. Se mostraba tranquila y despreocupada. Sin embargo, en su interior aquello estaba comenzando a parecerle una conversación inapropiada.
Aquellas palabras se volvieron una predicción. Al poco tiempo comenzó a sentir la presencia de uno de los miembros de la orden. Bebió un otro sorbo de té delicadamente y espero con una sonrisa la llegada del ángel. No tenía porque regañarlo, él era su protector y la persona que estaría a su lado...
Una figura apareció detrás de Riku. Adziel lo observaba tranquila con una sonrisa. Sabía que no haría nada en aquel momento pero podía sentir que no le agradaba Riku. Su mirada y sus palabras lo demostraban perfectamente. Era de esperarse que desconfiara de Riku por la concepción que se tenía sobre los habitantes de Kounan pero no le encontraba sentido a aquello, era discriminar al prójimo. - No te preocupes, Takeshi. No estas en falta. - le respondió con una sonrisa amable mientras lo observaba.
Takeshi caminó hasta quedar detrás de la joven que cada tanto bebía tranquilamente algunos sorbos del té. Dejó la taza y posó su mano derecha sobre la derecha de Takeshi que descansaba en su hombro. Fue una forma de demostrarle que estaba bien y que no tenía nada porque preocuparse. Pero las siguientes palabras del ángel la dejaron sin palabras. No pudo responder. Tan pronto separó sus labios para hacerlo mientras miraba a Takeshi a los ojos, Riku se había adelantado para responder. Ella no apartó su mano de la del ángel y devolvió su mirada al demonio mientras pronunciaba aquellas palabras que sólo buscaban provocar a Takeshi. Sus ojos parecían que querían devorarlo. No tenía porque decir aquello. Pero poco después explicó el verdadero motivo de su llegada y eso la tranquilizó. No quería peleas allí...
Las últimas palabras del demonio la dejaron anonada. Sus ojos se abrieron por la sorpresa. Era cierto que ahora ambos compartían una relación más personal, pero no tenía sentido hablar sobre aquello. Apretó la mano de su compañero sin saber que decir. No esperaba que aquella reunión cambiara a ese rumbo. Tomó aire y se dispuso a responder. - Riku no creo que sea necesario hablar de temas personales. Después de todo el motivo de la reunión era otro. - Soltó la mano de Takeshi para tomar la taza de té y beber otro sorbo. Se mostraba tranquila y despreocupada. Sin embargo, en su interior aquello estaba comenzando a parecerle una conversación inapropiada.
Adziel- Reina de Sairou
- Especie : Arcángel
Ocupación : Reina
Puntos : 226
Cantidad de envíos : 3242
Re: Visitando a la reina
Estar cerca de Adziel, y aún más tener su mano sobre la propia, lo tranquilizaba. A decir verdad, si no fuera porque la chica había hecho aquello, y además le había apretado de forma imperceptible ante el comentario lastimero del demonio, se habría ido contra él. Supo entonces que actuar de forma impulsiva y sin pensar no sería lo más correcto frente a alguien del reino enemigo, debía ser totalmente discreto, primero porque su relación con Adziel no era algo que Riku ni nadie debiera saber aún, y segundo porque a pesar de todo era el Rey de Kounan y a pesar de su propia desconfianza él decía venir “en son de paz” así que debía al menos intentar ser cordial.
Las expresiones de Riku se veían lo bastante sobre actuadas como para que Takeshi lo creyera sincero; además que sus comentarios resultaban claramente sospechosos, aunque podrían ser pasados por alto por la chica frente a él, estaba consciente de lo confiada que podía llegar a ser… Cuando el demonio comenzó a hablar sobre la relación que podría tener con Adziel o el posible complot contra Kutou su mandíbula se tensó, no por desconfianza a ella, sino porque sabía que ninguna era cierta, y su provocación le daba más pie a desconfiar de él.
Las siguientes palabras del demonio casi le desencajan la mandíbula. Debía admitir que era muy perceptivo, sin embargo Takeshi no se quedaba atrás. Tanto como debía cuidarse del demonio, él debía cuidarse del híbrido… Cuando pensó en decir algo, la joven se le adelantó, sin embargo su comentario fue bastante útil, por lo que apoyó su causa – Ella tiene razón, además… Se supone que está usted aquí por temas “políticos”, la vida privada de Adziel o la mía no son de su incumbencia... Y más que por lo que haya o no entre ella y yo, por la relación política entre ustedes y por la situación de guerra actual, su comentario en verdad estuvo muy fuera de lugar… Le recomiendo que le deje las bromas a los bufones – A pesar de su enojo inicial, jamás podría hacerlo sucumbir a la desconfianza, si había alguien que conocía a la reina de Sairou, y a la chica dentro de ella, ese era Takeshi.
Respecto a los comentarios anteriores, prefirió ignorarlos tal y como había hecho la joven, cada quién es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice, y dado lo perceptivo de su “contrincante”, prefería callar sabiamente a hablar demás… No le extrañaría nada que Kounan fuera responsable del ataque en Sairou poco antes, nunca demonios y ángeles se llevaron bien. ¿Creía acaso Riku que Takeshi se comería tan fácil el cuento de “mantener relaciones de paz”? Los demonios no querían ninguna paz…
Las expresiones de Riku se veían lo bastante sobre actuadas como para que Takeshi lo creyera sincero; además que sus comentarios resultaban claramente sospechosos, aunque podrían ser pasados por alto por la chica frente a él, estaba consciente de lo confiada que podía llegar a ser… Cuando el demonio comenzó a hablar sobre la relación que podría tener con Adziel o el posible complot contra Kutou su mandíbula se tensó, no por desconfianza a ella, sino porque sabía que ninguna era cierta, y su provocación le daba más pie a desconfiar de él.
Las siguientes palabras del demonio casi le desencajan la mandíbula. Debía admitir que era muy perceptivo, sin embargo Takeshi no se quedaba atrás. Tanto como debía cuidarse del demonio, él debía cuidarse del híbrido… Cuando pensó en decir algo, la joven se le adelantó, sin embargo su comentario fue bastante útil, por lo que apoyó su causa – Ella tiene razón, además… Se supone que está usted aquí por temas “políticos”, la vida privada de Adziel o la mía no son de su incumbencia... Y más que por lo que haya o no entre ella y yo, por la relación política entre ustedes y por la situación de guerra actual, su comentario en verdad estuvo muy fuera de lugar… Le recomiendo que le deje las bromas a los bufones – A pesar de su enojo inicial, jamás podría hacerlo sucumbir a la desconfianza, si había alguien que conocía a la reina de Sairou, y a la chica dentro de ella, ese era Takeshi.
Respecto a los comentarios anteriores, prefirió ignorarlos tal y como había hecho la joven, cada quién es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice, y dado lo perceptivo de su “contrincante”, prefería callar sabiamente a hablar demás… No le extrañaría nada que Kounan fuera responsable del ataque en Sairou poco antes, nunca demonios y ángeles se llevaron bien. ¿Creía acaso Riku que Takeshi se comería tan fácil el cuento de “mantener relaciones de paz”? Los demonios no querían ninguna paz…
Takeshi- Especie : Híbrido
Ocupación : Capitán
Puntos : 21
Cantidad de envíos : 21
Re: Visitando a la reina
*Riku sonríe con tranquilidad mientras escucha las respuestas a sus insinuaciones, que hizo pasar por bromas* -Oh bien bien, lamento mucho haber bromeado con eso, solo que me parece lo correcto aligerar un poco el ambiente con una simple broma antes de entrar a los temas serios, supongo pueden comprender eso.-
*Dicho esto, su expresión cambia a una mas seria, suspirando un poco mientras descansa los codos en la mesa, apoyando su mentón sobre los nudillos de la mano* -Es evidente que no podemos terminar la guerra solo en un día, seria bastante extraño para los habitantes de ambos pueblos. De la misma manera no podemos darnos el lujo de que las cosas sigan como están. Debemos confiar mas los unos en los otros- *Al decirlo se retira la venda de los ojos, dejando ver sus pupilas de un fuerte color celeste, casi brillaban.*
-Lo que podemos hacer es ir poco a poco, por ejemplo, un pacto de no atacar a los reyes… Se que no es suficiente, pero por ahora es lo adecuado- *Su espalda se apoya contra el respaldo de la silla, colocando sus extremidades superiores en los apoyabrazos de esta.* -Claro que no podemos garantizar la seguridad de los demás, eso si seria demasiado pronto para hacerlo.- *Observa con una sonrisa tranquila a Takeshi, haciendo que sus ojos se encuentren con los de el* -También esta el tema de angeles y demonios, es bien sabido que los angeles predominan en Sairou, y los demonios en Kounan. Usted pudo apreciarlo cuando la encontré en el cementerio.- *Dice recordándole sobre la vez que se encontraron en aquel tenebroso lugar* -Podré encargarme de que usted pueda caminar tranquila por ese lugar, sin tener que enfrentarse a nadie. Mientras acepte el trato claro. Pero nuevamente le repito, los demonios y los angeles nacieron para luchar, estoy casi seguro que mi presencia para su subordinado es bastante molesta.-
*Toma unos segundos para apreciar a la mujer que tiene enfrente, analizando como reaccionaba ante todos sus comentarios* -Ni siquiera me extrañaría que el crea que estoy aquí por otras razones que las que dije, pero es natural, no es fácil confiar en los demonios.- *Sabia esto por experiencia, no era extraño que desconfiasen de el, aun si no tenían razones para hacerlo. Pero ese joven, del que aun no le habían dicho el nombre, parecía capaz de causar muchos problemas. Adziel había hecho bien en conseguirse a alguien como el para que la cuide, lamentablemente demasiado bien.* –Perdonen el cambio de tema pero… creo que no me han dicho su nombre aun. Me parece que lo mejor será que todos nos conozcamos aquí si hablaremos de este tema, es solo para tener mas confianza.- *dice estas ultimas palabras observando al hibrido que esta frente a el, no de manera desafiante ni sarcástica, sino con una curiosidad legitima.*
*Dicho esto, su expresión cambia a una mas seria, suspirando un poco mientras descansa los codos en la mesa, apoyando su mentón sobre los nudillos de la mano* -Es evidente que no podemos terminar la guerra solo en un día, seria bastante extraño para los habitantes de ambos pueblos. De la misma manera no podemos darnos el lujo de que las cosas sigan como están. Debemos confiar mas los unos en los otros- *Al decirlo se retira la venda de los ojos, dejando ver sus pupilas de un fuerte color celeste, casi brillaban.*
-Lo que podemos hacer es ir poco a poco, por ejemplo, un pacto de no atacar a los reyes… Se que no es suficiente, pero por ahora es lo adecuado- *Su espalda se apoya contra el respaldo de la silla, colocando sus extremidades superiores en los apoyabrazos de esta.* -Claro que no podemos garantizar la seguridad de los demás, eso si seria demasiado pronto para hacerlo.- *Observa con una sonrisa tranquila a Takeshi, haciendo que sus ojos se encuentren con los de el* -También esta el tema de angeles y demonios, es bien sabido que los angeles predominan en Sairou, y los demonios en Kounan. Usted pudo apreciarlo cuando la encontré en el cementerio.- *Dice recordándole sobre la vez que se encontraron en aquel tenebroso lugar* -Podré encargarme de que usted pueda caminar tranquila por ese lugar, sin tener que enfrentarse a nadie. Mientras acepte el trato claro. Pero nuevamente le repito, los demonios y los angeles nacieron para luchar, estoy casi seguro que mi presencia para su subordinado es bastante molesta.-
*Toma unos segundos para apreciar a la mujer que tiene enfrente, analizando como reaccionaba ante todos sus comentarios* -Ni siquiera me extrañaría que el crea que estoy aquí por otras razones que las que dije, pero es natural, no es fácil confiar en los demonios.- *Sabia esto por experiencia, no era extraño que desconfiasen de el, aun si no tenían razones para hacerlo. Pero ese joven, del que aun no le habían dicho el nombre, parecía capaz de causar muchos problemas. Adziel había hecho bien en conseguirse a alguien como el para que la cuide, lamentablemente demasiado bien.* –Perdonen el cambio de tema pero… creo que no me han dicho su nombre aun. Me parece que lo mejor será que todos nos conozcamos aquí si hablaremos de este tema, es solo para tener mas confianza.- *dice estas ultimas palabras observando al hibrido que esta frente a el, no de manera desafiante ni sarcástica, sino con una curiosidad legitima.*
Riku Shamtul- Rey de Cristal
- Especie : Demonio
Ocupación : Rey
Puntos : 144
Cantidad de envíos : 226
Re: Visitando a la reina
- Quizá tenga razón. - dijo algo preocupada por todos los demás habitantes de Sairou. Quería garantizar la seguridad de todos no solo la suya. Sabía que el reino necesitaba de alguien que lo liderara y por ese mismo motivo no podía ponerse a ella misma en peligro. Apretó sus puños sobre los muslos y mirando al joven rey seriamente continuó. – Supongo que aquello sería un buen comienzo. Las guerras y luchas entre ángeles y demonios son milenarias y, como usted dice, sería extraño para los habitantes de ambos reinos que terminen de un día al otro. Quizá no podrían asimilarlo y aceptarlo... - Conocía a la perfección la rivalidad existente entre ambas especies, y eso era lo que le preocupaba. Aun le sorprendía el hecho de que Riku haya sido el único monarca de Kounan que buscara la paz entre ambos reinos y creía que era demasiado bueno para ser cierto.
Algo que había olvidado del primer encuentro con el actual rey de Kounan fueron esas escalofriantes criaturas que con sed de sangre y muerte intentaron atacarla en esa fría noche. Ojala nunca lo hubiera recordado dado que tan pronto lo hizo, su cuerpo comenzó a estremecerse, pero intentó contener los escalofríos puesto que sabía que teniendo las manos de Takeshi sobre sus hombros, él también podría notar aquella reacción de la reina. No quería preocuparlo, pero ya era tarde... – Creo que sería algo bueno eso. Aunque no tengo intenciones de ir sola allí durante la noche nuevamente. - Dijo con una sonrisa que intentaba ocultar el recuerdo de aquella noche.
- "No es fácil confiar en los demonios" porque es una costumbre milenaria al igual que el odio entre ambas especies. Se podría decir que es algo natural que ya viene "impreso" en nosotros cuando nacemos. - Volvió a llevar sus manos a la mesa y tomó la taza de té para bebes otro sorbo. Aun le quedaba algo de té y este comenzaba a enfriarse.
Había olvidado por completo presentarlos. Un error que la hizo sonrosar apenada por la descortesía. – Lamento no haberlos presentado antes Riku. - Miró a Takeshi con una sonrisa cómplice y luego a Riku. – Él es Takeshi. Uno de los miembros de la orden y mi guardián. -
Algo que había olvidado del primer encuentro con el actual rey de Kounan fueron esas escalofriantes criaturas que con sed de sangre y muerte intentaron atacarla en esa fría noche. Ojala nunca lo hubiera recordado dado que tan pronto lo hizo, su cuerpo comenzó a estremecerse, pero intentó contener los escalofríos puesto que sabía que teniendo las manos de Takeshi sobre sus hombros, él también podría notar aquella reacción de la reina. No quería preocuparlo, pero ya era tarde... – Creo que sería algo bueno eso. Aunque no tengo intenciones de ir sola allí durante la noche nuevamente. - Dijo con una sonrisa que intentaba ocultar el recuerdo de aquella noche.
- "No es fácil confiar en los demonios" porque es una costumbre milenaria al igual que el odio entre ambas especies. Se podría decir que es algo natural que ya viene "impreso" en nosotros cuando nacemos. - Volvió a llevar sus manos a la mesa y tomó la taza de té para bebes otro sorbo. Aun le quedaba algo de té y este comenzaba a enfriarse.
Había olvidado por completo presentarlos. Un error que la hizo sonrosar apenada por la descortesía. – Lamento no haberlos presentado antes Riku. - Miró a Takeshi con una sonrisa cómplice y luego a Riku. – Él es Takeshi. Uno de los miembros de la orden y mi guardián. -
Adziel- Reina de Sairou
- Especie : Arcángel
Ocupación : Reina
Puntos : 226
Cantidad de envíos : 3242
Re: Visitando a la reina
Por primera vez maldijo internamente lo crédula e inocente que podía ser Adziel. Quería hacerlo callar y de una vez por todos que se fuera de allí, lo tenía con los pelos de punta de tanta mentira y estaba seguro que de no ser porque la Reina de Sairou estaba presente, ya ambos habrían comenzado lo que sería una pelea que no tendría fin hasta que alguno de los dos terminara tendido e inerte en el suelo. Sin embargo no sería en esa ocasión, no estando ella presente, y menos cuando el demonio proponía un tratado de paz en el que ella ciegamente creía.
Con cada palabra que pronunciaba Riku, Takeshi iba comprendiendo cada vez más lo que quería. ¿Acaso buscaba sacarlo de su camino para tener más fácil acceso a Adziel y a Sairou? Al menos eso le dio a entender con sus palabras y la mirada que ambos se dedicaron luego de estas... Repentinamente los temblores y escalofríos de la chica llamaron su atención, lo que le hizo desviar la mirada del Rey de Kounan hasta ella, comprendiendo que por un minuto había olvidado su principal objetivo, que era protegerla a ella, por dejarse llevar por su odio a los miembros de aquel reino, al que él en parte pertenecía.
Luego de la presentación de Adziel para ambos desconocidos Takeshi creyó conveniente aparentar, tal y como el demonio hacía, de modo que apartándose un poco de Adziel para hacer una leve reverencia en señal de "respeto" y luego largó su mano hasta el hombre de apariencia joven y ojos brillantes color celeste - Como ella dijo, Capitán de la órden y su guardia personal... - Advertencia - Y quizás tenga razón, Riku, sin embargo, si se hará un pacto de paz entre ambos reinos, no creo conveniente que ninguno haga prejuicios del otro ¿no? Al final, tanto usted como Adziel tendrán vía libre en ambos reinos, y no seré yo quien rompa dicho pacto atacando a un "aliado" de la Reina - la mirada que dedicó entonces al demonio demostró que eran ciertas sus palabras en cierto grado, aunque también su antipatía por su presencia, y que tenía razón al pensar que Takeshi tenía sus propias opiniones sobre la "casual" visita.
Con cada palabra que pronunciaba Riku, Takeshi iba comprendiendo cada vez más lo que quería. ¿Acaso buscaba sacarlo de su camino para tener más fácil acceso a Adziel y a Sairou? Al menos eso le dio a entender con sus palabras y la mirada que ambos se dedicaron luego de estas... Repentinamente los temblores y escalofríos de la chica llamaron su atención, lo que le hizo desviar la mirada del Rey de Kounan hasta ella, comprendiendo que por un minuto había olvidado su principal objetivo, que era protegerla a ella, por dejarse llevar por su odio a los miembros de aquel reino, al que él en parte pertenecía.
Luego de la presentación de Adziel para ambos desconocidos Takeshi creyó conveniente aparentar, tal y como el demonio hacía, de modo que apartándose un poco de Adziel para hacer una leve reverencia en señal de "respeto" y luego largó su mano hasta el hombre de apariencia joven y ojos brillantes color celeste - Como ella dijo, Capitán de la órden y su guardia personal... - Advertencia - Y quizás tenga razón, Riku, sin embargo, si se hará un pacto de paz entre ambos reinos, no creo conveniente que ninguno haga prejuicios del otro ¿no? Al final, tanto usted como Adziel tendrán vía libre en ambos reinos, y no seré yo quien rompa dicho pacto atacando a un "aliado" de la Reina - la mirada que dedicó entonces al demonio demostró que eran ciertas sus palabras en cierto grado, aunque también su antipatía por su presencia, y que tenía razón al pensar que Takeshi tenía sus propias opiniones sobre la "casual" visita.
Takeshi- Especie : Híbrido
Ocupación : Capitán
Puntos : 21
Cantidad de envíos : 21
Re: Visitando a la reina
*Escucha con una sonrisa las palabras de la reina, había aceptado el trato y eso le tranquilizaba. Cuando Adziel termino de hablar, escucho las palabras que le dijo el joven llamado Takeshi, estrechando la mano de este para luego reírse un poco cuando este termino de hablar* -Claro que es para ambos el beneficio de poder andar tranquilos por el otro reino. Además se que jamás se atrevería a atacarme, no a menos que su reina se lo ordenase.- *Riku a pesar de haberse reído, se mostraba muy cordial. Le agrado mucho saber la posición de ese joven, aun pensaba que podría serle útil de alguna manera.*
*Suspira un poco mientras de uno de los bolsillos de su ropa saca dos pergaminos los cuales lucían bastante nuevos.* -Me permití preparar de antemano los decretos.- *Comenta estirándose un poco el brazo hacia la joven, alcanzándole uno de los pergaminos* -Los pergaminos son exactamente iguales, pero me parecía correcto que ambos tengamos una copia en caso de… bueno, que pase algo.- *Toma un poco de aire, preparándose para comenzar a describir el pergamino*
-Lo que el pergamino dice brevemente, es que en caso de que alguno de los reyes de Kounan o Sairou sean atacados por el otro reino que figura en dicho tratado, es que en vez de tomar represalias contra el reino entero, será la victima del ataque quien decida cual será el castigo del agresor, entre ellos la muerte.- *No sabia si Adziel estaría de acuerdo con esa cláusula, pero lo que no podía evitar era aceptar que era bastante justa esa aclaración* -Comprendo que suene duro, Adziel, pero debe haber un incentivo para que nadie quiera atacarnos, creyendo que su reino se encargara de lo que le pase.- *Observa al guardia de la reina con tranquilidad* -Perdone que lo meta en la conversación pero… ¿No estaría usted de acuerdo en castigar como crea justo a la persona que se atreva a atacar a su reina?.-
*Apenas conoció ese día a Takeshi, pero sabia exactamente lo que pensaba, el estaba de acuerdo con el rey de Kounan en ese aspecto* -Por supuesto esa ley también se aplica si un rey ataca al otro… no tiene excepciones alguna, para nadie.- *Algo que sin duda le daría gusto al guardia de la reina* -¿Entonces que dice? ¿Esta dispuesta a firmar? Es evidente que tiene todo el tiempo que desee para leerlo.- *Aclara este punto para que a Adziel no le parezca que esta apresurándola ni obligándola* -Y si desea agregar las modificaciones que desee, y de paso charlar sobre ellas para ver si estamos de acuerdo.- *Sonríe nuevamente preguntándose cual seria las modificaciones que Adziel pediría*
*Suspira un poco mientras de uno de los bolsillos de su ropa saca dos pergaminos los cuales lucían bastante nuevos.* -Me permití preparar de antemano los decretos.- *Comenta estirándose un poco el brazo hacia la joven, alcanzándole uno de los pergaminos* -Los pergaminos son exactamente iguales, pero me parecía correcto que ambos tengamos una copia en caso de… bueno, que pase algo.- *Toma un poco de aire, preparándose para comenzar a describir el pergamino*
-Lo que el pergamino dice brevemente, es que en caso de que alguno de los reyes de Kounan o Sairou sean atacados por el otro reino que figura en dicho tratado, es que en vez de tomar represalias contra el reino entero, será la victima del ataque quien decida cual será el castigo del agresor, entre ellos la muerte.- *No sabia si Adziel estaría de acuerdo con esa cláusula, pero lo que no podía evitar era aceptar que era bastante justa esa aclaración* -Comprendo que suene duro, Adziel, pero debe haber un incentivo para que nadie quiera atacarnos, creyendo que su reino se encargara de lo que le pase.- *Observa al guardia de la reina con tranquilidad* -Perdone que lo meta en la conversación pero… ¿No estaría usted de acuerdo en castigar como crea justo a la persona que se atreva a atacar a su reina?.-
*Apenas conoció ese día a Takeshi, pero sabia exactamente lo que pensaba, el estaba de acuerdo con el rey de Kounan en ese aspecto* -Por supuesto esa ley también se aplica si un rey ataca al otro… no tiene excepciones alguna, para nadie.- *Algo que sin duda le daría gusto al guardia de la reina* -¿Entonces que dice? ¿Esta dispuesta a firmar? Es evidente que tiene todo el tiempo que desee para leerlo.- *Aclara este punto para que a Adziel no le parezca que esta apresurándola ni obligándola* -Y si desea agregar las modificaciones que desee, y de paso charlar sobre ellas para ver si estamos de acuerdo.- *Sonríe nuevamente preguntándose cual seria las modificaciones que Adziel pediría*
Riku Shamtul- Rey de Cristal
- Especie : Demonio
Ocupación : Rey
Puntos : 144
Cantidad de envíos : 226
Re: Visitando a la reina
Riku le mostró a la joven reina un par de pergaminos iguales donde se establecían los distintos puntos del tratado. Adziel leyó con detenimiento el pergamino que le dio el monarca de Kounan mientras lo oía hablar explicando en una forma resumida el contenido del papel. Había ciertas cosas que la hacían dudar y una de ellas era lo referente al castigo del infractor del pacto. Adziel siendo un ángel, era pacifista. Odiaba las muertes y el sufrimiento. Sabía perfectamente que el papel de los arcángeles era guiar a los ángeles y protegerlos. Esas eran las tareas que les había asignado el mismo Dios a todos sus hermanos. Los arcángeles eran considerados los príncipes de los ángeles y guerreros de la luz, capaces de luchar por sus ideales contra todo aquel que corrompa con la paz del cielo mismo. Sin embargo, la joven tenía una bondad incomparable que la alejaba de su "deber" como arcángel en cierta forma.
La joven dio un gran suspiro y dejó nuevamente el pergamino sobre la mesa. Era cierto que estaba agotada y prefería tratar los puntos del tratado con más calma. Ese no era su día. Había sido muy agotador para la joven tanto que a veces sentía que las fuerzas la abandonaban, pero debía ser fuerte y soportar todo aquello, hacer como si estuviese perfectamente bien y ocultar todo aquello que la atormentaba como bien sabía hacerlo. Volvió a dirigirle una sonrisa amable a Riku. – Veo que ha pensado bien en aquello, mi rey. Pero creo que una muerte no sería una buena opción. No me interesa el derramamiento de sangre. Ahora bien, sería difícil determinar un culpable específico de cualquier ataque. Estamos en tiempos de guerra y no me extrañaría que el atacante actuara por órdenes de otro. Es una guerra que enfrenta a todos los reinos de este mundo. No creo que alguien actue solo... - Un atacante podría estar bajo órdenes de un habitante del mismo reino o de alguno de los demás. Sabía perfectamente que los que los dirigían se aprovechaban de la ambición de estos, y los manejaban como si fueran peones en un gran tablero de ajedrez mientras que los "reyes" se mantenían ocultos bajo las sombras...
Adziel volvió a tomar el pergamino y mientras lo ojeaba continuó. – Riku, me gustaría que me de más tiempo. No quiero tomar ninguna medida en forma apresurada. Quiero pensar bien qué hacer antes de firmarlo. - Volvió a dejar el papel sobre la mesa y tomó el último sorbo del té de su taza con algo de pesar. Ya había tomado una decisión y no la cambiaría. No tenía ni el más mínimo interés de tomar las decisiones en forma apresurada puesto que sabía que no era la mejor opción. Lo que estaban tratando era un tema importante y quería estar segura de tomar la decisión correcta, la que beneficiaría a todo el reino por igual...
La joven dio un gran suspiro y dejó nuevamente el pergamino sobre la mesa. Era cierto que estaba agotada y prefería tratar los puntos del tratado con más calma. Ese no era su día. Había sido muy agotador para la joven tanto que a veces sentía que las fuerzas la abandonaban, pero debía ser fuerte y soportar todo aquello, hacer como si estuviese perfectamente bien y ocultar todo aquello que la atormentaba como bien sabía hacerlo. Volvió a dirigirle una sonrisa amable a Riku. – Veo que ha pensado bien en aquello, mi rey. Pero creo que una muerte no sería una buena opción. No me interesa el derramamiento de sangre. Ahora bien, sería difícil determinar un culpable específico de cualquier ataque. Estamos en tiempos de guerra y no me extrañaría que el atacante actuara por órdenes de otro. Es una guerra que enfrenta a todos los reinos de este mundo. No creo que alguien actue solo... - Un atacante podría estar bajo órdenes de un habitante del mismo reino o de alguno de los demás. Sabía perfectamente que los que los dirigían se aprovechaban de la ambición de estos, y los manejaban como si fueran peones en un gran tablero de ajedrez mientras que los "reyes" se mantenían ocultos bajo las sombras...
Adziel volvió a tomar el pergamino y mientras lo ojeaba continuó. – Riku, me gustaría que me de más tiempo. No quiero tomar ninguna medida en forma apresurada. Quiero pensar bien qué hacer antes de firmarlo. - Volvió a dejar el papel sobre la mesa y tomó el último sorbo del té de su taza con algo de pesar. Ya había tomado una decisión y no la cambiaría. No tenía ni el más mínimo interés de tomar las decisiones en forma apresurada puesto que sabía que no era la mejor opción. Lo que estaban tratando era un tema importante y quería estar segura de tomar la decisión correcta, la que beneficiaría a todo el reino por igual...
Adziel- Reina de Sairou
- Especie : Arcángel
Ocupación : Reina
Puntos : 226
Cantidad de envíos : 3242
Re: Visitando a la reina
Riku sonrió amablemente al escuchar que Adziel quería mas tiempo para pensar la propuesta, era de esperarse, después de todo era una reina bastante benevolente. Fue por esto que tranquilamente hizo un gesto con la mano, como si le restase importancia al asunto. –Entiendo que piense así… es totalmente comprensible, y no tendré ningún problema en revisar nuevamente esos puntos, si así lo desea…-
Suspirando observo a la joven unos instantes, mirándola directamente a los ojos como si intentase leer su pensamiento. Sin embargo tenía otra cosa en mente, por la cual sonrió nuevamente con amabilidad. –Tengo cierta… petición extraña que hacerle. La cual me honraría que respondiese afirmativamente-
-Me gustaría quedarme aquí esta noche… dado que estamos en paz, no creo que resulte extraño. Pero es que aun tenemos asuntos por tratar y se esta haciendo tarde… además creo que a su guardia ya no le esta haciendo mucha gracia el que sigamos hablando mucho tiempo mas…-
Se quedo sentado allí, esperando la respuesta de la reina mientras observaba de reojo a Takeshi, viendo su actitud.
Suspirando observo a la joven unos instantes, mirándola directamente a los ojos como si intentase leer su pensamiento. Sin embargo tenía otra cosa en mente, por la cual sonrió nuevamente con amabilidad. –Tengo cierta… petición extraña que hacerle. La cual me honraría que respondiese afirmativamente-
-Me gustaría quedarme aquí esta noche… dado que estamos en paz, no creo que resulte extraño. Pero es que aun tenemos asuntos por tratar y se esta haciendo tarde… además creo que a su guardia ya no le esta haciendo mucha gracia el que sigamos hablando mucho tiempo mas…-
Se quedo sentado allí, esperando la respuesta de la reina mientras observaba de reojo a Takeshi, viendo su actitud.
- Spoiler:
- Si, despues d emucho volvi, probando una letra distinta xD
Riku Shamtul- Rey de Cristal
- Especie : Demonio
Ocupación : Rey
Puntos : 144
Cantidad de envíos : 226
Re: Visitando a la reina
- Spoiler:
- Aunque no está permitido, tendré que "manejar" en cierta forma a Takeshi porque dudo que aparezca después de todo este tiempo y hay que cerrar el tema por ese mismo motivo u.u
Sonrió ante el gesto del joven. Como lo había mencionado antes, no quería tomar ninguna medida apresurada. Quería analizar cada punto que se explicaba en aquel papel. Prefería guardarse los comentarios, ya había hablado todo lo que tenía que hablar y estaba agotada para seguir con la discusión sobre el tratado. Había tenido un día largo y complicado, pero no por eso sería descortés como para terminar con la charla antes de lo previsto. Simplemente quería hablar de temas relajantes no de trabajo. Sin que la sonrisa se borrara de su rostro se dispuso a asentir con la cabeza antes de pronunciar sus posteriores palabras. - Me gustaría que lo hiciera... En cuanto haya tomado mi decisión con respecto al tratado se lo haré saber. - Ya tenía en mente lo próximo que haría antes de tomar una decisión con respecto al tratado, pero antes volvería a repasar cada punto...
Se había percatado de la forma en la que el demonio la observaba, mas sin importar cuanto lo intentara, ella no dejaría que descubriera lo que estaba pasando por su cabeza. Había creado una especie de máscara que la mostraba serena y tranquila, y que incluso lograba ocultar su cansancio, y eso era lo que la relajaba. No quería que nadie supiera cuáles eran sus verdaderas intenciones y deseos, ni tampoco podía darse el lujo de mostrarlos... A pesar de que la posterior petición de Riku fue una gran sorpresa para la joven arcángel, respondió con la misma amabilidad con la que se había dirigido al monarca del reino de Kounan, mostrando una sonrisa, aunque había algo que la había extrañado. - “¿Más asuntos por tratar?” - Repitió en su mente algo extrañada puesto que creyó que la reunión sólo se basaría en el tratado entre ambas naciones. Intentó olvidar aquella pequeña pregunta que se formuló así misma y sin rechazar la petición del joven rey, respondió: - No habrá ningún problema. Lamento que la reunión termine tan pronto y espero que podamos concretar lo que falte discutir mañana. Si me disculpa... iré a pedir inmediatamente que le sea preparada una habitación. - Tan pronto terminó de decir aquellas palabras, la joven se puso de pie y con una sonrisa dirigida al rey de Kounan continuó. - Le agradezco que se haya tomado la molestia de venir hasta Sairou. - Hizo una pequeña reverencia. - Nos veremos mañana, milord. - La joven arcángel se dio media vuelta y se acercó a unas doncellas que pasaban por el jardín y sin demora alguna les pidió que le prepararan una de las mejores habitación para el monarca de Kounan y que lo guiaran hacia ella, y tal y como la joven lo pidió, las doncellas cumplieron su palabra y realizaron todos los preparativos necesarios luego de hacerlo entrar el castillo.
A Adziel le hubiera encantado continuar con la charla y guiarlo ella misma si era necesario a la habitación; sin embargo, debía apresurarse puesto que aún le quedaban cosas por hacer antes de descansar... El guardián de Adziel la siguió hasta el interior del castillo y aún mostraba recelo de las palabras del demonio, pero no había nada que pudiera hacer para evitarlo, después de todo esa pequeña "discriminación" databa desde el origen de ambas especies...
Adziel- Reina de Sairou
- Especie : Arcángel
Ocupación : Reina
Puntos : 226
Cantidad de envíos : 3242
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.