Caida imprevista (libre)

Hacía un largo rato se había arrojado por el pozo de agua de su país para llegar al castillo de Sairo a visitar al "pequeño borreguito", cuando al fin terminó su largo viaje para tranportarse, terminó en un lugar desconocído para ella, aunque era dentro de Sairo.

Como siempre la magia del pozo de agua no era del todo presisa y había terminado en cualquier parte menos donde quería. Miró el cielo despejado y el agua que estaba debajo de sus pies. Seguramente estaba en el Bosque Silverpine, aunque aun no sabía en que parte, ya que era enorme el bosque. Pero lo positívo era que era aun temprano en el lugar, aunque le parecía que tendría que empezar a caminar un largo tiempo para llegar a donde quería. Salio al fin de a donde estaba, empapada, después de todo había caido recientemente en un lago.

Suspiró y pensó "rayos, ¿qué más puede pasar ahora?"

Un hueco se abrió en el cielo, y desde el... salió una enorme figura humana...

Algunos instantes en el aire y un suave cojín respaldó la caida del joven Dragón en su forma humana...

-Uhhh..... Esta alto el escalón...-

dijo Chikao en voz baja y mientras intentaba incorporarse... empezó a tantear el cojín que había amortiguado la caída al piso..


"Es muy suave... y que forma extraña tiene..."

pensaba, hasta que al abrir los ojos encontró una fémina forma debajo de el...


-Oh Oh.... Esto no pinta muy bien...Algo me dice que esto no termina bien- Dijo en voz baja...


Lentamente se fue moviendo de donde había caído... habia caido sobre una muchacha...

Antes que siguiese caminando un extraño objeto le había caido del cielo y antes que se diera cuenta lo tenía encima de su espalda y estaba ella otra vez en el piso. Con cara de dolor, ya que no esperaba tal cosa, miró a la persona que estaba encima suyo aunque no pudo ver mucho, solo de re finlón. No entendía mucho la situación, pero apenas la persona tanteó donde no debía se quitó de encima a esa persona.

Ante lo que había pasado ella ya tenía su arma en la mano y dijo un poco avergonzada-De donde saliste-su pelo bailaba en un poco en el viento aunque estaba mojado, igual que su ropa que chorreaba agua por doquier, su ropa había terminado sucia gracias a que había terminado en el suelo gracias a que el joven había caido encima de ella.

Al instante, el joven Chikao, se puso de pie... tomó su sombrero blanco y verde del piso, por algunos instantes, la brisa hizo que los cabellos de Chikao se mecieran por el aire, cuando fueron tapados por el sombrero nuevamente....


De inmediato, extendió la mano en dirección a la joven, sin embargo, le llamó la atención que tuviera ya la mano en la empuñadura de su espada, esperando un leve movimiento del joven para desatar el infierno sobre el cuerpo del joven Chikao...

-Mil disculpas Milady... al parecer, el transporte de mi Reino me ha jugado una mala broma-


Mientras decía esto Chikao, volvió a meter la mano entre sus ropas y ofreció un trozo de tela con el que la muchacha se quitase la suciedad...

"Me resulta familiar esa cara.... Ahora Chikao... ¿Donde has visto esa empuñadura antes...?"

Se quedó observando la figura de la muchacha en toda su extensión... Desde abajo hacia arriba y nuevamente hacia abajo... Las ropas que portaba, parecían ser costosas para una muchacha, pero continuaba llamándole la atención esa empuñadura...

-No me he presentado... mis modales quedaron del otro lado del portal... Mi nombre es Chikao, Soy mercader-

Miró al joven y bajó su guardia cuando notó que no tenía nada que temer, o eso parecía de momento. Aunque aún seguía en guardia. Pensó inmediatamente cuando escuchó "el transporte de mi Reino me ha jugado una mala broma" "esta persona viene de Kotou, solo ahí uno se puede transportar de esta forma... Aunque no es bueno que descubra quien soy, aunque ya es tarde para transformarme en Banshee"

Aceptó el pedazo de tela con cierto agrado y limpió un poco su rostro y su ropa, aunque no podía hacer mucho, despues de todo la ropa estaba mojada y justamente no era la mejor convinación posible con la tierra que tenía encima. Tendría que cambiarse luego en el castillo de Sairo.

Suspiró un poco al ver que el chico aun no la haya reconocido, pero no podía decir quien era ella, sería correr un peligro tonto. Con un poco de lamentación dijo indiferentemente-Soy Eira Aibhill-penso inmediatamente "solo por esta vez en esta forma diré este nombre...". En parte se lamentaba por tenerlo que usar después de todo su otro nombre era reconocido en Konan por ser una gran asesina de demonios y bestias del lugar. Después de todo Konan fue el mejor lugar donde podía ir a luchar y entrenar, aunque eso implico que varias veces pudiese terminar más que muerta.

Chikao por un instante se relajó, en señal de que la muchacha... por lo pronto había declinado de intentar atacarlo, sin embardo, debía de ser precavido, puesto que si había reaccionado de esa manera sin siquiera le había incitado al combate...


"Su actitud de ahora, solo me hace pensar que está demasiado tensa... La pregunta a hacer ahora seria el porqué de su reacción..."


Observando nuevamente la figura de la muchacha, la mirada de Chikao se detenía a cada momento, a mirar con una mezcla de admiración y otras emociones esa figura que tenia delante de sus ojos... Cuando un pensamiento le hizo quitar la mirada de esa figura, haciendo que se dirija hacia abajo y llevándose la mano derecha a la barbilla...


"Te tomaste tu tiempo al observar esas curvas... y como le queda de bien la ropa de esa manera.... jejejeje... Chikao... Eres un pillo sin remedio, completamente incorregible"


Sin dejar pasar un instante más... Chikao, debido a ese pensamiento, esbozó una gran sonrisa en su rostro, que luego fue seguida por un comentario, para que no pueda ver lo que pensaba...

-Bien, Eira Aibhill... En vista de que ha sido mi culpa el caeros encima y dejaros en ese estado... Por favor, permitidme el que, al menos os pague la muda de ropa...-

Luego miró hacia arriba y levantando la cabeza dijo...

-Cuando regrese le escribiré una carta a la Reina para que esto no suceda nuevamente...-

Terminó de limpiar su ropa, o lo que pudo de ella, y al escuchar el ofrecimiento del joven dijo inmediatamente con un tono serio-Paso... En todo caso más tarde veré como arreglo mi ropa o pediré ropa prestada... En el palacio-se había olvidado completamente que ella no había dicho que iba al palacio, seguramente el joven pensaría algo raro de ella, después de todo, no mucha gente iba a ir para alla. Agregó pasando por alto sus palabras anteriores-Igualmente gracias por el ofrecimiento...-

Soltó una risa cuando escuchó lo de "Cuando regrese le escribiré una carta a la Reina para que esto no suceda nuevamente..." Realmente le hacia mucha gracia, ya que si hubiese podído arreglar el pozo lo hubiese hecho hace tiempo. Pero la magia era muy antigua y nadie la sabía manejar, así que nadie podía darle nuevamente su poder inicial. Riendose y llorando un poco de la risa dijo-¿no crees que si pudiese ella hacer algo al respecto ya lo hubiese hecho, después de todo e de suponer que ella también usa el pozo y varias veces tuvo eventos desafortunados como nosotros-"por ejemplo ahora que casi termino muerta gracias a que alguien terminó encima mío, menos mal que no estaba dentro del lago o moría asficxiada"

Chikao solo mantuvo la mirada hacia arriba por algunos momentos, hasta que la respuesta de la joven le llamó la atención, al decir hacia donde se dirigía… “… En el palacio”

Nuevamente, la joven Eira atrajo sobre si la mirada de Chikao con lo que decía, excepto que para esta ocasión la mira de Chikao fue más inquisidora…

“Así que al palacio ehhh…? Después de todo, este infortunio tenga su lado positivo…jejeje quizás hasta pueda conocer el palacio por dentro si me quedo a su lado…”

Al escuchar la intensidad que con que Eira dejó escapar la risa, Chikao la miró ahora sorprendido, quizás había dicho algo incorrecto… y poniéndose de espaldas a Eira le dijo en un tono distinto, casi serio

-Al menos parece que mi presencia te ha cambiado el humor… Solo para los registros, se me hace un tanto difícil creer que alguien como Ella use un recurso como lo es ese loco pozo de Koutou-

Sin dejar de darle la espalda a Eira, y acomodándose hacia abajo un poco, el sombrero, dejando ver solo sus increíbles y brillantes ojos azules, continúo acomodándose la chaqueta y luego dio media vuelta para volver a mirar a Eira

-Me pregunto qué diría la reina si estuviera en tu situación… Digo, si una persona le hubiera caído encima ensuciándola toda… ¿Tu qué crees…?-

“Aunque debes admitir que ella también se ve interesante con la ropa tal cual está… ”

El pensamiento fue más fuerte en Chikao, de inmediato, y como reflejo de este, se esbozó una pícara sonrisa, en la cara de Chikao. Sin pensarlo mucho más, Chikao empezó a caminar en una dirección indeterminada, hasta que algunos pasos más tarde, se detuvo… quedando casi petrificado, se dio vuelta mirando a Eira…


-Lo he decidido… Voy a acompañarte!-

Ella cambió si expreción drásticamente cuando escuchó "Me pregunto qué diría la reina si estuviera en tu situación… Digo, si una persona le hubiera caído encima ensuciándola toda… ¿Tu qué crees…?". Inmediatamente en su rostro se asomó una sonrisa falsa y dijo con un tono burlón-Sabiendo como es ella, seguramente no hubiese dicho nada... Te hubiese asesinado sin pensarlo...-agregó-Aunque yo tampoco la imagino viajando en el pozo ese, es muy factible que lo tenga por algo en funcionamiento, quien sabe, tal vez tenga planes macabros en mente-aunque la verdad, ella siendo la reina lo usaba para no tener que llamar a Cerberos y gastár así su energía antes de la batalla.

Al ver como el chico había empezado a caminar empezó a dirigirce hacia al lado contrario del chico sin darle mucha importancia. Esperaba encontrarce con el castillo pronto o, al menos, encontrar un camino que la guiase hacia alguna parte. Caminó un poco hasta escuchar el ofrecimiento del chico de acompañarle y dijo de manera maligna-¿estás seguro? Nadie te asegura que salgamos de este lugar con vida... Seguramente aquí haya también malechores que puedan asaltarnos, o gente que nos quiera ver muerta. A pesar de ser Sairo, eso no nos asegura que podramos abanzar con seguridad...-agregó a sus palabras enteriores con una mirada un tanto orgullosa-Tampoco te puedo asegurar que yo no decída matarte en este presiso momento y lugar...

El rostro de Chikao al momento de escuchar las palabras de Eira al decir…

“Tampoco te puedo asegurar que yo no decida matarte… “.

Fue de despreocupado, puesto que Chikao tenía el presentimiento de que si realmente quisiera matarlo, de seguro ya lo hubiera hecho, hace algunos momentos cuando tenía la mano en la empuñadura de su espada… sin embargo, la cara de Eria en ese momento, era la de la maldad hecha carne. Chikao, con una sonrisa en su rostro, y una brillante mirada de sus claros ojos, le respondió…


-No lo creo, Eira… No lo hicisteis recién cuando te daba la espalda, ni tampoco anteriormente, cuando caí encima de ti…-


Y sin dejar de mirar fijo a los ojos de Eira, tratando de penetrar ese orgullo imperante en esa mirada, Chikao se cruzó de brazos por un instante para agregar a lo anteriormente dicho…


-Además… Las probabilidades favorecen el que te acompañe… Mis probabilidades de sobrevivir en este lugar, son casi nulas, a comparación tuya… Tú prácticamente estás preparada para una guerra con esa espada y esa actitud… Yo… A diferencia tuya, tengo a mí ingenio como arma, y algunos enceres que traigo conmigo… -

Por un momento y Chikao ante respuesta esperaba desenfundara la espada que le acompañaba, al tiempo que pasaba por su mente…


“Si realmente supiera quién le acompaña en el viaje… No sé si me miraría de esa manera…”


Luego de algunos instantes, Chikao soltó los brazos, y tomó de entre su manga izquierda un abanico que colocó frente a su rostro, dejando ver solo ver sus intensos ojos claros… y sin quitarle los ojos a Eira de encima, le dijo…


-Por decirlo en lenguaje comercial, te conviene tener un señuelo contigo… Te dará algunos segundos de ventaja para atacar sorpresivamente…-

Chikao luego de esto, guardó el abanico de donde lo había sacado, y entrelazó los dedos detrás de la cabeza, de manera despreocupada, al tiempo que se acercaba a Eira para ponerse a la par de ella.

Al ver la extraña actitud de esa persona su ronrisa pasó a ser un poco más tenue, pero no lo suficiente. Suspiró y comentó de una manera pedante-Tus sutiles palabras suenan a las de alguien que intenta venderme gato por perro... aunque la verdad, te veo predispuesto más a morir que a sobrevivir... Este lugar no esta hecha para gente débil ni mucho menos con los que nunca han luchado, deberías volverte a tu casa a ver si ya puso la marrana...- "tampoco vendrías si supieras quien soy..."

Aunque era cierto que no había aprovechado a matarle en ese momento, no era hora para que la gente de Sairo este buscandola y juzgandola de asesina. Una cosa es que lo hagan dentro de su país, que ya sabe soportar todas esas críticas, otra que pase a fuera de él, fuera de su jurisdicción, si hiciera algo, seguramente lo pagaría con su cabeza y este no era el mejor momento para morir.

Por un momento cuando vió el chico que se acercaba tomó a Astaroth que inmediatamente le pasó una bola de energía por al lado de Chikao. Destrás de él, un árbol se destruyó casi en su totalidad cuando recivío el impacto, sin contar el ruido de una gran exploción que ocacionó que todos los pájaros del lugar huyeran. Dijo con una vos áspera-Como te dije, si mueres es tu culpa... Eso incluye acercarte demaciado...

La esfera pasó muy cerca de Chikao, lo suficiente, como para poder apreciar el poder que contenía. Por dentro, Chikao continuaba analizando lo sucedido… La energía que había formado la esfera, había provenido del arma en su mano…

El impacto de la esfera de energía, se hizo sentir en el lugar, la esfera había dejado una marca en la tierra en su camino hasta el objetivo, al estallar, tanto el sombrero de Chikao, como su chaqueta quedaron por algunos segundos ondeando en el aire, por la fuerza del impacto, Chikao, se quedó inmutable… Sin hacer o decir nada, solo observando, a los ojos a Eira. Mientras que detrás, se escuchaba el sonido de aves, y la tierra bajo las sandalias por un momento se estremeció tanto por el impacto como por la caída del árbol…


-¿No pudisteis simplemente decirme que no me acercara…? Tenías que usar la fuerza… Además, no recuerdo haber dicho que fuera débil, dije que no tenía armas conmigo, excepto mi ingenio-


Y nuevamente sacudiéndose la chaqueta, se quedó en el lugar por algunos instantes… Mientras en su mente, ya había trazado un plan…


“Muy bien… Eira… ya que no quieres me acerque a ti, hare que te acerques a mi… ”


-Pues bien Eira, dime qué cosas puedo y no puedo hacer estando tu aquí, ya que no puedo estar “ceeerca” como has impuesto… hasta dónde puedo estar-


Y sin decir más nada, Chikao, empezó a ejecutar el plan que había trazado… Primero cambiaría las percepciones que tenía Eira… Chikao cerró por unos instantes sus ojos y suspiró, ocultando que se concentraba mientras sucedía esto, lentamente, Chikao empezó a manipular las percepciones de Eira, empezando por el arma que tenía en sus manos, haría que su peso fuera insoportable para cargarla…


“Hasta cuando puedes cargar ese pesado objeto estimada Eira… jejeje”

Caminó unos pasos ya penas escuchó las palabras del joven dijo indiferentemente-Con unos 5 metros de distancia como mínimo me alcanza...-la verdad es que ella siempre hacía esto con la gente, ya sea con Diana o con Parallax. No admitía que nadie le estuviese rondando tan cerca, tal vez era por todo lo que le había pasado en la vida y no quería que nadie la lastimara ni encariñarce con nadie. Pero ese no era el momento para pensar ni razonar de manera tan sentimental. Algo andaba mal con su arma, pesaba más de lo común, o tal ves era su impreción, después de todo estaba cansada, tanto tiempo trabajando en el castillo la habían hecho debilitar físicamente.

Subió por una pequeña montaña de tierra sin darce por vencida, había encontrado un camino detrás de unos árboles que seguro la guiarían a la ciudad y pensó "no puedo rendirme, por más que este cansada no puedo, de última usaré mi última carta... Aunque no sería aconsejable, seguramente mi identidad quedaría revelada". Aun podía usar a Cerveros y transportarce el resto del camino, aunque no era lo más aconcejable, no solo por el desgaste físico que tenía encima, también corría riesgo su vida. Nadie le podía asegurar que aquella persona no sea de la Flor de Loto.

Aunque el peso era mucho, ella era terca, no iba a pedirle ayuda a nadie. Dijo en medio de la nada después de subir la inclinación-¿Qué es lo que pretendes yendo al palacio conmigo?-sabía que él la había escuchado claramente cuando dijo de ir al palacio y eso le daba mala espina.

El cambio en el rostro de Eira, se empezaba a notar, Chikao estaba manipulado la percepción espacial de Eira, aún no se daba por vencida, Chikao desde la distancia recomendada por Eira para no morir, cinco metros, observaba, como se acentuaba el cansancio en Eira, sin demostrar emoción o acción que le involucrara como el autor de lo que sucedía con Eira… Algunos momentos más tarde, escuchaba que Eira le dirigía una pregunta…

“-¿Qué pretendes yendo al palacio conmigo?-”

“Jejeje… Pretender… buen verbo, aunque uno más adecuada sería Evaluar… Evaluar hasta donde puedes soportar… ”


Sin perder tiempo, la respuesta de los labios de Chikao no se hizo esperar, siguiendo a Eira con la mirada, profundizando aún más el cambio de percepción espacial y agregando, el cambio de percepción en su vista…


-No pretendo nada más que serviros de acompañante hasta el castillo, desde que empezamos el camino... has estado extraña... diría que… Estás cansada, y según creo te urge llegar hasta ahí, sea donde sea que este castillo se encuentre...-


Decía Chikao mientras esquivaba los arboles, y sorteaba las piedras que hacían de obstáculo para las sandalias…

Algunos momentos más tarde, mientras llegaba a la cima de la montaña de tierra, se acomodaba la bata que llevaba encima de la ropa, ahora poniéndole al mismo nivel del camino, al que se encontraba Eira…

Mientras tanto, luego de acomodarse la bata, acomodó su sombrero hacia delante, para darle un aire de misterio a su mirada…

Sin acercarse, como había prometido, a Eira le dijo…

-¡Oye! Eira… ¿Estás bien…? No te ves muy bien desde aquí…

Caminó un poco para un lado y para el otro del camino, intentando de encontrarse con alguna pista que la guiara al castillo. Miró intensamente a Chikao cuando le preguntó si estaba bien. La verdad era que no, pero no podía demostrar debilidad ante nadie. Por más que quisiera ese no era su estilo. Aunque no solo se le hacía pesada el arma, también la ropa que estaba totalmente mojada, sin contar su típica armadura, parde de su vestimenta formal.

Contempló el cielo y dijo-Si estoy bien...-Aunque la verdad es que no... Aunque esto es fácil de solucionar no lo hago porque sino quien sabe donde terminaria mi cuello. Luego se acarició un poco su cuello con la mano derecha. Ella estaba pensando demaciado. O más bien le hacía falta un descanso, tal vez demaciado trabajo le había quemado el cerebro y las energías. De igual modo, en esos momentos estaba impresentable para ir al palacio, nadie le creería que estaba buscando a la reina de Sairo y que ella era la monarca de Kutou. Su forma de vestir y donde tenía que ir no encabajan.

Dejó por un momento su arma apollada en un árbol. Se sentía un poco mejor, al menos ya no cargaba con un terrible peso sobre sus manos. Era la primera vez que le pasaba algo así y pensaba "¿no me estaré poniendo vieja y débil?. No sabía que contestarce, aunque tal vez las cosas se mejoraran despues de tomar un descanso, aunque no era el momento propicio para ello, aun tenía tiempo de sobra.

Miró a Chikao y dijo en tono irónico-Solo temo que la vejez esta atacando a mis huesos... Creo que a esta abuelita le hace falta un descanso-la verdad prefería parar y descansar que pedir ayuda.

Eira parecía estar buscando algo con mucha insistencia, una cargada e intensa mirada se le vió en el rostro a la joven Eira...

-Está bien Eira... Solo preguntaba... No tienes porqué ponerte de esa manera... Solo intento mantener un calmado diálogo contigo, pero es como arrojar arena al viento...-

"Casi puedo leer la mentira en tu rostro Eira... No son los años... jejejeje... estás sucumbiendo ante mi..."


Unos instantes despues, mientras eira estaba sentada descansando le oyó decir

"-Solo temo que la vejez esta atacando a mis huesos... Creo que a esta abuelita le hace falta un descanso-"


y con una pícara sonrisa le respondió a Eira...

-Si, claro... Abuelita tu... jajajaja... oye, sé que esto no se hace, porque va a acarrearme conflictos contigo, pero en realidad, si eres una abuelita... no lo pareces... yo te diría que pareces más bien una joven en busca de un nov-- ehhh... una joven aventurera....-


"Algo extraño le sucede... Recién por poco casi me mata y ahora dice que es una abuelita....??? Esto me da mala espina, quizás deba seguir con mis bromas, para aflojar esta increíble tensión..."


-No lo tomes a mal lo que acabo de decir... no, solo he dicho lo que me dicen mis sentidos... Nada más nada menos...-

Mientras Chikao intentaba que Eira se relaje, lentamente dejó de presionarla, haciendo que de a poco, las percepciones de Eira regresaran a la normalidad... Miró hacia arriba por un instante... el cielo, mostraba su característico color azul... y se escuchaban algunas aves en las cercanías... Ahora solo restaba que Eira tomara de nuevo su aliento, para proseguir el viaje, al tiempo que Chikao, le observaba desde la distancia...

Escuchó por un momento el clamor de los pájaros, los pocos que quedaban, de su alrededor. Estaban posados sobre la copa de los árboles gozando un poco del clima templado del lugar y de los pocos rayos de sol que había al atardecer. Miró por un momento a Chikao y pensó al escucharle hablar la primera vez "Como arrojar arena al viento... Puede que tengas razón ¿pero tú hablarias con calma sabiendo de soy la reina de Kutou?¿con exactamente la misma calma de ahora?". Suspiró por un momento y dijo lentamente-Quisiera saber si hablarias con total calma si en vez de estar yo en este lugar estaría la reina Etsuko... Esa persona a la cual tanto odian tantas personas de Kutou...-tal vez con esa pregunta él se diera cuenta quien era ella, pero quien sabe. La verdad puede que solo le dejase duda de quien era.

Aunque su mirada inofensiva se volvió una mirada punzante casi asesina cuando casi el chico dijo la palabra "novio". La verdad, era lo último que le hacía falta en su lista para terminar con una serie de desgracias. El amor y ella no iban en la misma frase jamás de los jamases, por más que ella sea capaz de amar un ser ella solo se ganaba el odio de las personas. Aunque no iba a decir nada al respecto, su expreción lo decía todo.

Aun mirándolo de una forma un poco asesina dijo-Puede que sea lo que te digan tus sentidos, pero creo que estás equivocado

Chikao, escuchaba atento a las palabras que decía Eira…

"-Quisiera saber si hablarias con total calma si en vez de estar yo en este lugar estaría la reina Etsuko... Esa persona a la cual tanto odian tantas personas de Kutou...-"

Al escucharle decir eso, de manera calmada, se llevó la mano derecha a la barbilla, y la sostuvo por algunos instantes… Luego de lo cual, se acomodó nuevamente la ropa, se quitó el sombrero y poniendo una sonrisa en su rostro, le dijo a Eira…

-Bien Eira, diré… que mis sentidos en pocas ocasiones cometen errores, se han templado y afilado con el correr de los lustros… -

“Si fueras la Reina… Hmmm… interesante pregunta… pero aún más interesante... Es el hecho de porqué lo pregunta… Pues bien Eira… seguiré tu juego a ver que tienes para mi… aunque quizás… No, no podría tener tanta suerte de tenerla frente a mi… Sería demasiado bueno, cómodo a la mano como para que sea… ”

-Y si fueras la Reina… antes que nada-

“Pero después de todo… Sí, todo lo lógico, es falso, quizás lo ilógico y descabellado… sea… ¿Verdad…? El tiempo lo dirá… veremos a dónde me conduce…”

De inmediato se inclinó ante ella, como un ciudadano del Reino de Koutou ante su Soberano… con el antebrazo derecho, sobre la pierna derecha y el izquierdo reposando, perpendicular al piso, terminó de hacer la reverencia y se incorporó de inmediato… para continuar respondiéndole a Eira

-Claro que si… claro que hablaría con total tranquilidad. Es ella la Soberana de mi Reino, es a ella a quien debo mi lealtad y mi respeto…-

Se quedó callado por algunos momentos, mientras que su facción cambió a la de seriedad, para continuar respondiéndole a Eira, como si fuese la Reina de Koutou …

-Primero vería que Mi Señora estuviese cómoda… Que tenga todo lo necesario para estar en el lugar, no sería mucho, puesto que mucho no traigo conmigo. Pero…-

Nuevamente Chikao dejó la respuesta incompleta… Para luego continuar, intentando tomar con la guardia baja a su interlocutora… respondió suavemente a Eira

-Luego le pediría reparase ese maldito pozo endemoniado del reino que lo lleva a uno a donde se le antoja a él… y no donde debe llevarlo…Y causa tantas molestias…-

“Realmente le diría eso a la Reina… o haría otra cosa… Aunque si tiene estas curvas… Diablos Chikao!!!… Sácate eso de la cabeza!… No va a suceder”

Mientras ese pensamiento cruzó por la mente de Chikao, su cuerpo dejó ver el reflejo del pensamiento, en su cara… Con la mirada extraviada en Eira y la boca entreabierta…

Suspiró y con una de sus típicas sonrisas que denotaban un poco de odio y satisfacción, en el fondo odiaba que la traten como "La reina Etsuko", aunque nunca le quedaba otra salida que dejarse tratar así o más bien aparentar que era una reina. Miró a Chikao y dijo con una mirada indiferente-En todo caso era una supocisión, después de todo no soy más que una simple recidente de Kutou que viene a Sairo a hacer su trabajo como es debido... O morir en el intento de hacer mi trabajo bien...-

Aunque la última frase sonaba a un sarcásmo, era un sarcasmo que decía la verdad. Estaba por meterce dentro de las fauses del lobo al ir sola a Sairo sin vigilancia alguna, por más que costaba aceptarlo, ningún sitio era seguro para ella, ni su propio castillo.

Por un momento vió esa mirada tan feo que le dirigía a ella y pensó "En este momento siento unas ganas terribles de apresarlo y mandarlo a la sala de tortura pero no puedo". Se levantó por un momento de donde estaba sentada y con sutileza un tanto extraña le levantó la mandibula a Chikao y dijo cortantemente-Si seguías así te iban a entrar moscas en la boca...

Durante algunos segundos, Chikao, se había quedado literalmente en el limbo por sus pensamientos. Pero fue traído de regreso por las palabras de Eira…


“-En todo caso era una suposición… no soy más que una simple residente… que viene a hacer su trabajo... O morir en el intento...-“



“Qué clase de trabajo será ese del que habla… Oh oh… Eres realmente bueno Chikao…Te has topado con una
matona de Koutou… ¿Será que viene a cumplir un contrato…?”



Mientras tanto, la cara de Chikao mostraba aún que el pensamiento de Chikao estaba en una dirección incorrecta sobre lo que podría suceder, sin embargo, aún en contra de la férrea voluntad de Eira y, quizás sin darse cuenta…

Chikao había logrado lo que se había propuesto algunos minutos atrás. Que fuese Eira quién se acercase a Chikao. Con esto no solo lograba mantenerse vivo, sino también, que Eira rompiese ella misma su palabra, y Chikao solo tuvo que poner ‘esa’ cara, para que ella lo haga, fue en ese momento en que Chikao, regresó sobre sí, cuando Eira le cerraba la boca…

“-Si seguías así te iban a entrar moscas en la boca...”

De inmediato, Chikao, reflexionó sobre lo ocurrido algunos momentos más. Había algo que no terminaba de cerrarle, hasta que nuevamente, algo pasó por su cabeza…

Recordó aquellas tardes de lectura de antiquísimos libros, en la reserva que le vio nacer y crecer, cuando era pequeño le habían inculcado algunas lenguas, ahora ya extintas, en particular unas palabras no dejaban de rondar por la cabeza de Chikao…


“Excusatio non petita”… Una vez… y luego otra más… “Excusatio non petita”… De nuevo…

“Excusatio non petita”… Cuando por fin recordó la frase completa… “Excusatio non petita, accusatio manifesta”


Al toque de Eira sobre la mandíbula de Chikao… de inmediato, la cara seria regresó…


-Ehhh… Perdón, estaba… estaba dando vueltas en el limbo de mis pensamientos… jejejeje. Espero no hayas tenido que golpearme o algo así…-


Para luego continuar respondiéndole a Eira, con la frase que se había acordado de sus lecciones de niño…


- Excusatio non petita, accusatio manifesta... jejejeje… Excusa no pedida, manifiesta acusación, según lo que he visto… Oye! ¿Acaso tu me tocastes…? Te has dado cuenta que acabas de romper tu palabra al acercarte a mí y tocarme… -

Miró al joven por un momento con una mirada casi feroz apunto de deborarle completo pero a la ves con un brillo muy pícaro dijo con una falsa felicidad-Ok, esta bien, la próxima no me acerco. Pero bueno a cambio de este desacuerdo entre normas y protocolos, la próxima te tiro algo por la cabeza o te separo el cuerpo de tu cabeza... Claro esta que creo que prefieres mi tacto antes de las anteriores opciones...-agregó con un tono aun más horrible de vos y sarcásmo-A menos que seas masoquista claro esta...

Tomó su arma y caminó unos pasos, inmediatamente se dio cuenta que estaba mucho más liviana, se quedó petrificada por un segundo en su lugar y pensó rápidamente mientras un destello de sus ojos se clababa en los ojos de Chikao "Podría ser aun... Es muy difícil de creer, aunque no por ellos imposible". Al final por un momento su cuerpo se estremeció levemente, ese tipejo que estaba delante de ella era peligroso, más de lo que parecía. Por un momento quizo hacer lo posible para evitar que la quisera seguir acompañandola al castillo pero ya no tenía más opciones, no había vuelta atrás. Aunque tal vez su mente estaba imaginando cosas debido al cansancio también.

Clavó su arma en el suelo esperando que esto le dijera la hora aproximada en Sairo, intentaba de hacer una especie de reloj solar, aunque aun llegaba un poco tarde podía ganar tiempo si caminaba rápidamente para llegar al final del camino. Dijo en voz casi inaudible, casi con tono pensativo y preocupado-Si llego tarde no me van a perdonar tal ofensa... Adziel me matará o mejor dicho me verá con feos ojos... Mi borreguito perdido...- aunque lo último lo dijo con una sutil sonrisa de alegría casi enfermiza

Observó a Chikao y dijo casi con enojo-Por un momento dejá de estar en el limbo y de pensar tonterías, que estoy llegando tarde y es un lujo del cual no tengo derecho a gozar...

La mirada que Eira lanzó hacia Chikao, dejó por sentado que poco faltó para que la sangre de Chikao se regase por el piso… pero al mismo tiempo, Chikao, pudo ser capaz de notar algo más que interesante en Eira… un pícaro e interesante destello se hizo presente en la mirada de Eira cuando le reprochaba que no sucedería de nuevo. Levantando las manos en alto, con una sonrisa, y mirándole respondió…


-Está bien Eira… Lo admito, prefiero tu tacto… jejeje… Y aunque te cueste admitírmelo en este momento, creo que tu también lo prefieres…-


Mientras le respondía esto a Eira… cambió por un momento, su facción, a modo de parecer un fantasma, con los brazos extendidos hacia delante, con las manos ligeramente caídas hacia abajo, y la ropa desacomodada… y lentamente avanzó arrastrando las sandalias, cojeando de la pierna derecha…


- Podría aparecer durante las noches a torturarte… por haber querido que no tengas esa cara de abuelita… y tu matarme… aparte… podría estar solo contigo… jejeje-


Luego de decir esto, Chikao, se acomodó la ropa, y volvió a ponerse serio… para agregar a lo antes dicho…


-Veo que el pequeño descanso te ha traído benefi-...-


El comentario fue interrumpido, al ver la intensa mirada que Eira lanzó a Chikao… Éste, todavía con la sonrisa en el rostro, levantó la ceja izquierda, al tiempo que de entre sus ropas sacaba un pañuelo blanco, a modo de hacerlo flamear como si fuera una bandera blanca, indicando rendición…


-Tu mirada dice algo como… “Eres peligroso y voy a matarte”… Creo que necesitas llegar al lugar que dices… -


Luego de ese incómodo instante en que Eira desgarró con la mirada el cuerpo de Chikao, el joven mercader de Koutou… Notó un nuevo evento extraño… Eira, se estremeció completamente, aunque era apenas visible, era notable, si se le prestaba la suficiente atención… ya con eso, Chikao, pudo inferir que Eira no estaba bien, y quitándose la bata le dijo a Eira… Mientras ella intentaba hacer un improvisado reloj de arena, se colocó delante de ella, a la distancia adecuada

-Eira… Toma, ponte esto, que de seguro has de necesitar un poco de abrigo… -


“No creo que lo necesite, solo necesita enojarse un poco y empieza a lanzar vapor… jejejeje… Hmmmm…. No es muy buena broma Chikao… aunque en este caso… parece ser cierto…”


Quedó con la mano extendida hacia Eira, pero algo ocurrió que le hizo mostrar una sonrisa, que se deslizó de entre los labios del joven Chikao… había leído los labios de Eira, mientras armaba el reloj… por un momento, se puso a decodificar lo que había leído que decía sin emitir sonido Eira, y el resultado para Chikao, era un tanto gracioso…


“-No me van a perdonar tal ofensa... Adziel me matará o mejor dicho me verá con feos ojos... Mi borreguito perdido...-”


“Hmmm… borrego…?? Perdonar la ofensa…?? Mi caída le habrá afectado… Se me hace difícil creer que exista alguien que pudiera matarle… Pero bien, creo que esto va a quedarse aquí dentro… ”


Luego, mientras Chikao, intentaba darle sentido a lo que había leído de la boca de Eira, sin que lo notase, Chikao hizo regresar las facciones despreocupadas a su rostro, y luego observó que Eira tenía una expresión entremezclada… Chikao se quedó examinando por algunos instantes esa última expresión, pero Eira le interrumpió con un rostro que denotaba enojo… luego mientras aún mantenía la oferta de la bata para Eira, Chikao le respondió…


-Muy bien abuelita!… Cuando gustes, partimos… Si quieres, puedo cargarte en mi espalda… jejeje-


“Estás demente… Chikao…? Puedes oler prácticamente que ella NO desea tenerte cerca… y tu le ofreces cargarla en la espalda…”

Caminó unos pasos y luego dijo levantando una ceja y con una mirada de "¿qué me estas queriendo decir con eso?" cualdo el díjo " Está bien Eira… Lo admito, prefiero tu tacto… jejeje… Y aunque te cueste admitírmelo en este momento, creo que tu también lo prefieres…". Aunque prefirió pasar su comentario de largo antes de tenerlo que decapitar de verdad o más bien antes que la situación se le fuera de las manos. Suspiró ante su mala suerte de estar en Sairo, tal vez si lo hubiese visto en Kutou las cosas serían totalmente diferentes, pero bueno ahora tenía que conformarce con lo que tenía.

Siguió mirandolo con la misma mirada hasta que él le dijo "Tu mirada dice algo como… “Eres peligroso y voy a matarte”". Ella hacía un largo rato que estaba pensando en eso, le hizo bastante gracia cuando lo menció, se sentía un poco como un libro abierto y contestó con una gran sonrisa de satisfacción y un poco de alegría en el fondo-¿qué comes que adivinas Chikao?... Aunque yo te recomendaría que si ya sabes lo que pienso estes preparado para algún tipo de ataque mortal de mi parte...

Le hizo seña para que le acompañara hacia el camino que le parecía que era el correcto, en todo caso, como última opcción revelaría quien era convocando a Cerberos, si veía que llegaba muy tarde a la reunión, aunque sabía que con ella debería llevarce al joven porque no lo podía dejar perdido por ahí, después de todo era parte de su reino por más que ella no quisiera que sea así.

Después que se estremeció su acompañante le ofreció gentil mente su bata, ella estaba por aceptarla tanto que inconcientemente había estirado la mano para agarrarla, pero algo en su emnte le dijo "Una asesina desconfiada aceptando gentilezas ajenas, la verdad Etsuko que me decepcionas... ¿no es que no quieres nadie a tu alrededor? ¿no es que no mereces la felicidad? Entonces... ¿qué haces aceptando la amabilidad ajena?. Kutou te esta volviendo débil de mente mi querida Etsuko, te estas dejando manipular otra vez por tus sentimientos, así otra vez seras traicionada... Sin contar que el chico no merece seguir tu mismo camino... Adelante acéptala y te arrepentiras... ¡TRAIDORA!". Las palabras en su mente la volvieron inmediatamente a sus cabales y bajó la mano rápidamente y dijo volviendo a caminar y esquivándole la mirada a Chikao-No es justamente lo que tengo es frío... En todo caso gracias...

Tal vez era el viento o el clima o el hecho de que sus sentimientos se dejaban llevar por cualquier sentimiento de cariño de otro ser vivo pero estaba un poco embobada y no había prestado atención a la últimas palabras de Chikao, su mente siempre le hacía la misma jugarreta tonta de no dejarle pensar demaciado cuando se ponía en vergonzosa como en ese caso.

Finalmente Eira había encontrado el rumbo que la llevaría hasta su destino, o al menos eso era lo que pensaba Chikao en ese instante, pero ocurrió algo que dejó a Chikao, algo extrañado… Observó a Eira dejar escapar un suspiro…

“¿¿¿Ehhh…??? ¿Qué es lo que está pasando aquí…? No creo que haya suspirado por algo que dije… nah, de seguro ha de querer llegar a tiempo, y estoy siendo una carga para ella… ”


“Pues ya sabes que hacer Chikao… deja esos comentarios tontos, y en la medida en que puedas ¡¡¡AYUDA!!!”


La mirada de Eira hacia Chikao no había cambiado, pero luego dijo algo que pareció a una sentencia de muerte…

“¿qué comes que adivinas Chikao?... Aunque yo te recomendaría que si ya sabes lo que pienso estés preparado para algún tipo de ataque mortal de mi parte...”

“Como si no fuera evidente que lo que quiere es liquidarme aquí mismo, solo que no tiene el tiempo necesario para hacerlo porque un compromiso anterior se lo están impidiendo…”


-Lo tengo en cuenta desde que por desgracia mía… caí encima de ti, Eira, créeme que no ha sido mi intención, como tampoco lo es ser una carga para ti… Pero no entenderías mis motivos, así te lo explicase detalladamente…-


En ese momento, Chikao, se detuvo por un momento, bajó la mirada unos segundos, y dejó salir él también un suspiro. Quería que supiera que no representaba un peligro para ella… solo quería acompañarle hasta donde sea que fuese, como un caballero, pero en la mente de ella seguía siendo un enviado de sus enemigos para encontrarle defectos…

Luego, Eira le indicó la dirección a seguir para llegar a destino. En un intento por demostrar que no era una amenaza a su lado, sino lo contrario… le ofreció su bata a Eira, pero recibió a cambio…


“-No es justamente lo que tengo es frío... En todo caso gracias...-”



“Sí, claro, Eira, mi bata está untada de veneno, y por ello te la estoy ofreciendo… jajajaja… Si de verdad tiene esa idea en la cabeza… Ha de sentirse muy sola, o bien, hay algo más que no me dice con palabras… ”


Había algo extraño que todavía Chikao no podía descifrar… Eira había estado a unos pocos momentos de aceptar la oferta de Chikao, pero a último momento decidió declinarla…
A la distancia decidió seguir a Eira, a medida que pasaba el tiempo con ella, iba haciéndose una idea de cómo era…


-Oye Eira, dime ¿Llegaste a conocer a tus padres…? Esto no se lo he dicho a nadie y preferiría quedase entre nosotros… yo no les conocí, fui creado… Aunque no es mandatario respondas, después de todo... solo soy un accidente con el que has tropezado-


“¿Acaso te golpeó aquella esfera de energía…?”

Quizás debería probar como actuaría Eira, ante un evento que pusiera la vida de Chikao en peligro... pero era necesario que se dieran algunas condiciones... y de a poco Chikao, conseguiría que se dieran...

Por un momento su corazón dio un vuelco terrible y su alma fue envargada por una fuerte sensación de dolor, odio, ira, impotencia y tristeza demaciado fuerte como para contralar ahora el rumbo que estaban tomando sus pensamientos y como para evitarle pensar. Por un momento tuvo el leve presentimiento que Astaroth iba a disparar una esfera de energía sin que ella se lo pidiese, pero la gema simplemente relució demaciado y se apagó como si fuese un foco quemado la miró y pensó "Padre, simplemente lo que me distes de regalo el día de tu muerte es una porquería...". Suspiró tristemente y por un momento miró con un rostro triste a Chikao cuando le contaba un poco de su historia y después simplemente se volvió a caminar un poco mientras buscaba algo en su bolsillo.

"Dos, tres pasos, un tiempo... Nada..." Cuando al fin sacó las manos de su bolsillo dejó ver una cruz con finísimas decoraciones, la cruz de su amada madre y dijo mirando el piso y soltando la cruz para que sea sostenida solamente por la cadena que estaba amarrada a esta-Es un recuerdo de mi amada madre que me llevé conmigo el día que murio... Y mi arma es el recuerdo de mi padre que me lo obsequió en contra de mi voluntad en su lecho de muerte...- la cruz inmediatamente se empezó a mover al ritmo de Etsuko mientras que su tono de voz era ahogado en la tristeza-Tuve la dicha y la desdicha de conocerlos a ambos...- por un momento olvidó que aquella cruz no era como cualquier cruz, era reconocida por ser la cruz de su madre, aunque en ese momento simplemente su cerebro había dejado de pensar.