¿Esto... es una cita? [Priv. Blares]

Lo bueno era que aun era temprano cuando salieron del bosque, porque cuando llegaron al centro de la Ciudad ya eran casi las 10 a.m. Mientras caminaban Sakura veía a la gente en sus actividades cotidianas: desde niños que jugaban y parejas que salían a pasear en el parque, hasta vendedores que apenas estaban abriendo sus negocios y los proveedores llegaban con los productos del día... Una ciudad muy pintoresca y llena de gente de varias formas y tamaños.

- Etto... es por aquí- comentó mientras tomaba al castaño con delicadeza del brazo para guiarlo. Por la forma como estaba sujeta a él, parecían una pareja joven en un día de paseo... la simple idea le hacía ruborizarse de la pena.

Finalmente llegaron a un establecimiento con las palabras "El Edén" adornando elegantemente la fachada del restaurante. Normalmente era un lugar muy conocido entre las personas de Hokkan, pero debido a la hora todavía no había mucha clientela, por lo que ambos jóvenes se adentraron en el lugar y buscaron una mesa para sentarse. Inmediatamente una joven mesera llegó y con un gesto amable les entregó los menús para revisarlos.

- Veamos... yo voy a querer el paquete 3, porfavor...- le dijo amablemente a la mesera para luego voltearse a Blares y sonreírle con dulzura- ¿tú que vas a querer, Blares-san?

Al principio anduve algo extraño por la forma que íbamos caminando, me gustaba mucho pues la compañía de Sakura era una completa bendición, pero por cada calle que pasábamos varias miradas se echaban sobre nosotros, como si nos estuvieran midiendo o examinando para unos malvados o traviesos planes, aunque lo mas extraño era la vuelta de sus miradas cuando se las correspondía a ellos en su lugar, a pesar de todo, siendo esta amable y confusa. Por otro lado aun me seguía preguntando como podía seguir estando con Sakura, una chica tan magnifica como ella con un chico como yo, -Sakura ... no se lo que esperas que sea para ti, pero ... creo que puedes conseguir algo mucho mejor que yo. Etto ... yo seguiré siendo tu amigo y te querré por igual o mas, pero creo que eres demasiado buena para mi, le dije con la cabeza algo agachada y casi susurrándole, para que no fuera a oídos ajenos.

Desde luego, un desayuno estaba claro que iba a tener con ella y nada mas llegar al restaurante, me quede con la boca abierta, estaba en plena ciudad, en una calle abierta a todos y aunque ahora estuviera casi vacío a la hora punta seguro que estaría abarrotado. Antes de que pudiera reaccionar, mi mano salio volando hacia adentro tirada por Sakura, acabe sentado en una silla justo al frente de Sakura, la chica mas bella que había visto hasta el momento y la cual me tenia cautivo en un sueño viviente, el cual se rompió casi al instante de llegar una camarera. Observe el menú y sus platos, todos y cada uno de ellos tenían una pinta exquisita, pero no sabia muy bien cual elegir, a parte de que mi presupuesto no es que fuera muy abundante. Al final decidí a que eligiera Sakura primero, -Las damas primero, una vez echo el pedido, deje el menú sobre la mesa tras una ultima mirada y me decante por lo mismo que pidió Sakura, -Creo que tomare lo mismo que la dama, le dije a la camarera con una sonrisa, para luego trasladarla a Sakura.

La mesera tomó los pedidos y con una sonrisa, se retiró dejando a los 2 jóvenes solos. Pese a que anteriormente habían tenido temas para platicar, ahora no se le ocurría ninguna cosa; esto se debía a que la ojiazul aun le daba vueltas a lo que el chico le acababa de decir antes de entrar al restaurante.

Podía decirse que las palabras que le había dicho le dolieron, y mucho. Pese a ser muy inocente era una chica, y en el idioma de las féminas el "creo que puedes conseguir algo mucho mejor que yo" y el "eres demasiado buena para mi" significaban una forma indirecta y no tan cruel de decir: "no estoy interesado".

- Entonces... ¿no te gusto?- pese a que se mantenía calmada y hablaba en un tono bajo de voz en todo momento, en su mirada y en su tono de voz se podían apreciar un leve tono de tristeza- Y-ya veo. Perdona... creo que malinterpreté tus sentimientos entonces...

No quería ponerse triste frente a él. Él había accedido a salir con ella el día anterior, así que, pese a que solo él deseara ser su amigo tenía que pasársela bien. Nuevamente volvió a sonreírle de forma amable, mientras intentaba tragarse la decepción... ya cuando volviera a su habitación podría exteriorizar ese sentimiento.

- Etto... e-esta bien, si solo deseas ser mi amigo no hay problema. Lo que menos quiero es incomodarte. Pero... solo quería que supieras... que lo que te dije allá es verdad...

Mi asombro fue aplastante por lo que dijo a continuación, no me podía creer lo que oía y mucho menos con el tono que lo decía, -Te equivocas Sakura, la verdad es que ... m-me gustas y mucho, y no hay otra cosa que quisiera mas que pasar el resto de mis días contigo. Te dije aquello, por que no se que pudiste ver en un chico tan .... en un chico como yo, le comente con ciertas dudas al final por no saber muy bien cual de tantos adjetivos penosos me iría mejor, y aunque al final no dije ninguno, enfatice mis ultimas palabras con un tono algo irónico.

Mi mano fue reptando lentamente por la mesa, hasta rozar los dedos de la suya y entrelazarse unos con otros, mi rubor estaba acrecentado y mi corazón latía con fuerza en ese momento, -Vamos Sakura .... muestrame esa sonrisa que solo tu sabes darme, o .... tendré que be-besarte de nuevo, le dije teñido de un rojo intenso. Con un poco de ayuda, lleve mi otra mano hasta su rostro y tome con cariño su barbilla, levantándola a la vez que acariciaba su mejilla con mis dedos. Antes de retirar mi mano, tomo un pequeño mechón que caía por su rostro y lo coloque con delicadeza detrás de su oreja, dejando ver de nuevo al completo aquel rostro tan maravilloso y bello, que me había conseguido cautivar.
Mi mano aun no soltaba la suya, aunque si esta quería retirarla no la obligaba a retenerla allí. Con la cabeza algo agachada y con un tono de voz algo avergonzado le comente después, -Y que haremos después, tienes algún plan? ... el silencio se hizo en mi por un instante y segundos después volvió a abrirse mi boca para decir, -etto ... m-me podrías enseñar donde vives, si quieres.

Ahora ella fue la sorprendida por lo que él decía... ¿Cómo era que ella se había fijado en alguien como él? Incluso la pregunta estaba la respuesta. Dejó tomar con suavidad su mano y esperó a que él terminara de explicar el porqué de su comentario, sonrojándose levemente por la caricia en su mejilla y la forma como acomodó elegantemente aquel mechón de su cabello tras su oreja.

- No deberías restarte valor, Blares-san. A decir verdad, yo soy la que debería preguntarse eso... - comentó con una sonrisa apenada pero contenta- Eres un chico maravilloso, estoy segura que cualquier chica estaría feliz contigo. A decir verdad estoy muy agradecida que te fijaras en mí...

- ¡Perdonen por la espera!- dijo la mesera cuando regresó con sus pedidos- Si necesitan algo más no duden en pedirlo.

- Gracias

El pedido consistía en un paquete con huevos y salchichas, verduras y unas rebanadas de pan con mantequilla, acompañado de una crema de vegetales y una taza de té.

Desayuno:

- ¡Se ve delicioso! ¡Itadakimasu!

Con delicadeza y elegancia tomó la taza entre sus manos para acercarla a su rostro, disfrutando el aroma del té antes de darle un leve sorbo, aunque la propuesta de Blares de conocer su casa le tomó por sorpresa, por lo que tratando de no atragantarse terminó de beber y se limpió con cuidado la boca con una servilleta.

- Etto... me encantaría, pero...- sonrió nerviosamente- me temo que mi residencia actual esta en un lugar donde está prohibida la entrada a los civiles... gomen.

No hubo ni una de sus palabras que no me llenara de felicidad en aquel momento, sonreí a la par que mi rubor se intensificaba a cada segundo que mis ojos seguían clavados en los suyos. Aquel pequeño trance se rompió cuando vino la camarera disculpándose por la tardanza, -No te preocupes, haces un magnifico trabajo, le dije a la camarera con una sonrisa antes de que se marchara.

La cantidad de cubiertos me desconcertaba, como podía comer alguien algo con tantos cubiertos. Tome uno de tantos tenedores que había y junte mis manos antes de pinchar varios ingredientes de los que habían traido, -Itadakimasu, repetí al igual que Sakura, mientras metía en mi boca una pequeña porción de verduras, salchicha y un poco de huevo.
-Mmm esto esta delicioso, comente mientras metía otro bocado en mi boca de aquel delicioso desayuno. Después de tragar aquella porción de comida, mire detenidamente a Sakura unos segundos, -Te felicito por escoger un lugar tan precioso como este, aunque ... después de probar ayer parte de tu bento, ... no creo que ninguna comida iguale ese maravilloso sabor. Etto ... me encantaría volver a comer contigo, si no te molesta demasiado. Aquella extraña negación me dejo algo triste, aunque era algo lógico y normal, aunque una pregunta aparecía en mi mente, -Es una pena, tenia ganas de conocerte mejor. Etto ... puedo preguntarte donde trabajas o a que te dedicas, me resulta extraño que seas de un lugar con tanta seguridad, levante ligeramente mis hombros con algo de inconformidad, aunque tampoco esperaba una respuesta si ella no quería darmela.

Rió levemente al ver como su acompañante se confundía por tanto cubierto, al parecer era la primera vez que comía con los cubiertos completos de una vajilla, por lo que en un pequeño gesto amable la rubia le indicó que tenedor antes de tomar un pan y untarle un poco de mantequilla.

- Claro, por mi encantada- sonrió mientras le daba una mordida al pan. Después de tragar lo miró un poco apenada y preguntó- etto... sería... ¿algo así como una cita?

Por unos segundos el ambiente se hizo tenso, casi como si la pregunta hubiera marcado un silencio por parte de ambos. Sakura decidió imitar ahora a su compañero y cortar una porción del huevo y las salchichas para combinarlo con los champiñones... o tenían mucha hambre o este desayuno era delicioso...

- Pues... la verdad es que soy miembro de la Asociación de Magos. Nuestro deber es proteger a Hokkan y sus habitantes, bajo las órdenes de nuestro rey- respondió a la pregunta con algo de pena- etto... lamento no habértelo dicho antes, pero no quería que pensaras que te estaba investigando.

Cuando me pregunto aquello Sakura, casi me atragante con la comida que había en mi boca, tosí un poco y trague con algo de dificultad con un ligero tono rojizo que no sabría si era por la sensación de asfixia o por lo que sentía por Sakura. Mi mano recorrió el mismo camino que antes, por encima de la mesa, hasta topar con la suya, para posarse sobre esta con una dulce y cariñosa caricia por mi parte, -Etto ... tu quieres ... que sea una cita? le pregunte ante la duda con el rubor aun presente en mi todo mi rostro alegre y adornado con una grácil sonrisa.

Mis ojos se abrieron como platos cuando escuche como respondía a mi pregunta, jamas me imagine que fuera por eso, -Wooo ... musite ante el asombro, -... no tienes por que disculparte por nada, comprendo lo que ocurre y por que lo mantuviste en secreto. Aunque lo que mas me sorprende es ... ver como una chica tan joven y hermosa ha conseguido llegar tan lejos, no fue por indiferencia por lo que gire la cabeza hacia un lado, si no por aquellas palabras que había utilizado y que mostraban claramente parte de mis sentimientos hacia ella. -Etto .... siento lo que dije, .... es que ..., m-me pareces hermosa pero no quiero estropear nada, s-si hay otro en tu vida, volví a agachar la cabeza con algo de pena, según su contestación me sentiría de una forma u otra, pero no podía escoger cambiar lo que ella sentía o lo que ella quería, "ves como el amor es tan horrible, te hace pedazos cuando menos lo esperas" apareció en mi mente por un instante, dándome mucho en lo que pensar.

-Etto .... siento lo que dije, .... es que ..., m-me pareces hermosa pero no quiero estropear nada, s-si hay otro en tu vida- volví a agachar la cabeza con algo de pena

En cierta forma no sabía si sentirse halagada o molesta por ese comentario, por lo que con un ademán con la mano le hizo señal de que se acercara un poco para después pockear con suavidad 2 dedos en la frente del chico como una forma de reproche.

- Blares-san... ¿realmente me creerías capaz de estar con otra persona aun cuando te dije que me gustabas?- le preguntó con seriedad pero no enojo- ¿realmente me crees ese tipo de chica?

Pese a sonar tranquila y educada en todo momento en realidad si se sentía ofendida. A ninguna chica le gustaba que pensaran eso de una, y pese a ser muy inocente y no captar las indirectas, ella no era la excepción.

- Blares-san, si dije que me gustas es porque es la verdad. No necesito un motivo para que me gustes, ya que eso es algo que se siente y no se piensa... así que porfavor deja de restarte valor a ti mismo, de lo contrario me molestaré mucho...

A la señal de Sakura, se acerco hacia ella quedando totalmente expuesto a aquel poke que recibió, se llevo la mano a donde recibió el golpe, mientras volvía a su asiento. Con cuidado se restregó y su rostro quedo algo confuso, la desilusión de ella parecía algo notable por cada segundo que pasaba observándola y pensando en lo que había podido decir u hacer que le sentara mal.
Tras mis dudas y consultas mentales, caí en que mis palabras habían sido algo desconsideradas al decir aquello, después de todo lo que había vivido con Sakura, no era lógico que dijera aquello. Mi cabeza descendió lentamente, hasta quedar con mi rostro parcialmente oculto por la sombra de mi cabello, -Gomennasai ... no debí haber dicho eso, soy un tonto, lleve mis manos a mi rostro y comencé a restregar lenta y cuidadosamente. Para cuando mi rostro se alzo, parecía que no había pasado nada, volvía a tener una leve sonrisa y mis ojos brillaban con alegría al ver que Sakura aun seguía allí.
Negué con la cabeza ante su pregunta, -En absoluto, estaba totalmente confundido, pero no volveré a cometer el mismo error ... confía en mi.

Tome otro bocado de aquel delicioso desayuno y bebí un poco de te para ayudar a tragar y darme fuerzas para decir lo siguiente. Corrí con cuidado y sin no hacer mucho ruido la silla, dejando esta cerca de Sakura, mis manos tomaron la suya y mientras mi rubor iba en un aumento incontrolable, estas llevaron el reverso hasta mi rostro para dejar impreso un delicado beso, -Lamento haber dicho tantas barbaridades, así que supongo que si, ... la respuesta a tu pregunta es si .... esta es nuestra primera cita, declare lentamente y midiendo mis palabras con cuidado, mientras mi mano pasaba por su espalda tomando su hombro para abrazarla con amor.

Sonrió un poco más tranquila cuando Blares se dio cuenta de su error y prosiguió a disculparse; no quería ser dura con él, en realidad le alegraba, pero no le gustaba que Blares se quitara tanto valor y le diera tanto a ella... ella no era tan maravillosa como él creía...

- N-no te tienes porqué disculpar, no hiciste nada malo- sonrió con gentileza mientras cortaba otra porción de su desayuno, tomando un pedazo del pan para remojarlo en la yema del huevo- Pero no me gusta que te quites tanta importancia. Eres alguien muy especial, podría decir que... soy muy afortunada de que te hayas fijado en mí.


Con este último comentario su rostro había adquirido un leve rubor, el cual se intensificó más cuando la tomó por los hombros para abrazarla y mencionó que esta era su primera cita. Sakura cerró los ojos y sonrió apaciblemente mientras se dejaba abrazar... le gustaba su calidez y su gentileza...

Nada mas sentir el roce de su cuerpo contra el mio, una inmensa felicidad me inundo por completo. El cariño que sentíamos ambos era casi transpirable, y no solo para nosotros, si no para cualquiera que nos observara a una cierta distancia.
Mi mano se poso sobre su cabeza, golpeando esta varias veces con un cariño sobrecogedor para después deslizarla por sus largas hebras doradas y sedosas, Era tan maravillosa la sensación que mi mano no se cansaba de pasar una y otra vez, sintiendo también cada milímetro de su espalda e incluso el principio de sus caderas, antes de que mi mano se retirara para recuperar de nuevo su ruta. Mi cabeza se apoyo lentamente sobre la suya sin dejar todo mi peso, para no molestarla demasiado, mi respiración parecía entrecortada, exhalaba con normalidad pero inhalaba profundamente, sintiendo así todo su aroma y fragancia que me transmitía.

-Pero tu tampoco te quites merito ni valor alguno, eres maravillosa y .... muy hermosa, era imposible no fijarse en alguien así, pero .... lo que .... s-siento por ti, viene de lo que hemos pasado juntos y de como me has tratado, le dije con unas palabras suaves y cien por cien sinceras, sin llegar a apartar mi cabeza de la suya.
Los segundos pasaron mientras ambos estábamos juntos, pero al final mi cuerpo se separo y volvió a como estaba antes, tome el tenedor y pinche varios ingredientes mas de los que había en el plato, -Donde te apetecerá ir después ... Yuk... Sakura? por poco se me escapo, mi rubor parecía haber vuelto a la normalidad pero tras ese error por mi parte, volvió a retomar su color mas vivo que nunca. Tome el tenedor y devore la comida que había pinchada.

Su rostro adquirió más rubor, no solo por la cercanía, sino por que algunas de las miradas del restaurante estaban sobre ellos; parecían una pareja joven compartiendo un desayuno. Podía sentir las manos del mayor acariciando su cabeza y pasando la punta de sus dedos por aquellos mechones dorados que caían sobre su cabeza.

- Etto... no sé, ¿a donde te gustaría ir?- preguntó una vez que el castaño se separó de ella para seguir desayunando- La ciudad es muy grande. Podríamos ir al parque, o incluso podríamos ir al teatro, o simplemente podríamos pasear por ahí...

Mientras esperaba su respuesta, Sakura cortó otra porción de su desayuno para degustar, para luego tomar la cuchara y tomar un poco de la crema de verduras que yacía al lado de su plato... La comida simplemente sabía deliciosa, más cuando alguien te acompañaba. De forma tímida arrastró su mano sobre la mesa hasta acariciar con suavidad la mano del ojiverde en un gesto de cariño...

Recogi los ultimos pedacitos que quedaban esparcidos por el plato con el tenedor, dejandolo casi tan limpio como una patena. las deguste como todo bocado anterior y despues de tragar, solo levante los hombros mientras mi cabeza giraba con lentitud hacia la derecha e izquierda, -La verdad es que me da igual donde ir, correspondi a aquella mano que buscaba la mia, entrelazando mis dedos a la suya, mientras el rubor y una sonrisa de cariño aparecian en mi rostro, -Etto ... la verdad es que .... si estoy contigo, cualquier lugar .... es maravilloso y bello.

-Quizás el parque pueda ser una buena idea, comente instantes después de un silencio que podía resultar algo incomodo, -Es un sitio tranquilo y podemos dar un paseo mientras tanto, sonreí cada vez mas, con cada palabra y caricia de nuestras manos, que se rozaban con tanto calor por el cariño que no lograba comprender como no dejaban quemaduras a su paso.

Off: Siento la escases del post, no es que me pillara sin mucha imaginación si no que no sabia muy bien que poner mas ^^

Al parecer su compañero ya había terminado las últimas porciones de su desayuno, por lo que Sakura no se quedó atrás y terminó el resto de su crema de vegetales para luego tomar su taza de té y darle unos cuantos sorbos para terminar su contenido.

- Gracias por la comida

El desayuno pudo calificarlo como perfecto y la compañía, aun más. Cuando la mesera se acercó para retirar los platos pagaron la cuenta, luego se puso de pie y le extendió la mano al castaño para levantarse.

- Ven, vamos- comentó mientras lo tomaba del brazo y lo guiaba fuera del establecimiento- Tenemos un día para divertirnos

El parque era un lugar muy grande, repleto de áreas verdes decoradas con hermosas plantas y una que otra escultura y unos cuantos senderos donde las personas paseaban tranquilamente. Justo a la mitad del parque había una enorme fuente llena de detalles.

- Etto... Blares-san, ¿puedo preguntarte algo?- la rubia lo miró con algo de curiosidad- Ayer no pude evitar ver que salieron unas cuantas escamas de tu cuerpo cuando peleabas por recuperar el control de ti mismo... ¿porqué?

No tardamos casi nada en salir del establecimiento, si se hubiera tratado de algún anime podría decirse que Sakura tiraba tanto de mi brazo que me llevaría volando por todo el establecimiento, esquivando mesas y clientes como una maestra mientras yo recibía todos los golpes quedando prácticamente inconsciente. Nada mas abrir los ojos ya me encontraba a las afueras del local y frente a un pequeño parque lleno de vida. Mi corazón latía despacio pero con pasión, respire varias veces para llenarme con las nuevas fragancias que revivían mi ser y alegraban mi alma, aunque mas que otra cosa, lo que mas me entusiasmaba era que mi mano estaba con la de Sakura, abrazada y bien sujeta, con todos y cada uno de los dedos entrelazados con los suyos, al igual que se veía en las parejas que pasaban frente a nosotros, sonriendo felices de estar juntos.

Como si una caricia del viento me empujara por atrás, mis piernas comenzaron a caminar por el paseo que nos deparaba el parque. Observe con atención a Sakura, -Claro que puedes preguntarme, lo que tu quieras, le dije, estaba feliz de estar junto a ella, pero lo que pregunto hizo que mi mano se tensara solo un breve instante, suficiente para que lo notara Sakura aunque no le hubiera echo daño. Mi cabeza se desvió hacia un lado, no sabia que había llegado a producirse ese cambio, -... no tienes por que preocuparte por ello, no es nada malo, etto .... te molesta que sea tan .... extraño? no sabia muy bien como le sentaría, lo que era en realidad, un pequeño dolor comenzó a aparecer en mi, un dolor a que no volviera a verla, pero otra parte de mi ser mas oculta y nueva para mi me susurraba algo débil que calmaba lentamente aquellos sentimientos, -.... tenia miedo de mi, temía que ... pudiera hacerte daño, quizás paso por el enfado que tuve, le comente al ser lo único que sabia respecto a lo ocurrido, siendo prácticamente toda la verdad.

Blares pareció tensarse con aquella pregunta, o al menos eso pudo notar la menor debido a que los dedos que entrelazaban su mano se pusieron rígidos y un aura de incomodidad comenzó a sentirse por parte del castaño, por lo que Sakura intentó calmarlo con una suave caricia en su mano.

- Tranquilo...- sonrió amablemente, para luego negar con la cabeza ante su pregunta- Para nada, no eres extraño. Me gustas tal como eres.

Lo que si lo veía era intrigado y confundido, pareciera que tuviera miedo a algo. En cierta forma no podía evitar verse reflejada en él; ella también tenía un lado que ocultar. Con mucha suavidad llevó su mano libre al rostro del chico y lo acarició para relajarlo.

- Tranquilo, yo estoy aquí. No te dejare solo

No supe como reaccionar a lo que escuche, sus palabras fueron tan directas y tan precisas que consiguieron atravesar mi alma. El rubor comenzaba a aparecer en mi, despacio y sin notarse demasiado hasta que su mano rozo mi mejilla, justo en ese instante me deje llevar ante el placer y calidez que sentía cerrando los ojos un solo instante, mientras que mi rubor aumentaba de golpe, como si se tratara de una bombilla roja y se hubiera encendido en el acto de aquel roce.

Parpadee varias veces para ver mi situación, como si se hubiera estado moviendo mi cuerpo solo y sin yo quererlo, me percate de la cercanía de Sakura a mi. Me había dado la vuelta, para plantarme justo delante y estando por un lado quieto, por otro no dejaba de moverme, todo mi cuerpo estaba completamente estático, sin embargo mis ojos indagaban cada vez mas profundo en los hermosos orbes de Sakura, a parte de verme reflejados en ellos, me ilusionaba ver como su mirada me cautivaba por cada segundo que pasaba con ella. Mi mano libre, con dulzura y cariño tomo su cintura, reptando con caricias cada centímetro de su tersa y suave piel, para después arremeter su cuerpo contra el mio con dulzura, hasta tal punto que podía notar como no había ningún espacio entre ambos, pudiendo notar el calor del otro y el leve tamborileo de nuestros corazones, -Me alegro de que digas eso Sakura, por que yo ... tampoco te dejaré.

El describir que el rostro de Sakura estaba sonrojado era poco para describirlo, ya que su rostro parecía una luz navideña debido a la intensidad del rubor que adornaba sus mejillas. Estaba tan cerca del cuerpo del castaño que podía jurar que sentía su corazón latir a sincronía con el suyo, y aquel agarre firme que tenía en su cintura con su brazo le impedía alejarse unos pasos para darle algo de espacio.

Las palabras del dragón eran tan dulces que no había forma de describir lo que la menor sentía en esos momentos; simplemente cerró sus ojos mientras apoyaba su cabeza en el pecho del castaño y aferraba con suavidad sus menuditos brazos a la amplia espalda del muchacho, correspondiendo el abrazo.

- Sé que apenas nos conocemos, pero estoy feliz de haberte conocido, Blares-san...

Todo el tiempo parecía haberse detenido para ambos, aquel abrazo fue tan majestuoso que nadie hubiera podido separarlos tan fácilmente. La mano que andaba por la suave y sensual cintura de Sakura, tomo otro rumbo, un rumbo que lo ocasiono un instinto oculto sin si quiera darse cuenta el dueño de que es lo que estaba haciendo exactamente. Descendió despacio y con ligeras pero cariñosas caricias hasta uno de sus gluteos, donde aprisiono este con dulzura pero suficiente fuerza como para alzar su cuerpo, provocando que este se restregara mas al suyo en la cálida subida con intención de unir ambos rostros por sus labios, unos labios que al menos el deseaba poseer. El cuerpo se mantuvo con cierta firmeza que hasta pasados unos largos segundos no volvió a descender. Los ojos se cerraron justo cuando la unión se produjo, el cuerpo pareció abandonar toda existencia, dejándose llevar ante lo que aquel beso transmitía, una inmensa cantidad de amor y placer, a la vez que la calidez, aromas y hasta ciertos fluidos se combinaban para ser aun mas maravillosos.

Aun habiendo dejado a Sakura en el suelo, tarde varios segundos mas en abrir los ojos, unos ojos que nada mostrarse transmitían pura felicidad. De nuevo y como hacia a menudo me había vuelto a dejar llevar, el rubor se incremento hasta un color inimaginable mientras negaba con mi cabeza y parpadeaba varias veces, intentando rebajarlo sin éxito alguno, -Gomennasai .... etto .... siento lo que hice, le dije con algo de pena al volver haberla tomado sin su permiso, -creo que .... etto ... me volví adicto a tus labios, le comente con un dulce y suave susurro cerca de su oído, para después desviar mi rostro hacia un lado ocultando vagamente la inmensidad de mi rubor y cambios que podrían ocurrirse si seguía mirando de aquella manera a Sakura.

Un pequeño quejido de sorpresa salió de sus labios al sentir como la mano que yacía su cintura fue bajando con lentitud hasta posarse en su trasero, apretándolo con suavidad y levantando levemente del piso el menudito cuerpo de la rubia para pegar su cuerpo más al suyo y unir sus labios en un beso lleno de amor y pasión. Por unos segundos mantuvo los ojos abiertos aun por la sorpresa de sus acciones, pero finalmente fue cediendo hasta corresponderle nuevamente, rodeando con timidez su cuello con sus brazos para no cargarle todo el peso de su cuerpo; incluso hubo unos segundos en los que aquel beso se iba tornando cada vez más intenso, casi sintiendo como inconscientemente iban abriendo más sus bocas debido a la falta de oxígeno y como las lenguas de ambos amenazaban con empezar a entrelazarse y jugar entre ellas.

Sin embargo tuvieron que separarse por falta de aire, mostrándole a Blares que ella estaba en las mismas condiciones que él en cuanto a rubor, por lo que una vez que la dejó en el suelo se acercó al oído de la rubia y se disculpó en susurros junto a su oído; la rubia negó con la cabeza dando a entender que no necesitaba disculparse, mientras se alejaba un paso para ver el rostro ruborizado del ojiverde.

- Esta bien... etto... a decir verdad, no entiendo como te pudiste fijar en alguien como yo...- desvió la mirada con un poco de pena- Aun soy una niña, y no tengo nada que podría interesar...

Aunque sus palabras pudieran ser para muchos oídos cálidas y cariñosas, para mi me resultaron diferentes, un pequeño escalofrío recorrió todo mi cuerpo, de pies a cabeza abriendo mis ojos lo mas que podía y dejando mis brazos por un momento rígidos pero separados de ella, para que no lo notara. Cerré los ojos unos segundos, y tras abrirlos recordé unas palabras, pase el dorso de mi mano por su mejilla de una forma tan delicada que casi se dejaban de rozar, -No te preocupes por eso Sakura, me caes muy bien y es por eso por lo que estoy contigo, desvíe la vista ligeramente hacia el suelo, mientras mi tono comenzaba a decaer, -No me importa la edad que tengas, lo que yo siento ... por ti, se encuentra fuera de su alcance, nada mas decir eso, pasando mis manos por su cintura, recogí una de las suyas con una dulzura igual a las caricias de los enamorados y cariño como el del beso anterior. Guía a esta hasta mi pecho, justo encima de mi corazón y nada mas posarla en aquel lugar, guarde silencio durante unos largos segundos, -Puedes sentirlo? le pregunte con dulzura, bastante cerca de su oído.

Aun, con su mano en mi pecho, la estreche mas a mi con mi brazo libre, deslizándolo con cuidado por su esbelta figura, -Si no sabes lo que puedes ofrecerme, déjame escogerlo a mi, por que esto .... es mas que suficiente para que me hagas feliz, lentamente fui separando mi rostro, aunque antes de separarlo por completo un beso quedo impreso en su mejilla por mi parte.

Podía sentir la calidez de su corazón latiendo con fuerza a través de su pecho, mientras aquellas cálidas palabras conmovían su corazón. De forma instintiva cerró los ojos y se abrazó a él, para sentir más su cariño, mientras volvía a rodear su cuerpo con sus pequeños brazos... a veces le acomplejaba su altura, pero en esos momentos le alegraba tener el tamaño que tenía.

- Me gustaría saber más de ti...- comentó de forma tímida- etto... también me gustaría que supieras más de mí...

Ahora que se ponía a pensarlo, no sabía de donde venía exactamente Blares, o donde creció, o quienes fueron sus padres; incluso desconocía cuantos años tenía. Lo más seguro era que el ojiverde también se preguntara lo mismo de ella y, aunque le temía que Blares supiera algunas cosas de ella, tampoco quería ser una extraña para él.

Pero por ahora, estar los 2 juntos estaba bien para ella...

El tiempo no parecía pasar para la pareja de jovenes .... o no tan jovenes, el cariño que se transmitían casi era palpable en el ambiente, pero al igual que todas las parejas del parque no llamabamos mucho la atención, aunque de vez en cuando podía notar como alguna mirada nos seguía con atención.
Minutos y horas parecieron pasar para mi, antes de que mi cuerpo se separara del cuerpo de Sakura, mi mano aun tomaba la suya y una sonrisa adornaba mi rostro con alegría, -Eso me encantaría Sakura, pero poco a poco se descubrirá todo, comencé a decir con un tono normal, para después acercar mi rostro al suyo, quedando paralelo al suyo y al mismo nivel, donde deje escapar con una voz traviesa y juguetona a la vez que dulce y cariñosa, -Aunque, ... si das todas las respuestas de golpe, la intriga se perderá, sonreí aun mas al acabar de hablar y acto seguido volví a mi posición, volví a erguir mi espalda mientras mis piernas comenzaban a andar lentamente por aquel paseo que aun se nos deparaba.

La naturaleza se habría de nuevo ante nosotros, con la que cada brisa de aire jugaba y bailaba entre nuestros cuerpos refrescandolos a la par, mientras que el sol seguía impasible en la persecución de este, dejando a su paso los maravillosos rayos que se reflejaban a la perfección en las largas hebras de Sakura, por las cuales paso mi mano, con una caricia dulce para acogerla en un semi-abrazo, donde sopese con dulzura su cuerpo contra el mio.

- S-supongo que tienes razón...- sonrió un poco apenada ante el gesto de cariño del muchacho- Etto... tenemos mucho tiempo para conocernos bien, es mejor no apresurar las cosas.

Mientras seguían caminando, se dejó atraer por el muchacho de ojos verdes en aquel semi-abrazo, mientras disfrutaban la frescura del día y los rayos del sol que acariciaban con suavidad y calentaban la tierra por donde paseaban. Sakura imitaba un poco a las parejas que les veían discretamente para contemplar el andar de aquellos jóvenes... Era extraño ya que nunca pensó que a sus 15 años tuviera a alguien que se interesara por ella de esa forma...

- Entonces, Blares-san; cuéntame un poco de ti. ¿Tienes hermanos?

Esa era una buena pregunta para empezar a conocer al mayor. Ella tenía un hermano y una hermana, ambos mayores por pocos años, por lo que ella quería saber si su compañero tenía buenas experiencias con ellos, si se llevaban bien o si había crecido solo en su hogar toda su vida...