¿Esto... es una cita? [Priv. Blares]

Recuerdo del primer mensaje :

Lo bueno era que aun era temprano cuando salieron del bosque, porque cuando llegaron al centro de la Ciudad ya eran casi las 10 a.m. Mientras caminaban Sakura veía a la gente en sus actividades cotidianas: desde niños que jugaban y parejas que salían a pasear en el parque, hasta vendedores que apenas estaban abriendo sus negocios y los proveedores llegaban con los productos del día... Una ciudad muy pintoresca y llena de gente de varias formas y tamaños.

- Etto... es por aquí- comentó mientras tomaba al castaño con delicadeza del brazo para guiarlo. Por la forma como estaba sujeta a él, parecían una pareja joven en un día de paseo... la simple idea le hacía ruborizarse de la pena.

Finalmente llegaron a un establecimiento con las palabras "El Edén" adornando elegantemente la fachada del restaurante. Normalmente era un lugar muy conocido entre las personas de Hokkan, pero debido a la hora todavía no había mucha clientela, por lo que ambos jóvenes se adentraron en el lugar y buscaron una mesa para sentarse. Inmediatamente una joven mesera llegó y con un gesto amable les entregó los menús para revisarlos.

- Veamos... yo voy a querer el paquete 3, porfavor...- le dijo amablemente a la mesera para luego voltearse a Blares y sonreírle con dulzura- ¿tú que vas a querer, Blares-san?

Con la mirada al frente y las piernas en pleno movimiento sin cesar en absoluto, íbamos avanzando poco a poco por el largo paseo que aun teníamos frente a nosotros, acompañados a veces de alguna que otra pareja mas.El día era cada vez mas maravilloso, podían verse a veces pequeños animalitos llenos de energía, corriendo y saltando por un paraje de miles de colores llenos de vida, -Que maravilloso día hace, no crees? comente en general, aunque si no recibía una respuesta, tampoco pasaba nada, simplemente lo hice por la alegría que sentía en ese momento.

Instantes después, tras escuchar lo que me pregunto Sakura, mis piernas cesaron para curvarse ligeramente en dirección opuesta a la de ella. Mis brazos se separaron de su cuerpo dejando libre así su cuerpo, mis piernas sin embargo retomaron el rumbo y nada mas avanzar un par de metros tome asiento en un cómodo bando junto al paseo, que daba unas hermosas vistas a la naturaleza. Mi cabeza se reclino hacia atrás y una de mis manos se apoyo sobre mi mentón, en una posición pensativa, mientras que la otra mano ofrecía asiento junto a mi con un abaniqueo de esta, -La verdad es que no tengo hermanos, pero me hubiera gustado tener alguno, comencé a decir con un tono gentil y lleno de cariño, -Sobretodo me gustaría haber tenido una hermanita, .... así podría darle el mismo cariño que el que te doy a ti, termine de decir con una sonrisa en mi rostro y un ligero tono de rubor, -Tu tienes algún hermano o hermana?

Simplemente miró a Blares acercarse a una banca para sentarse para luego acercarse y sentarse a su lado mientras escuchaba su relato, para luego finalizar con un leve rubor en su rostro ante su último comentario. De forma apenada desvió su mirada para acomodar un mechón de cabello detrás de su oreja de forma elegante.

- Etto... si, tengo un hermano y una hermana, ambos son más grandes que yo pero por solo 1 o 2 años...- rió levemente- en realidad no nos parecemos mucho.

Pese a estar separados recordaba a la perfección a sus hermanos: Shingo con su carisma y su amplio sentido de la ética, y Kaoru con su persistencia y su... carácter.

- Mi hermano mayor es alguien muy responsable y tranquilo; es el mayor de nosotros 3, pero casi parece un príncipe por su forma de ser. Mientras que mi hermana es muy valiente y llena de confianza; ella vive para las batallas.

Después de decir eso, Sakura levantó la cabeza para ver las nubes y unas cuantas aves pasando sobre su cabeza. A veces eso solía hacer con sus hermanos cuando era más pequeña.

- A veces me gustaría ser un poco más como ellos...

Parecía que no le molestaba demasiado hablar acerca de ese tema. Se veía muy tranquila al hablar de sus hermanos, aunque cada uno de ellos parecía totalmente diferente a ella, ansiaba por algún motivo tener mas en común con ellos, -Y por que ansias ser mas como ellos? le pregunte antes de que cayera mi cabeza hacia atrás, apoyando esta sobre el final del respaldo de aquel banco. Mi vista se quedo fija un buen rato en aquel cielo tan despejado, mientras que por los laterales pequeñas nubes formaban un fino y suave marco para la vista de cualquiera, mientras que el suave y ligero contraste de calor por el sol y las dulces brisas mañaneras hacían la estancia aun mas maravillosa.

Suspire con profundidad y volví a mi posición erguida junto a Sakura, incline mi cabeza hacia ambos lados al igual que mis brazos, hasta el punto que algún crujir se escucho de estos, -Uff que bien me siento,. Por un momento, mi brazo cayo hacia atrás, acompañado de mi cabeza después de ladearla con cuidado, solo tarde unos escasos segundos en volver otra vez a aquella posición, pero en mi mano traía algo. Aunque no lo viera, mi mano se acerco hacia ella con delicadeza, mostrando en el recorrido hasta sus largas hebras, un pequeño lirio blanquecino, el cual pegue y sujete con dulzura y delicadeza entre sus cabellos, junto a su oreja, -Yo creo que te ves esplendida así, ojala no cambies, le comente con una sonrisa, dejando mis manos apoyadas en mis pies.

Off: Siento haber tardado tanto en responder, al igual que lo escaso que me quedo todo.

Aquella suave caricia de su mano para adornar su cabello con aquella pequeña florecilla, sumado a su comentario bastó para que el sonrojo volviera a teñir las mejillas de la chica. Inconscientemente aferró un poco sus manos a la falda de su vestido en señal de pena mientras desviaba ligeramente la mirada al frente.

- Etto... g-gracias- sonrió con timidez- tus palabras siempre me hacen sentir bien, Blares-san...

En cierta forma no sabía responder muy bien la pregunta del chico, ya que él no había tenido la oportunidad de conocer a sus hermanos. Lo más seguro era que si llegara a pasar algún día, Shingo se comportaría de forma cordial mientras que Kaoru lo vería mal por acercarse tanto a su hermana menor.

- Es que... ambos son valientes, no le temen a nada, incluso a dar su vida por su causa y pelear por sus ideales; yo los admiro mucho...- bajó la mirada con algo de nostalgia- pero... yo no soy nada de eso. Sé que soy débil, y que me falta fortaleza... es por eso que me gustaría ser un poco más como ellos. La verdad es que, agradezco que me veas como una persona tan maravillosa pese a que no lo soy realmente...

Más que por su forma de ser, Sakura lo decía principalmente porque ambos ya sabían controlar a la perfección "ese lado" de ellos. No podía evitar sentirse como una debilucha cada vez que recordaba eso...

- Blares-san, ¿tu tienes a alguien a quien admirar?

Por un momento me pareció que el tiempo se parara ante mi, podía estar casi seguro de que aquellas palabras tenían magia en su interior, -Me alegro mucho de que digas eso Sakura. Después de aquel largo tiempo que para cualquier otro, podía haber sido solamente unos segundos, lleve una de mis manos a mi mentón, me había parecido estar hechizado por completo pero esa no era mi cuestión principal, -Y por que quieres parecerte a ellos? y que harás si lo llegas a conseguir? le pregunte con mi cabeza ligeramente desviada hacia atrás, apoyada sobre mi puño, llevando la mirada hacia aquel infinito mar azulado.

El tiempo pasaba sin que dijera nada mas, esperando la contestación de Sakura si es que había alguna, no es que pensara mal por lo que dijera simplemente, tenia algo de curiosidad ante aquel deseo tan profundo que me daba a entender. Pasado un tiempo, tras haberme relajado algo mas y estirado de nuevo, mi voz rompió aquella tranquilidad por mi parte, -Yo creo que cada uno es como es por una razón y no debe seguir el camino de nadie, por eso ... yo me considero libre y sin ataduras, hago lo que quiero y voy ... mis palabras se cortaron por unos segundos y mi mano ascendió en vertical a mi rostro, como si intentara alcanzar el cielo y encerrarlo en mi puño, aunque era algo que de lógica sabia que era imposible obtener, el tacto de mis pies siempre rompía ese sueño, lo único a lo que estaba atado.
Negué con la cabeza, volviendola otra vez hacia el frente, -Aun no conocí a ninguna persona a quien admire de verdad, aunque quien sabe, a veces puedes tenerla incluso delante tuya, no crees? le pregunte con un tono gracioso y simpático, a la vez que mi cabeza adoptaba una ligera inclinación y mis ojos se cerraban, dejando al final una expresión ingenua e inocente en mi rostro.

Con su pregunta Sakura regresó su vista hacia el frente, meditando lo que el chico le había preguntado... era verdad que admiraba a sus hermanos por ser como eran, pero principalmente los admiraba porque ellos ya tenían control sobre sus "otros yo" y no padecían los mismos problemas por los que ella pasaba... Si, tal vez ellos tuvieron sus problemas en su momento, pero le frustraba que pese a todo lo que había pasado aun le temiera a ese lado de ella.

No por decir que las palabras del castaño le reconfortaban un poco, Sakura se sentía un poco tonta por lo de envidiar como eran los demás. La envidia era una de las cosas más feas de este mundo, y al ser mitad demonio entendía esas emociones mejor que un simple humano.

- Es verdad...- comentó con el ánimo un poco bajo- Lo siento...

Debido a su desanimo no había entendido la indirecta que el nómada le había dado, por lo que la ojiazul lo miró confundida mientras ladeaba la cabeza hacia un lado...

Mis ojos se abrieron y parpadearon con cierto asombro, que podía haber dicho para que reaccionara de aquella manera. Un soplo de aire frío, rozo mi rostro y como si fuera un contagio instantaneo, todo mi cuerpo se enfrió de golpe al ver su rostro tan agachado y con aquella expresión tan vulnerable.
Mi mano tomo un camino corto, con cierto temor y duda pero con el cariño y dulzura que solo tenia con ella. Esta se poso con sutileza sobre su hombro, intentando tranquilizar y sacar aquel pensamiento de ella, -No tienes por que disculparte Sakura, cada uno es como es y ... no me desagradas en absoluto, así que no pongas esa carita, un par de mis dedos pasaron por su barbilla tan dulcemente, que la caricia que dejaron provocaron que un ligero rubor comenzara a aparecer de nuevo por mi tez.

La tranquilidad y la calidez que había perdido, de nuevo comenzaban a retomar todo mi cuerpo desde lo mas adentro de todo mi ser. Sus largas hebras, bailaban junto a cada brisa que pasaba, deslizándose cerca de mi rostro para dejar aquel aroma tan maravilloso, el cual tentaba a todos mis sentidos con una calidez muy acogedora, -Puedes estar tranquila Sakura, aun no hay nada que me ofenda de todo lo que hiciste, le comente mientras una de mis manos retomaba aquellas caricias por sus largas hebras doradas, que tanto me gustaban.

Nuevamente aquella caricia que solía hacerle ruborizar volvía a ser parte de la técnica del castaño para levantarle los ánimos. Sakura lo miró un poco sorprendida ante sus gestos para intentar hacerla sentir un poco mejor. No pudo evitar cerrar los ojos al sentir aquella caricia con la que el chico tomó su barbilla, igual que la manera en como desviaba esta para acariciar su cabello, peinando ligeramente aquellas hebras entre sus dedos.

- Blares-san...- por unos segundos permaneció sorprendida, pero luego volvió a cerrar los ojos, esbozando una sonrisa llena de paz- gracias...

No entendía como podía ser tan dulce y amable con ella pese a tener solo 1 día de haberse conocido; amaba aquel corazón lleno de amabilidad y la calidez que este emitía. De forma inconsciente se fue arrimando hasta apoyar su cabeza sobre el pecho del castaño, acomodándose en una especie de abrazo que transmitía su gratitud.

- Aun no conoces el peor lado de mí y, espero que nunca lo hagas. Pero... me siento feliz de estar contigo

Estaba completamente relajado y feliz y no se trataba de la posición en la que me encontraba ni del tiempo que hacia, si no de como me llegaba a tratar aveces Sakura, cuando su cabeza se apoyo sobre mi pecho, mi respiración se entrecorto por una gran respiración, dejando escapar todo el aire de mis pulmones para llenarlos de uno nuevo, con su clara fragancia llegando a cada rincón de mi ser junto a un ligero aroma al lirio de su cabello.

Mi cabeza comenzó a negar con lentitud y con cuidado de no molestarla demasiado, mientras mi mano volvía a retomar sus largas hebras en sus delicadas caricias, -No te preocupes por nada, todo el mundo tiene casi siempre un lado oscuro que ocultar, por alguna razón, me parecía extraño que una persona tan gentil, amable y maravillosa como era Sakura, tuviera un lado tenebroso que ocultar pero como ya había dicho, cualquiera podría tenerlo "no juzgue a un libro por su portada" apareció en mi mente desde un lugar oculto de mi conciencia, "vamos! déjame probar a ....", la extraña y familiar voz parecía no cansarse y cada vez resultaba incluso mas molesta, -No .... te voy a dejar, así que rindete de una vez, dije por accidente en un tono de voz normal.
Todo parecía haber cesado, como de costumbre, aunque solo era temporal siempre volvía mas adelante aquella voz, molestando e incluso .... . En ese momento, justo después de haber dicho aquello, la palidez invadió todo mi rostro, dejando a un lado aquel rubor, era lógico para mi haber dicho aquello, pero para Sakura, que se encontraba recogida en mis brazos podía tener un significado muy diferente. Mi boca se abrió para decir algo, pero el shock ya estaba realizado y lo único que salia por la avertura, era el aire exhalado.

Era lindo que pensara de esa forma... Si, era cierto, todos tienen un lado oscuro que ocultar, eso no lo negaba, pero... a veces lo malo de ser mitad demonio era que ese lado oscuro se materializaba, pensaba, sentía... era como si tu existencia fuera reemplazada por otro ser que intenta existir.

Sin embargo la presencia de Blares le relajaba, no podía evitar confesar que se sentía segura estando con él; era casi como si su simple energía le transmitiera esa sensación de cuidado y confianza. Por unos segundos permaneció en calma en aquel abrazo... al menos así estuvo hasta que el castaño dijo un comentario en voz alta, casi como si estuviera desafiando a un fantasma, por lo que la rubia se separó un poco para mirarlo un poco confundida.

- ¿Pasa... algo malo?

Tal vez el comentario había sido para con ella; la arcanista le había estado insistiendo que ella no valía la pena para un joven sumamente valioso como él, y pese a todo él había insistido en seguir a su lado sin siquiera conocerla del todo. Un nuevo rubor apareció en su rostro mientas asentía apenada con la cabeza.

- Etto... e-esta bien- susurró cohibidamente- Gracias, por estar conmigo...

El shock ya estaba echo, aquellas palabras de cierto compromiso, me habían puesto en un dilema, pero antes de que pudiera si acaso rectificar o explicarme, la voz de Sakura me saco de aquel extraño trance. Mi cabeza negó hacia ambos lados con avidez y una alegría visible sobre el rostro, -Tranquila, estoy bien, aunque estas palabras no querían hurgar mas sobre el tema, debía de darle una explicación y no dejarla así, -etto ... como ya sabes digo muchas tonterías muchas veces, así que no hagas caso a lo que dije, una risa tonta se me escapo, ocultando brevemente aquel sentimiento de culpa que ahora crecía en mi interior por haberle ocultado la verdad.

Aun seguía en aquel abrazo lleno de dulzura, con aquel brazo que no cesaba aun sus caricias por sus largas hebras de intenso color dorado, -No tienes por que darme las gracias por nada, disfruto mucho estando con una amiga tan maravillosa como tu. De nuevo mi vista fue a parar durante unos largos segundos, a aquel inmenso paisaje que se abría ante nosotros, lleno de vida y colores. Me sentía completamente relajado y lleno de armonía, -No se como, pero en tan poco tiempo te has convertido en alguien muy importante para mi, comente sin apartar la vista de aquel paisaje maravilloso, mientras el rubor seguía apareciendo cada vez con mayor intensidad sobre mi rostro. Aunque me costara reconocerlo incluso a mi, a esta personalidad tan amable y sincera, no deseaba por nada separarme de ella y que la marcha se retrasara un poco mas.

No entendía porqué el nerviosismo por parte del dragón, pero no indagaría más si él no lo deseaba. Blares le importaba mucho como para arruinar su amistad por una simple curiosidad.

Aunque ahora que lo pensaba... ¿qué eran ellos 2? No llegaban a ser una pareja, pero tampoco eran solamente amigos. Conforme veía a las parejas pasando esa duda iba creciendo en la cabeza de la rubia, la cual seguía abrazada al ojiverde, pero ahora con la cabeza recostada en el hombro del mayor.

- Etto... Blares-san, ¿puedo preguntarte algo?

Por unos se separó de él para verlo fijamente a los ojos. En la mirada de la arcanista podía norarse un rastro de duda, como si fuera un niño preguntando a su madre sobre el porqué de las cosas.

- ¿Qué somos nosotros? Etto... - un rubor inmediato apareció en su rostro- Sé que yo te gusto y, tú me gustas igual, pero sé que apenas nos conocemos y, dices que somos amigos. Entonces... etto...

Ya no pudo soportar más la pena, por lo que inmediatamente desvió la mirada aun con ese hermoso tono carmesí adornando su rostro. Le era difícil expresar su pregunta, en especial cuando sentía que su corazón latía con tanta fuerza que por unos segundo podía sentirlo palpitar en su garganta...

- Ehm... ¡O-olvida lo que dije! N-no es nada importante. S-solo digo cosas sin sentido...

Asentí como siempre acompañado de una sonrisa ante aquella pregunta, aunque cuando se produjo esta, todo mi cuerpo se paralizo por completo, la sonrisa desapareció pero sin mostrar desacuerdo ni malestar y la tensión poco a poco iba incrementándose. Con la misma delicadeza y cariño que le había mostrado hasta ahora, la tome de sus pequeños hombros para separarla de mi unos centímetros, lo justo y necesario para que nuestras miradas se hicieran prácticamente una, mientras que su ligero rubor provocaba que también apareciera en mi rostro, adecuándose hasta la misma intensidad, mi corazón notaba que algo se aceleraba y que si seguía en aquella posición un tiempo mas, me sudarían hasta las manos por la tensión.

Como si se hubiera hecho una diminuta brecha en aquel inmenso azul, un atisbo de luz y verdad se escapaba por el y mostraba lo que era en realidad, una realidad y una verdad que incumbía solo a las personas presentes. Mi cabeza negó hacia ambos lados, con dulzura pero también con confusión y cierta duda, -Ni yo mismo lo se Sakura, le comente con escasas palabras, intentando expresar lo que sentía y sabia acerca de aquello, -Para nada son cosas sin sentido, ... son cosas curiosas que incluso a mi me hacen recapacitar, etto ... supongo que el tiempo nos ayudara a descubrirlo, una de mis manos iba subiendo hacia su rostro mientras hablaba, para tras acabar dejarse caer lentamente con una caricia por su mejilla, dejando a su paso una calidez llena de sentimientos.

- Y-ya veo...- comentó ya un poco mientras desviaba un poco su mirada- Perdona por haber preguntado... etto... n-no se en que pensaba.

Él tenía razón, apenas estaban iniciando, eso no cabía duda; era normal que Blares no pudiera darle aun una respuesta fija con apenas 2 días de haberse conocido... entonces, ¿porqué sentía ese extraño sentimiento de desilusión dentro de su pecho? Era casi como a un niño que le niegan la sorpresa una vez que ya lo emocionaron con la noticia, mas no dejaría que el castaño se diera cuenta, por lo que volvió a esbozar una sonrisa amigable mientras volvía a recargarse en el hombro del chico.

- Esta bien para mí. Tenemos suficiente tiempo para conocernos bien y saberlo, ¿no crees?

Permanecieron en silencio durante un rato, ya que ella no sabía de qué platicar ahora. Podía escuchar el sonido de la risa de los niños, junto con los murmullos de la gente metida en sus propias pláticas y el sonido de las campanillas del reloj, que marcaba el cambio de hora...

Con cuidado pero siempre con dulzura y cariño, mi brazo rozo el hombro contrario a donde me encontraba en mas de una ocasión, acariciando y frotando para reconfortar y alegrar a Sakura, -Tranquila, no tienes por que disculparte por nada, le comente al mismo tiempo, desvaneciendo aquella disculpa que me había dado ante su pregunta.

Como habíamos dicho ambos, aun teníamos tiempo por delante para conocernos mejor, pero a parte de eso, me seguía sorprendiendo por lo rápido que había adquirido aquellos sentimientos hacia ella, sin saber si quiera, lo que podía ser. Como yo o muchos otros, una forma humana era el disfraz que en si ocultaba la verdadera verdad de nuestro ser, a lo que una pregunta comenzó a rondar por mi cabeza, "sera como yo? que sera en realidad?" repetía y repetía con algo de intriga, aunque por dentro me daba igual lo que fuera. Una de las cosas que tenia claro acerca de ella era, lo maravillosa que era y lo bien que me lo pasaba.
Uno de mis dedos, fue a parar a mi sien, rascando y frotando con algo de duda y curiosidad como en alguna que otra ocasión. Mi mirada se planto en Sakura por un solo instante, para apartarla y seguir con aquella duda que se debatía en mi, -Etto ... Sakura ...., el tiempo puede ser algo relativo también, comencé a decir sin saber muy bien a donde me iban a llevar aquellas palabras, aunque tarde o temprano estaba claro que deberían salir a la luz, [/color]-supongo que como maga, habrás visto o oído hablar de seres bastante longevos, ... que pensarías si yo fuera como ellos?[/color] le comente y pregunte con una voz algo mas baja, al nombrar ciertos detalles ocultos de Sakura.

Su pregunta la dejó más que sorprendida un poco confundida, por lo que la rubia ladeó la cabeza en señal de incertidumbre mientras clavaba su inocente mirada en la del chico.

- Etto... si, sé que hay muchos seres longevos. ¿porqué lo preguntas?

No tenía que irse tan lejos, si su propia familia era el ejemplo perfecto: Su padre era un demonio sangrepura de más de 2000 años, su madre una humana descendiente de ángeles y ella y sus 2 hermanos eran híbridos... si, tal vez no llegarían a los 2000 años de vida como su padre, pero lo más seguro era que vivirían mucho más que un humano.

- En realidad Blares-san, yo ya lo sabía...- comentó con algo de pena por habérselo ocultado- No es que quiera decirle que fue obvio, pero las escamas en su cuerpo y la forma tan rápida como perdió el calor de su cuerpo por la hipotermia me dejó claro que no era un ser humano.

Por unos segundos lo miró tranquilamente, contemplando su reacción ante esa respuesta, para luego sonreír con dulzura y acariciar con suavidad su mejilla con el dorso de su mano; para terminar ese gesto se acercó y depositó en sus labios un corto pero cariñoso beso.

- Sobre lo que pensaría... no tengo nada que pensar. Tampoco preguntaré sobre tu verdadera forma, si no lo deseas- respondió de forma amable- sé que en Hokkan hay muchos humanos que no son muy amigos de los seres diferentes a ellos, pero no todos somos así.

Dicho esto se separó un poco de Blares para recargar su espalda en el respaldo de la banca y contemplar el cielo azul. El viento pasaba por sus cabellos, por lo que instintivamente se llevó una mano a la cabeza para acomodar un mechón de cabello tras su oreja.

- Yo pienso... que no soy nadie para juzgar a los seres vivos por lo que son. Todos somos iguales al final.

Todo lo que dijo me pillo con tanta sorpresa que no pude decir nada, me quede mudo ante aquello. No es que quisiera ocultar la verdad de mi ser a todo el mundo, pero como había dicho ella, temía que me tacharan y expulsaran de allí a donde iba, simplemente por lo que era, al igual que la mínimas relaciones que podía llegar a tener acababan rompiéndose y eso es lo que no quería que pasara con Sakura, por que era una de las primeras personas con la que mas a gusto me encontraba, -Me alegro de que digas eso Sakura, no todo el mundo piensa de tu manera, aunque esa no era la respuesta que espere, me alentó saber también lo que pensaba Sakura al respecto, -Etto ... parece que ya sabes que no soy humano, pero me refería a que .... si s-seguimos juntos ... llegara un momento en el que uno ... etto ... no este, sabiendo todo esto ... aun quieres permanecer conmigo? quizás fue este momento, en el que mi rubor alcanzo la intensidad mas alta, mi corazón se aceleraba mas e incluso las palmas de las manos comenzaban a segregar sudor.

Pase varias veces las palmas de mis manos por encima de mis pantalones, con cierto disimulo para no parecer demasiado evidente ante la tensión y nerviosismo que recorría todo mi cuerpo. Descubierto por Sakura, parte de mi identidad ya era algo evidente, mientras que algo en mi se incrementaba, un sentimiento por descubrir si ella era humana o no, -Sakura .... etto .... aunque quisiera saber la verdad, era imposible para mi preguntar aquello.

No entendía porqué el dragón hacía tantas preguntas extrañas; era casi como si él tuviera miedo de que ella lo rechazara en cualquier momento después de todas las cosas y situaciones que habían ocurrido entre ambos las últimas 48 horas.

- ... ¿porqué me preguntas todo esto?

Sakura no pudo evitar verlo con intriga y algo de confusión sobre su pregunta. Ella ya le había dicho que lo que importaba era vivir el presente, pero él estaba tan enfocado con respecto al "¿qué pasaría si?". Nuevamente Sakura le hizo un ademán para que se acercara para después volverlo a pokear con suavidad en la frente en señal de reproche.

- Blares-san... ¿acaso piensas que te tengo lástima?- preguntó serenamente- ¿Acaso piensas que solo serás una persona pasajera en mi vida?

Con delicadeza tomó una de las manos del joven para después colocarla en su pecho, justo en donde su corazón se encontraba. Los latidos de la chica eran intensos y cálidos, casi podía transmitir sus sentimientos a través de ellos.

- Todo lo que te he dicho ha sido verdad... de lo contrario esto no estaría latiendo.

Todo en mi parecía haberse derrumbado al igual que los cimientos de una edificación tras su demolición, cuando escuche aquellas palabras de ella, -Tienes mucha razón Sakura, soy un tonto al decirte eso, espero que me perdones, le comente, mientras que tanto, mi cabeza iba inclinándose despacio en señal de culpa. Lo que a continuación hizo, fue lo que rompió aquel estado en el que me encontraba sumergido, de una manera tan frágil que parecía estar echo de cristal. había tomado mi mano y la había puesto sobre su pecho, no es que me molestara aquella sensación, es mas la disfrutaba alguna parte tanto oculta como superficial, pero a pesar de aquel contacto y su ubicación, atendí mas a las palabras que me dijo.
Con mi mano aun sobre su pecho, mis ojos se cerraron y como si de la oscuridad apareciera, pequeñas ondas comenzaban a producirse a un lindo compás, que aunque no fuera tan rápido ni al mismo compás que el mio, entre ambos parecían crear una grácil armonía, -Tienes un hermoso y sincero corazón, dije con la voz tan débil, que parecía un susurro junto a ella, un susurro dulce y lleno de cariño, junto a un rostro aun mas intenso en su notoria gama de colores.

Nada mas abrir los ojos y encontrarme su bello rostro frente a mi, no pude evitar acercarme mas a ella, hasta el punto en que un beso por mi parte quedara impreso en su frente, rozando al mismo tiempo parte de su flequillo sin ninguna molestia para después separarme y descender mi rostro, hasta el mismo nivel que el suyo, donde con mas cuidado mis manos acariciaron su barbilla a la vez que mis labios se acercaban a los suyos, para rozarse con un movimiento casi fugaz aunque para pareciera eterno en el momento del roce y la unión.

Aquellos murmullos suaves le dieron a entender que las dudas que había tenido Blares habían quedado claras y ahora sentía que por fin su conciencia estaba en paz. El rubor apareció en el rostro de la rubia al escuchar el cumplido sobre su corazón, para intensificarse más al sentir luego los labios del castaño posarse con suavidad sobre su frente en una muestra de afecto.

- No tienes porqué disculparte... lo digo porque me importas, y mucho...

Una mirada de cariño le dedicó mientras sentía como el mayor acariciaba su mentón, levantándolo levemente para acercarse y besar sus labios en un leve roce, lo que provocó que de forma inconsciente Sakura cerrara sus ojos, disfrutando aquel contacto entre sus labios. Casi como si hubiera sido efecto de una fuerza magnética, ambos se fueron acercando, pasando ella a rodear el cuello del ojiverde de forma tímida con sus brazos mientras intentaba seguir el ritmo de aquel adictivo contacto... Simplemente era difícil de describir la sensación... la suavidad de sus caricias, el calor de su boca...

Sentía que simplemente el corazón le explotaría de latir tan fuerte, y estaba segura que él podía sentirlo debido a la mano que aun yacía sobre su pecho en un gesto de cariño...

Si se hubiera tratado de un sueño, este sin lugar a dudas hubiera sido el mas maravilloso de todos, un simple roce fue lo que lo que produjo, aquel maravilloso sentimiento que en ese preciso momento nos dominaba por completo. Menos de un segundo fue lo que duro para los posibles seres que había al exterior de aquel mundo, pero por mi lado al menos, me parecieron minutos.
Para cuando me separe de ella y abrí los ojos, pude ver su rostro, completamente dibujado de aquel matiz rojizo el cual competía contra el mio. No se por que lo hice, pero como si hubiera perdido el conocimiento de la ubicación de todas las cosas, apreté con cuidado lo que sostenía en mi mano sin si quiera mirarlo, blando y cálido era lo que llegaba a mi mente respecto a aquel tacto que recibía. Mi rostro se fue tornando a una intensidad aun mayor a la misma vez que mi cabeza descendía para descubrir lo que había producido aquel contacto.

En ese momento, el parecido que podía tener con un búho era casi idéntico, por la amplitud de mis orbes, mientras que la tensión de mi cuerpo se había elevado tanto, que mi cuerpo se quedo rígido al mismo modo que se desmoronaba por dentro. No se cuanto tiempo tarde en aquel momento en recuperarme, pero nada mas adquirir el control, mi mano se retiro en el acto, mientras mi cabeza descendía aun mas, mostrando unos claros sentimientos de pena, culpa y vergüenza.

Spoiler:

Los minutos parecieron eternos cuando separaron sus labios, dejando un leve rastro de calidez entre estos que acompasaba con la respiración de ambos y el rubor en sus rostros. Su corazón comenzó a latir con más fuerza cuando sintió como la mano del castaño iba descendiendo de la posición en la que se encontraba, acariciando con las yemas de los dedos la superficie de su pecho hasta posarse en su seno izquierdo, el cual apretó con suavidad.

Esto provocó que la menor emitiera un leve quejido de placer debido a aquel contacto con aquel punto tan sensible de su cuerpo, sintiendo un leve escalofrío recorrer su columna; el rubor en su rostro se había incrementado y de forma casi inmediata había cerrado los ojos mientras un leve suspiro placentero había escapado de sus labios. Por unos segundos su mente había retornado hacia unas horas atrás en aquella cabaña abandonada, recordando aquella situación comprometedora en donde lo único que había separado sus cuerpos era aquella manta con la que ella había cubierto su menudita figura...

Sin embargo, regresó a la realidad al darse cuenta que el mayor había retirado ya su mano y se encontraba bajando la cabeza en señal de disculpa, debido a su gesto tan instintivo. La menor lo miró extrañada, para luego acariciar con suavidad y cariño el rostro del nómada.

- Etto... esta bien... n-no te sientas mal

Aquel leve quejido que profirió Sakura, provoco que todo mi cuerpo colapsara y se congelara por temor en el acto. Sin poder moverme en absoluto, mi cabeza aun seguía descendiendo sin pausa por el arrepentimiento. -Siento mucho ser tan descortés y tan desastroso, etto ... no era mi intención hacerte daño, quizás no le hubiera echo demasiado daño, pero aquel quejido que libero era mas que suficiente para mostrarme que lo que había sentido le había dolido, y no solo eso, a pesar de haberlo echo en un estado de inconsciencia ella podría pensar que lo habría echo con voluntad propia.

Poco después de que aquel shock pasase, recogí la mano que transcurría por mi rostro con dulzura para retirarla de mi, -No se si merezco que seas tan buena conmigo, no dejo de hacerte daño, el rubor aun seguía en mi rostro, incluso con mas intensidad que antes. A pesar de la rigidez que aun luchaba y se negaba de abandonar mi cuerpo, con movimientos algo torpes y lentos me alce frente al banco donde habíamos estado sentados todo ese tiempo. -Aun no conozco al cien por cien lo que siento en mi interior por ti, lo único que se es que .... cuando estoy lejos te echo de menos y no quiero que empeore, comencé a decir con un tono algo débil pero con cada palabra llena de una incontable emoción.

- Etto... n-no me dolió lo que me hiciste, Blares-san- trató de tranquilizar al chico- lo que sentí fue... "diferente"

Era difícil expresar lo que había sentido con aquel leve roce. Fue como aquella vez en lo que estuvieron en la cabaña, justo como en aquel momento en que Blares había comenzado a acariciar su pecho mientras el beso comenzaba a profundizarse. Era una sensación cálida, casi algo que le incitara de forma inconsciente.

Sin embargo el castaño seguía empeñado que cada paso que hacía estaba mal y que en cualquier momento ella se enojaría con él y se iría, por lo que simplemente tomó su rostro con suavidad y unió sus labios a los suyos, pero esta vez de una forma diferente: en ese beso se sentía un rastro de pasión y de aquella calidez que ella sentía cada vez que él lo besaba. Una vez que se separaron lo miró de una forma tranquila pero seria.

- Veo que no quieres entender lo que he dicho anteriormente, pese a que te he demostrado que no me iría de tu lado...

De su bolsillo Sakura sacó un trozo de servilleta del restaurante, donde se encontraba escrita un lugar en el parque y una hora al atardecer, para luego ponerse de pie y tomar su bolso.

- Piensa lo que he dicho. Si realmente te das cuenta de todo lo que he dicho es real y lo aceptas, veme en ese punto a esa hora. ¿Esta bien? De esa forma solo te estoy distrayendo para poner tus emociones y pensamientos en orden...

Dicho esto le dedicó una última sonrisa, movió su mano en señal de despedida y comenzó a caminar fuera del parque. Solo esperaba que realmente Blares recapacitara y se diera cuenta de sus sentimientos hacia él.

- ¡Te estaré esperando!

En la nota decía:

Kiosko este, 6 P.M. ¡No llegues tarde!

Sakura

No era eso exactamente lo que espere recibir, pero me encontraba al contrario de como me había imaginado, no destrozado por un guantazo ni inconsciente tras la paliza, me encontraba abrazado a su pequeña pero bella figura, mientras nuestros labios se fusionaban una vez mas con una pasión que inducíamos ambos y calor que poco a poco se iba acrecentando incluso en mi.

Nada mas separarnos, algo fue a parar a mi mano y la despedida fue tan corta que ni siquiera me dio tiempo a despedirme como era debido, simplemente mi brazo se alzo como el suyo para después caer. Segundos después, cuando perdí de vista la pequeña figura de Sakura, parpadee varias veces y mi cabeza se agito como si quisiera despertar, -... Pero que? entre dudas y no saber como reaccionar ni lo que hacer, como si tuviera control ella sola, mi mano se alzo hasta mi rostro, mostrándome así aquella nota firmada por Sakura, -... el kiosko del este? ... que no llegue tarde? ... a las 6! muchas preguntas se habrían en mi, y ninguna tenia mucho sentido, aquel nuevo trance me había indispuesto de mucha información crucial para esa nota, lo único que tenia claro era la hora, siempre y cuando fuera de ese mismo día.

Aun faltaba bastante para la hora prometida, lo que me hacia falta si no sabia el lugar. busque por los alrededores, pero no vi mas que fuentes, parejas, niños y algún que otro animalito corriendo a esconderse después de ser perseguido por otro par de niños. Estaba en un entorno completamente perdido, solo esperaba que si era ese día el cual debía reunirme con ella, no llegara demasiado tarde.

Spoiler: