Paseo nocturno (privado)

Luego de terminar todo el papeleo del día, y como era su costumbre, tomó su violín y sus cosas, y decidió dar un paseo. Ya había caído la noche y sentía que sería mejor ir acompañada, pero todos estaban ocupados y no quería molestarlos. Por ese mismo motivo, tomó su piedra e invocó a Fenrir. La piedra comenzó a brillar y un círculo mágico se abrió cerca de la arcángel. El mítico lobo negro salió de allí y abrió sus ojos color carmín para observar a la portadora de la piedra. Cuando el lobo se le acercó, Adziel le hizo una pequeña caricia en la cabeza del animal y comenzó a caminar en dirección al bosque. Se sentía segura con Fenrir cerca y agradecía tenerlo con ella. No era solamente su protector sino también su compañero. Disfrutaba tenerlo cerca y Fenrir parecía sentirse igual. Caminaron bastante y cada vez se acercaban más a destino. Luego de una hora, lograron llegar al lugar. Adziel dejó sus cosas a un lado y se sentó a orillas del lago para observar el hermoso paisaje nocturno. Fenrir por su parte recostó su cabeza sobre el regazo de la joven. Era tan agradable para ella compartir algo así con alguien sin importar quién. El tener cerca a Fenrir la alegraba. Miró por unos segundos al animal y comenzó a acariciar su cabeza y su lomo muy cariñosamente mientras volvía a dirigir su mirada al hermoso lago... No había pasado mucho tiempo hasta que ambos sintieron la presencia de alguien más en el lugar. El lobo intranquilo se puso de pie y comenzó a mirar en dirección olor y la presencia que sentía. Adziel permaneció en su lugar con su vista dirigida a ese mismo punto y observando las reacciones de su compañero canino… El animal estaba alerta o quiza en posición de ataque esperando paciente que se acercara. Sus orejas estaban erguidas e inclinadas hacia adelante, su pelaje erizado y su cola alineada con su lomo. Todo aquello era indicio de que la presencia que sentía no era de alguien del reino. Tan pronto como vio como la actitud del animal cambia, se puso de pie y volvió a observar el lugar en cuestión. Con la mirada fija y una expresión seria preguntó: - ¿Quién anda ahí? - Si era una criatura tan peligrosa sabía que debía ser cuidadosa...

El Vampiro de las sombras, iba en trasto explorando los reinos, habia escuchado que una banda de Ladrones se habian decidido robar y quemar un pueblo peqeuno "que le pertenecia" esto no podia ser dejado asi, el Vampiro rastrio a los Criminales e llego a este nocturno lago~ De seguro encontraria pateticos humanos en la cercania, olfateando las criaturas a su al rededor sintio a un Arcangel~... Que hacia uno aqui, a solas. Ketsueki se acercaba con ninguna preocupacion en el mundo hasta la Arcangel viendola con ojos azules claros, Los ojos llamaban inocencia siendo bien llamativos y tentadores para los humanos~ e otras criaturas de este mundo tan puro e impuro. Tsk~ Sussuro, su sombra en la noche estaba poderosa En un Traje oscuro que no mostraba su rostro ni su piel El vampiro extendio las manos en el aire y su sombra, paso por la tierra hasta llegar a la mujer, tal sombra no era notable, puesto que todo en la cercanía tenia sombra.
Buenas Noches. Sussuro esta vez se podia escuchar su voz mientras que caminaba fuera de las sombras con una sonrisa picara, los dientes blancos del vampiro era lo unico visible en tal oscuro lugar; Era casi como si la mujer deseaba jugar a la muerte. El ambiente esta frio, e mojado. Los arboles eran altos e antiguos pero Kronos era mas antiguo que la mayoría de ellos. Arboles y vampiros~ tan cercanos viven de bajo de la tierra nomas mostrando se por barreras protectivas~ Y a quien tengo el placer de hablarle? Pregunto acercandose mas a la mujer con una sonrisa mas extendida mientras que la sombra daba vueltas por la mujer analizando todo a su alrededor, su mascota~ era intrigante pero no peligrosa para el.

La intimidante criatura se acercaba más a ellos y Fenrir cada vez se alarmaba más, ya no solo estaba alerta sino también preparado para atacar si ese ser extraño se atrevía a ponerle un dedo encima a la joven. Esa era su misión y su razón de ser. Un fiel animal imponente y misterioso que estaba dispuesto a hacer lo necesario para proteger a su dueña y compañera. Los ojos del animal observaban al vampiro acercarse mientras mostraba sus grandes y peligrosos colmillos. Cada tanto miraba a su alrededor por la sombra de la criatura que los vigilaba bien de cerca.

Adziel nunca había visto a un vampiro en persona. Sabía de su naturaleza, pero desconocía de sus costumbres. En ningún momento se separó del animal. Procuraba estar lo más cerca de él. Dependiendo de la situación sabía que el animal podía atacar sin piedad. No obstante, si ese vampiro no era mal intencionado, debía calmarlo y evitar cualquier accidente. Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando sintió la presencia de la sombra. No podía verla a simple vista, pero sentía que había algo más ahí.

Una sonrisa llena de confianza se podía observar en el rostro del vampiro al pronunciar esas palabras. Si era alguien del que se podía fiar o no, todo dependía de lo que ocurriera durante ese encuentro. – Buenas noches. - Respondió la joven mientras miraba fijamente al vampiro. – Mi nombre es Adziel. Y... ¿el suyo? - Preguntó algo insegura mientras veía como el lobo se paraba frente a ella y miraba amenazante al vampiro para que no diera un paso más... Sabía que al escuchar su nombre, el vampiro la reconocería de inmediato. No sabía quién era en realidad y si podía considerarse amigo o enemigo. Con la guerra a punto de estallar, y como lo había dicho la reina Etsuko en su momento, no se podía confiar ni en tu propia sombra…

El vampiro se habia quedado quieto viendo a las dos criaturas a su cercanía, mientras que calculaba todo a su alrededor veía a la mujer al decir su nombre mirando la aun con indiferencia, no tenia gusto de alabar a ningún 'dios' quizás dominaba fuerzas en numero pero no dominaba fuerza individual. La sombra del vampiro dio vueltas por la mujer y el Perro, ignorando sus intentos de protegerla, la sombra los rodeaba hasta posarse sobre el árbol detrás de ellos, desde ahi hubiese sido tan facil matarlos.~ Tsk~... Demasiado facil. Replico el vampiro e ladeando la cabeza a un lado se acerco mostrando le los colmillos al perro~ quizás este perro tenia los dientes mas grandes, pero mi mordisco quemaba mas que el suyo. Tronando los dedos la sombra regreso a su pose original, siguiendo cada movimiento que hacia el joven como una sombra debería hacer. El lago brillaba con la luna oscura mientras que todo lo demas se mantenia quieto~ con miedo un estanze frio y perturbador casi como una historia de terror. Tsk~ has visto a humanos por aqui~ Le pregunto acercándose mas con indiferencia, estaba listo para matar a 10 humanos~ si conto bien el olfato que dejaron, malditos traidores de su especie; morirán en el sumo tormento, e colgarían después de su castigo.

Fenrir continuaba vigilando de cerca al vampiro mientras sentía como la sombra se desplazaba a su alrededor. Cada acción de ambas criaturas hacía que el pelaje del cuello y el lomo del animal se erizara aun más. Buscaba el mínimo paso en falso que diera el vampiro para tener la escusa de atacarlo. Adziel no sabía si debía calmarlo o no. La conexión que había entre su alma y la del animal era muy estrecha y podía sentir el nerviosismo de Fenrir.

Cuando la sombra por fin se alejo, Adziel pudo tomar un pequeño respiro. Sentía el ambiente tenso cuando la sombra se desplazaba a su alrededor, pero ahora toda esa presión había desaparecido. Se acercó un poco al lobo y acarició suavemente su lomo para calmarlo un poco. El lobo volteo para mirar a la joven que estaba a su lado, se calmó y dando un pequeño suspiro volvió a dirigirle la mirada al vampiro. Como antes vigilaba cada uno de sus movimientos, pero sabía que Adziel no quería que atacara, no en ese momento. Sería un desperdicio de energía para el animal y quizá se derramaría sangre innecesariamente.

Nuevamente volvió a oír la voz del joven. Le extrañó la pregunta porque era extraño ver humanos en Sairou a excepción de los sacerdotes y sacerdotisas que visitaban constantemente el templo. – No he visto a ninguno, por lo menos en el poco tiempo que llevamos aquí... Entonces se podría decir que ha estado siguiendo su rastro hasta Sairou... Es extraño verlos por aquí, pero es un país libre así que supongo que podrían estar de visita o no, quien sabe... - Muchos podían ser los motivos por los cuales los humanos habían recorrido los bosques de Sairou y podrían estar en cualquier lado... ¿Para qué quería saber de ellos?, era una pregunta intrigante, pero no tenía nada que ver con ella. No era de su incumbencia...

Tsk~.. estan comandados de un miserable Angel caido~ Tsk.. Dijo sus ojos volveandose rojos ante el perro, des gustaba de su presencia. por alguna razon, el vampiro se acerco mas con indiferencia si el Lobo atacaba con un agil movimiento podia evitarlo e hasta matarlo si en verdad lo intetnaba~ o por lo menos penetrar lo en algo. Tsk~ Repitio su sombra se fue a otro lado, por el agua. La sombra le gustaba jugar sus juegos, casi como si tenia vida, puesto que a la orilla de el agua hacia sus expresiones hacia el lobo para molestarlo en grande.

Tsk~ Dime Adziel. Que hace un Arcangel, a solas en un lugar asi. Dijo viendo al perro y los instrumentos que traea, se quedo en silencio dando mas pasos hacia la mujer con una sonrisa picara sus ojos aun no eran visibles por la mujer; Puesto que la capucha aun cubria su rostro nomas mostrando sus dientes y sus mejillas palidas.

- "Así que un ángel caído" - Pensó luego de oír las palabras del vampiro. Sabía que los ángeles caídos eran rebeldes aunque no peligrosos. Que se tomara la molestia de venir desde el norte a Sairou solo para encontrar a unos humanos era extraño. Algo habrían hecho y no sabía los motivos, pero tampoco era necesario saberlos. Era un asunto suyo y ella no quería meterse en los problemas de otros, pero si era alguien del reino quizá si podría ser de su incumbencia. Como reina que era debía solucionar los problemas que causaran en forma pacífica para así evitar futuros problemas. - ¿Un ángel caído? - cuestiono mientras lo observaba. - Y ¿qué pruebas tiene de que fuera uno de Sairou?... En Kounan también hay ángeles caídos y por lo que oí usted solo buscaba a los humanos que pudieron haber pasado por el bosque... -

Cada paso que daba el lobo lo miraba con más seriedad y mostrándose amenazante y dispuesto a atacar. A pesar de que Adziel no quería que lo atacara, Fenrir sentía a esa criatura amenazante y desconfiaba plenamente en él. Era una reacción normal, pero ella quería evitar cualquier tipo de enfrentamiento. – Ya ya, Fenrir. Tranquilo. - decía mientras le dedicaba una sonrisa y acariciaba la cabeza al animal que aun estaba alerta y nervioso. Luego de haberlo calmado, volvió a dirigirle la mirada al vampiro y sonrió. – Solo paseo y disfruto de esta agradable noche y del la luz de la luna... - No sabía cuáles eran las intenciones del vampiro. No podía ver su rostro por su ropaje y por eso no sabía las expresiones que se le dibujaban en él con cada palabra pronunciada. Solo sus colmillos eran visible, sus intimidantes y filosos colmillos.

Tsk~ Eso no es de tu incumbencia, se lo que tengo es seguro, Ahora~ A buscar a su familia~ e perseguir el rastro....Y dile a tu 'perro' que deje de grunir~ Disgusto de seres que no saben su lugar. Le comando acercandose mas, sus dientes e partes visibles parecia un demonio, pero al quitarse la capucha la sombra regreso a su lugar de Origin con gran rapides, una sonrisa dulce~ fue vista por el vampiro, mientras que sus ojos azules dulces e llamativos se podian ver; El cabello dorado iluminaba el lugar como si fuera un juego ardiente e su rostro era completamente visible. Su pueblo estaba en fuego, los humanos e el comandante Angel caido de esos ladrones habia insendiado varias casas de una de sus mas ricas aldeas. El vampiro protegia sus lugares humanos con gran carino, puesto que los aldeanos lo amaban mucho; Aunque sabian que era un vampiro infernal, e tomaba sangre~ intentaba nunca hacerlo cerca de ellos y casi nunca tomaba alguien de la aldea misma, siempre ayudandolos en ventas para sobrevivir ningun ladron o crimen sucedia en sus pueblos, por bunea razon~ todos que cometian un crimen morrian a lo igual que sus familias ~ para mostrar un estricto orden.

*Sniff* Si no me equivoco abran pasado por aqui hace unos disa~ Tsk~ pero el olor se a perdido ya~ tendre que adentrar me mas al bosque y luego a las aldeas. Dijo asi mismo o quizas a la Arcangel, e ladeando la cabeza le sonrio dulcemente iluminando el lugar. Soy Ketsueki, es un placer conocerte. Le dijo con una voz dulce e carniosa.

Cuando escucho las duras palabras del vampiro que exigía calmar al lobo, sintió una furia que nacía de su interior. No permitiría nunca que dijeran algo así de alguien que le importaba. Fenrir era todo para ella, no solo su protector sino también su amigo y compañero. Se puso en cuclillas y abrazó al animal por el cuello con mucho cariño y delicadeza mientras acariciaba su lomo, y con una suave vos pedía que se tranquilizara. Luego de que lo soltó, el lobo la miró con esos llamativos ojos color carmín y lamio su mano para mostrarle que ya estaba todo bien. Volvió a sonreírle y se puso nuevamente de pie.

Era notable y sorpresivo el cambio en la actitud de aquel joven desde el momento que descubrió su rostro. Antes parecía más misterioso y aterrador, pero ahora su rostro solo mostraba a alguien amable y agradable aunque las apariencias podían engañar... Su rostro carismático tenía una expresión más dulce y casi angelical. Con ese cabello dorado y esos ojos azulados parecía un ángel que había descendido del cielo.

La expresión misma de la arcángel se volvió más serena y dulce. Suspiró y volvió a mirar al vampiro que seguía parado frente a ella. – Puede ser, pero dudo mucho que estén en Sairou. Su lugar es Hokkan, y si pasaron ya hace varios días es seguro que hayan vuelto a donde pertenecen. - Le sonrió con amabilidad y dulzura cuando se presentó e hizo una pequeña reverencia tomando un poco su vestido para mostrarle cortesía. – El placer es todo mío, Ketsueki. -

Tsk~ Estas mal, te aseguro que estan en estas tierras. Corrigio acercandose le mas mientras que su sombra lamia sus dedos en placer, puesto que se habia banado en la sangre del suculento Laron~ uno de ellos habian sido atrapados y despues de un gran tormento indescriptible, fue matado y decapitado como cualquier ladron~ E puesto en una banera como cualquier otro ladron para que el joven vampiro se placenteara en ella. Mi informacion es segura e perfecta. Estan aqui y por alguna razon extrana~ Viven en tu tierra... Tsk~ no me soprenderia que los protegan~ Tsk~ Es comun para su raza. Juzge acercando me mas mi sombra se extendia bajo mis pies como si crecia mas y mas en descontrol; Mis ojos encontraron los suyos mientras que ladeaba la cabeza e reposaba mi mano sobre mi corazon~ Congelado e deslatido. Pero, ademas de eso. A que te dedicas~Adziel, es decir. Tocas el instrumento? Pregunto ya sabiendo la respuesta~ era facil diferencias a las personas que tocaban y que no, Sus dedos~ sus manos lo decian todo, las manos eran la puerta al cuerpo, con las manos sabias si alguien trabajaba o no si alguien era soldado o carpintero, si eran infantiles e caprichosos o tuvieron una vida dificil y aun la soportaban en sus hombros.

Adziel lo miró extrañada mientras le hablaba sobre los humanos. Le parecía extraño que vivieran allí. En el reino de los ángeles. – Me resulta extraño lo que me dices, pero veo lo convencido que estas de ello. Nunca llegaron a mis oídos de que los humanos estuvieran conviviendo con nosotros en este reino. Solo se de los sacerdotes que vienen al templo... - Todo aquello le parecía muy extraño. Nunca hubiera imaginado que algo como eso llegara a ocurrir. Quizá era cierto que los que lo sabían los protegían, pero quién podría imaginarse lo que pudo haber ocasionado que el vampiro los buscara con tanto esmero...

Cuando escuchó la pregunta del joven, sonrió mientras volvía a tomar el estuche que había dejado junto a sus pies. – Así es. Me gusta tocar el violín. Es algo que hago de pequeña. Y… ¿a ti que te gusta hacer? - No sabía si el vampiro le respondería o no, pero pensó que sería agradable mantener una conversación con él para dejar de lado la tensión del joven por aquello que le había pasado...